LD3

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domingo, 10 de mayo de 2015

Cap. 70 Venganza



Todos abandonaron la habitación cuando Patrick fue por ellos, pero Dylan siguió aferrando el cuerpo de Sophie contra su pecho sin moverse del mismo sitio. Su mente se negaba a aceptar aquella espantosa realidad y el dolor mas inmisericorde parecía haberse instalado en cada partícula de su cuerpo estableciéndose como habitante permanente de todo su ser. Sin embargo, en ocasiones la consciencia puede comportarse de forma muy cruel y repentinamente pasó del dolor a la ira en contra de él mismo acusándose de no amar lo suficiente, porque estuvo en sus manos salvarla y no lo hizo, pudo haber tomado la decisión de transformarla aun en contra de su voluntad y luego hacerla entender que había sido lo mejor, se dijo que no era más que un cobarde, un sucio traidor y no precisamente por lo que le había hecho a Kendall, sino porque se había traicionado a sí mismo al no ser capaz de salvarla y la había traicionado a ella al dejarla morir.
La colocó de nuevo sobre la cama, alisó su cabello, le acomodó las manos sobre el pecho y la cubrió innecesariamente con la manta.
-         Perdóname Sophie, por segunda vez en mi desgraciada vida renuncié a ti  --  dijo besando sus inertes labios y sintiendo un dolor indescriptible al percibir el calor que aun conservaban  --  No te merecía, nunca te merecí y ahora tendré que vivir con este lacerante dolor y… sin ti
En medio de toda esa triste situación, una frase penetró el grueso muro que lo había aislado del mundo devolviéndolo a la realidad
-         El kicyk Saint-Claire y los aykeris están muertos  --  escuchó que decía alguien
Posiblemente su obnubilado cerebro en ese momento fuese incapaz de soportar un dolor mayor, de manera que bloqueó el mismo y una corriente de fría y peligrosa ira lo invadió. Durante toda su vida y a pesar de haber sido acusado en innumerables ocasiones antes de su transformación de ser un individuo que sentía poco aprecio por nadie que no fuese él mismo y que le daba lo mismo si la gente moría o vivía, aquello era del todo injusto. Era verdad que nunca se había mostrado especialmente cariñoso ni había exhibido la exagerada zalamería del individuo al que acababa de matar, pero eso estaba muy lejos de significar que no fuese capaz de amar y menos aún que no sintiese el adecuado respeto hacia la vida de los demás, y si por algo se caracterizó durante toda la suya, fue por su aversión a ver morir a las personas o a que lo hiciesen por su mano. Sin embargo, en aquel momento lo único que quería era matar a todos y cada uno de los que le habían hecho aquello y más concretamente a uno de ellos. De modo que después de una última mirada y un último beso, sus ojos enrojecieron y tomando su Dykari abandonó el lugar que no volvería pisar mientras viviese.

Más temprano en Livingstone y cuando se recibió el aviso de que estaban atacando Darnley, Tommy que había estado conversando con los Lovets quiso ir con ellos.
-         ¡No Tommy!  --  lo detuvo Nevsky
-         ¡Vladimir, Dylan puede estar en peligro!
-         Tommy escúchame, esto es un ataque Devrig y no tienes idea de lo que eso significa, ni siquiera yo que soy un itsliev estoy capacitado para participar en batalla
-         Pero yo soy un soldado, Vladimir  --  insistió el chico  --  sé perfectamente cómo es esto
-         No, no lo sabes, te acabo de decir que es un ataque Devrig y no estás en condiciones, no tienes la preparación aunque seas un soldado como dices, eres un nya y no posees un Dykari, estarás muerto casi antes de llegar
-         Quizá yo no posea un Dykari pero tú sí
Vladimir abrió los ojos con desmesura por varias razones. Él conocía bien a Tommy, no en vano había estado junto a él prácticamente día y noche desde hacía varios años ya, sino que más recientemente se había convertido en su zsameni y eso lo obligaba a conocer hasta el último detalle de su esencia, por lo tanto sabía lo terco e insistente que podía llegar a ser, algo que naturalmente se había exacerbado con su transformación, de manera que sabía que a menos que lo golpease el chico iría con su consentimiento o sin él. Pero aparte de todo ello, darle su Dykari era un delito que podía llevarlo a Zatvor, sin contar con el hecho de que el sizvitel lo mataría si algo le sucedía a aquel necio. Sin embargo, Tommy era todo aquello que Vladimir había estado pensando pero también un par de cosas más. La primera, que aparte de poseer un exageradísimo sentido del deber y una lealtad a toda prueba, había desarrollado un amor y una adhesión a Dylan que rayaba en el fanatismo y bajo ninguna circunstancia iba a quedarse de brazos cruzados sintiendo como sentía que estaba en peligro o que sus hijos podían estarlo. Y la segunda, que poseía un encanto infantil y un poder de convencimiento con el que era difícil lidiar. De manera que Vladimir terminó claudicando y entregándole su Dykari aun a riesgo de ir preso por ello.
-         Gracias Vladimir, habría ido con o sin él
Eso era algo de lo que Nevsky estaba bastante seguro por lo que concluyó que como en cualquier caso iría preso o perdería su cabeza, era mejor que por lo menos Tommy tuviese un mínimo de ventaja.
A pesar de que Tommy ya había estado en batalla y de hecho había muerto a raíz de una, ciertamente la carnicería que se presentó ante sus ojos no era de ningún modo comparable con lo que había visto hasta la fecha. Sin embargo, Tommy era un chico decididamente valiente porque sin detenerse a pensarlo mucho se había metido de lleno en aquel infierno. Sin duda Vladimir tenía razón y todos los que se encontraban allí le llevaban mucha ventaja tanto en años como en habilidad, pero de algo debió servirle a Tommy la tal vez escasa experiencia adquirida porque si bien no estaba matando a tantos como lo hacían los Lovets y los Havariks, al menos lograba defenderse con cierto nivel de éxito. Por fortuna para Tommy, si bien Vladimir no era un guerrero sí era un sujeto muy inteligente y le había recomendado a Tommy vestirse de manera adecuada para pasar como un Havarik o de lo contrario habría podido ser atacado por éstos también.
Tommy intentó abrirse paso hacia el interior del castillo pero eso no era tarea fácil y casi todos los accesos estaban bloqueados por diferentes grupos que se peleaban, pero cuando llegó hasta el lado oeste, se fijó que el grupo de Lovets que intentaba abrirse paso por allí era sin duda mucho más veloz, de modo que comenzó a acercarse como pudo hasta que logró acceder junto con ellos. Una vez dentro se concentró como había estado enseñándole Vladimir, pero lo que lo llevó hasta Dylan no habían sido tanto las enseñanzas de su zsameni, sino el lazo que lo unía a su izbretel que ya era muy anterior a su transformación. No obstante, cuando llegó hasta la puerta de la habitación donde se encontraba Dylan, sintió que su corazón se hacía pedazos y nunca en su vida – ni siquiera cuando estaba muriendo en aquel apestoso hospital de campaña – había sentido un dolor como aquel, y por primera vez entendió a cabalidad aquello de que sus emociones se habían maximizado con su transformación, porque aquel desmedido sufrimiento ni siquiera era suyo y pensaba que solo lo sentía por ver a Dylan en aquel estado. Obviamente Tommy no era consciente de que lo que estaba experimentando se debía al firme lazo anteriormente mencionado.
Sin embargo, guardó respetuoso silencio ante el dolor al que Dylan no era consciente de estar dando rienda suelta. Le dolieron todas y cada una de las lágrimas que se desbordaban sin control por los ojos de Dylan, sintió la misma desesperación y finalmente se había adueñado de él la misma ira ciega, y cuando Dylan abandonó la habitación sin darse cuenta de la presencia de su silencioso acompañante, Tommy corrió tras él y se comportó con la misma crueldad salvaje que lo estaba haciendo Dylan.

Aunque ya los Lothian contaban con muchas más bajas de las que André había previsto, seguían luchando a brazo partido contra una fuerza a todas luces muy superior, pero siendo que ya los Yaroslávich lo hacían con menos presión, tuvieron oportunidad de ver la masacre que estaba llevando a cabo el sizvitel y aunque en un primer momento pensaron que por la forma decididamente salvaje de su desempeño se trataba de Lucien, una observación más atenta les indicó con exactitud que se trataba del Rybik, pero la mayoría no tenía ni idea de quién era el muchachito que lo acompañaba y que estaba causando tantos destrozos.
En un momento determinado, Tommy se había desviado un tanto de la dirección que llevaba Dylan y tropezó con un rostro conocido, aquello pareció devolver algo de cordura y se arrodilló al lado del cuerpo  limpiando con cuidado la sangre que le cubría el rostro para asegurarse de que era quien pensaba
-         ¿Yvaylo? 
Por un momento Tommy pensó lo peor, pero intentó tranquilizarse y percibió los débiles latidos del corazón del Levjaner.  Se levantó a toda prisa y sabiendo que su fuerza se había incrementado, empujó la pesada piedra bajo la que se encontraba la casi totalidad del cuerpo de Yvaylo, pero una vez hecho esto se sintió horrorizado, porque en su opinión aquel hombre debía tener todos los huesos destrozados. Miró a su alrededor intentado localizar un rostro conocido hasta que finalmente dio con dos y corrió hacia ellos.
-         ¡Señor!  --  dijo sujetando tal vez imprudentemente a Itlar
Pero siendo que ya Itlar lo había visto un momento antes mientras peleaba al lado de Dylan, no se sorprendió mucho al sentir que se acercaba, esa era la ventaja de ser un Levjaner con los sentidos muy bien desarrollados.
-         ¿Qué sucede Tommy?  
-         ¿Estás bien?  --  preguntó a su vez Andrew que era el otro al que Tommy había identificado muy cerca de Itlar
-         Yo sí, pero necesito ayuda porque Yvaylo está mal herido  --  dijo mientras halaba a Itlar por un brazo
Ambos sujetos no hicieron más preguntas y se dejaron conducir por el chico, pero al llegar al lugar, especialmente Itlar, experimentó un sentimiento muy parecido al de Tommy pero magnificado, porque Yvaylo había sido su amigo más cercano desde hacía muchísimos años y verlo en aquellas condiciones le producía un dolor brutal. No obstante, no perdió el tiempo y se apresuró a arrodillarse a su lado para verificar las condiciones internas. Sin duda Tommy había tenido razón y no solo por lo que podía verse a simple vista, sino que por dentro estaba casi tan destrozado como por fuera y si se hubiese tratado de un ser humano común, estaría muerto desde hacía mucho.
-         ¡Hill, consigue un par de Lovets, ya!
Andrew no se hizo repetir la orden y solo demoró unos cuantos segundos en volver con tres Lovets.
-         Con el mayor cuidado llévenlo al Haigala  --  les dijo y luego miró a Andrew  --  si no he llegado para cuando lo hayan atendido, regresa aquí a informarme
-         Ak sarì
Una vez hecho esto, Itlar se volvió para agradecerle a Tommy pero el chico ya no estaba, de modo que regresó a la batalla.

Después que Dylan había dado rienda suelta a su ira y aunque esta aun no estaba satisfecha porque si bien había acabado con una gran cantidad de Lothian aun el verdadero culpable de todo aquello seguía vivo, decidió ir a buscarlo, pero cuando había decidido esto y para muy mala suerte de Louis se encontró de frente con el enfurecido sizvitel, recordándole inadvertidamente a Dylan, quién era el otro responsable de su desgracia. Sin embargo, y aunque aquello pudo significar la muerte de Louis, Henri acudió en su ayuda.
-         Por favor sarì, no lo hagas
A Louis no lo sorprendió la intervención de Henri, porque al fin y al cabo él siempre lo había cuidado, pero lo que sí lo sorprendió en grado extremo fue que Dylan se detuviese, y era algo para lo que no tendría una explicación inmediata pero sí algún tiempo después.
-         Sé que no tienes motivos para creerme, pero quiero ayudarte  --  siguió diciendo Henri, pero seguidamente y sin girarse agregó  --  No lo intentes niño, podría matarte sin mover un solo dedo pero no quiero hacerlo
Esto último iba dirigido a Tommy que habiendo localizado de nuevo a Dylan después de dejar a Yvaylo en manos de Itlar, se aproximaba con claras intenciones de clavar el Dykari en el cuello de Henri.
Hasta ese momento Dylan no había notado que Tommy había estado a su lado casi todo el tiempo, algo que Henri sí había registrado, pero si Dylan se planteó o no el hecho de que en principio Tommy no debía estar allí, no dio muestras de ello.
-         Como verás no tengo malas intenciones o me habría desecho del chico, déjame ayudarte  --  insistió Henri
-         ¿Por qué?  --  preguntó Dylan
-         Eso carece de importancia en este momento y lo que debe interesarte es lo que puedo hacer por ti
-         ¿Sabes lo que quiero?
-         Lo sé y puedo conducirte hasta él con seguridad
Si bien Tommy no tenía ni la más lejana idea acerca de quién estaban hablando, Louis que sí la tenía había abierto los ojos con desmesura, pero siendo que Dylan aun lo aferraba por el cabello y el Dykari aun apuntaba a su cuello, no movió ni un solo músculo.
A decir verdad y a la luz de los hechos, realmente Dylan no tenía ningún motivo para confiar en aquel individuo, pero al mismo tiempo pensó que ya no tenía nada más qué perder. Había matado al hombre al que había visto toda la vida como a un hermano, había dejado morir a la mujer que amaba, había perdido a sus hijos e incluso a Derek que aunque no era su hijo había aprendido a quererlo como tal no solo porque era hijo de Sophie sino porque el chico se había ganado su amor por derecho propio, de modo que ya no le quedaba nada y si aquel infeliz lo conducía a una trampa en la que pudiese morir, hasta podría estarle agradecido, de modo que soltó a Louis y miró a Henri.
-         En marcha  --  dijo, pero al ver que Tommy se situaba a su lado agregó  --  Tú no vienes, regresa a casa Tommy
-         Con tú perdón sarì, pero no es juicioso desechar la lealtad y el valor  --  dijo Henri  --  y tu joven amigo ha demostrado ambas cosas
Sin más discusión partieron pero mientras iban en camino, Henri que sabía que Louis podía ponerse difícil, decidió advertirlo.
-         Ya me estoy cansando de salvar tu cuello, así que cierra la boca y has exactamente lo que te ordene
Ciertamente Louis tenía una marcada tendencia a la locura, pero en ningún caso era estúpido, de modo que decidió obedecer y dejar las preguntas para después. Aunque Henri le llevaba muchos años a Dylan, éste no tuvo ninguna dificultad en enterarse de lo que le había dicho el francés a su amigo, pero como en aquel momento no le interesaba de manera especial, se concentró en lo que sí le interesaba.
Pocos minutos después estaban en Hampshire pero no en el lugar al que habría ido Dylan en primera instancia, ya que no se trataba del castillo de Dunkeld sino de otro de menores dimensiones. Por un momento Dylan pensó que podía tratarse como había pensado de una trampa, pero desechó eso e irrumpieron en el salón de la misma forma que lo había hecho Dylan en una pasada oportunidad, causando la sorpresa de Swaney y de los que lo acompañaban. No obstante, Swaney superó con rapidez su asombro y se puso de pie.
-         Ya me estoy cansando de tu grosería muchachito. Es posible que al necio de Iziaslav le haya dado por hacerte príncipe, pero eso no te da derecho a…
-         Una vez te dije que mirarás bien esto  --  lo interrumpió Dylan alzando su Dykari  --  te advertí que sería el Dykari que terminaría en tu cuello si no dejabas de perseguir a los míos
-         Escucha niño, no sé qué nueva fantasía…
Sin embargo, tanto Swaney como los que estaban con él fueron conscientes de que aquel sujeto no estaba bromeando, primero por su expresión y segundo porque sus ojos habían adquirido el familiar color de la ira.
-         ¿Realmente crees que puedes hacerme algo?  --  preguntó Swaney  --  Yo soy un Devrig primigenio, necio
-         Por mí puedes ser el mismísimo satanás y en realidad creo que no difieres mucho de él suponiendo que exista, pero eso no hace ninguna diferencia
Los Devrigs que acompañaban a Swaney que eran alrededor de veinte, habían comenzado a moverse, y si bien Dylan percibió eso y no prestó atención, Henri sí lo había hecho y le dio una silenciosa orden a Louis, que aunque causó el asombro del chico, éste sabía que no era buena idea discutir.
-         ¡Fuera de mi propiedad, cretino!  --  vociferó Swaney
-         Vine a cumplir con mi palabra y no me iré sin hacerlo
Un segundo después y para asombro tanto de los presentes como del mismo Swaney, Dylan lo había aferrado por los cabellos obligándolo a bajar la cabeza.
-         Siempre cumplo con lo que prometo  --  y a continuación hundió su Dykari hasta la empuñadura en la base del cuello de aquel desgraciado
El cuerpo de Swaney cayó pesadamente al piso y todos los presentes que se habían quedado momentáneamente paralizados, vieron como el que hasta hacía un momento había sido el jefe del clan, se desangraba ante sus ojos. La parálisis fue breve, porque el temor por sus propias vidas los sacó de ella y cometieron el error de pensar que Dylan iría en su contra cuando en realidad ya él había hecho todo lo que había ido a hacer allí. Pero si bien Dylan no tenía intenciones de atacar a aquellos desdichados y solo estaba contemplando el cadáver de su enemigo, en cuanto los individuos comenzaron a atacarlos, Louis y Henri que poseían habilidad y velocidad arrasaron con rapidez con todos ellos mientras que Tommy protegía a Dylan que seguía en la misma estática posición.


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