Todos abandonaron la habitación cuando Patrick fue por ellos, pero Dylan
siguió aferrando el cuerpo de Sophie contra su pecho sin moverse del mismo
sitio. Su mente se negaba a aceptar aquella espantosa realidad y el dolor mas
inmisericorde parecía haberse instalado en cada partícula de su cuerpo
estableciéndose como habitante permanente de todo su ser. Sin embargo, en
ocasiones la consciencia puede comportarse de forma muy cruel y repentinamente
pasó del dolor a la ira en contra de él mismo acusándose de no amar lo
suficiente, porque estuvo en sus manos salvarla y no lo hizo, pudo haber tomado
la decisión de transformarla aun en contra de su voluntad y luego hacerla
entender que había sido lo mejor, se dijo que no era más que un cobarde, un
sucio traidor y no precisamente por lo que le había hecho a Kendall, sino
porque se había traicionado a sí mismo al no ser capaz de salvarla y la había
traicionado a ella al dejarla morir.
La colocó de nuevo sobre la cama, alisó su cabello, le acomodó las manos
sobre el pecho y la cubrió innecesariamente con la manta.
-
Perdóname Sophie, por segunda vez en
mi desgraciada vida renuncié a ti
-- dijo besando sus inertes
labios y sintiendo un dolor indescriptible al percibir el calor que aun conservaban -- No
te merecía, nunca te merecí y ahora tendré que vivir con este lacerante dolor
y… sin ti
En medio de toda esa triste situación, una frase penetró el grueso muro que
lo había aislado del mundo devolviéndolo a la realidad
-
El kicyk Saint-Claire y los aykeris están muertos --
escuchó que decía alguien
Posiblemente su obnubilado cerebro en ese momento fuese incapaz de soportar
un dolor mayor, de manera que bloqueó el mismo y una corriente de fría y
peligrosa ira lo invadió. Durante toda su vida y a pesar de haber sido acusado
en innumerables ocasiones antes de su transformación de ser un individuo que
sentía poco aprecio por nadie que no fuese él mismo y que le daba lo mismo si
la gente moría o vivía, aquello era del todo injusto. Era verdad que nunca se
había mostrado especialmente cariñoso ni había exhibido la exagerada zalamería
del individuo al que acababa de matar, pero eso estaba muy lejos de significar
que no fuese capaz de amar y menos aún que no sintiese el adecuado respeto
hacia la vida de los demás, y si por algo se caracterizó durante toda la suya,
fue por su aversión a ver morir a las personas o a que lo hiciesen por su mano.
Sin embargo, en aquel momento lo único que quería era matar a todos y cada uno
de los que le habían hecho aquello y más concretamente a uno de ellos. De modo
que después de una última mirada y un último beso, sus ojos enrojecieron y
tomando su Dykari abandonó el lugar que no volvería pisar mientras viviese.
Más temprano en Livingstone y cuando se recibió el aviso de que estaban
atacando Darnley, Tommy que había estado conversando con los Lovets quiso ir
con ellos.
-
¡No Tommy! -- lo
detuvo Nevsky
-
¡Vladimir, Dylan puede estar en
peligro!
-
Tommy escúchame, esto es un ataque
Devrig y no tienes idea de lo que eso significa, ni siquiera yo que soy un
itsliev estoy capacitado para participar en batalla
-
Pero yo soy un soldado, Vladimir --
insistió el chico -- sé perfectamente cómo es esto
-
No, no lo sabes, te acabo de decir
que es un ataque Devrig y no estás en condiciones, no tienes la preparación
aunque seas un soldado como dices, eres un nya y no posees un Dykari, estarás
muerto casi antes de llegar
-
Quizá yo no posea un Dykari pero tú
sí
Vladimir abrió los ojos con desmesura por varias razones. Él conocía bien a
Tommy, no en vano había estado junto a él prácticamente día y noche desde hacía
varios años ya, sino que más recientemente se había convertido en su zsameni y
eso lo obligaba a conocer hasta el último detalle de su esencia, por lo tanto
sabía lo terco e insistente que podía llegar a ser, algo que naturalmente se
había exacerbado con su transformación, de manera que sabía que a menos que lo
golpease el chico iría con su consentimiento o sin él. Pero aparte de todo
ello, darle su Dykari era un delito que podía llevarlo a Zatvor, sin contar con
el hecho de que el sizvitel lo mataría si algo le sucedía a aquel necio. Sin
embargo, Tommy era todo aquello que Vladimir había estado pensando pero también
un par de cosas más. La primera, que aparte de poseer un exageradísimo sentido
del deber y una lealtad a toda prueba, había desarrollado un amor y una
adhesión a Dylan que rayaba en el fanatismo y bajo ninguna circunstancia iba a
quedarse de brazos cruzados sintiendo como sentía que estaba en peligro o que
sus hijos podían estarlo. Y la segunda, que poseía un encanto infantil y un
poder de convencimiento con el que era difícil lidiar. De manera que Vladimir
terminó claudicando y entregándole su Dykari aun a riesgo de ir preso por ello.
-
Gracias Vladimir, habría ido con o
sin él
Eso era algo de lo que Nevsky estaba bastante seguro por lo que concluyó
que como en cualquier caso iría preso o perdería su cabeza, era mejor que por
lo menos Tommy tuviese un mínimo de ventaja.
A pesar de que Tommy ya había estado en batalla y de hecho había muerto a raíz de una, ciertamente la
carnicería que se presentó ante sus ojos no era de ningún modo comparable con
lo que había visto hasta la fecha. Sin embargo, Tommy era un chico
decididamente valiente porque sin detenerse a pensarlo mucho se había metido de
lleno en aquel infierno. Sin duda Vladimir tenía razón y todos los que se
encontraban allí le llevaban mucha ventaja tanto en años como en habilidad,
pero de algo debió servirle a Tommy la tal vez escasa experiencia adquirida
porque si bien no estaba matando a tantos como lo hacían los Lovets y los
Havariks, al menos lograba defenderse con cierto nivel de éxito. Por fortuna
para Tommy, si bien Vladimir no era un guerrero sí era un sujeto muy
inteligente y le había recomendado a Tommy vestirse de manera adecuada para
pasar como un Havarik o de lo contrario habría podido ser atacado por éstos
también.
Tommy intentó abrirse paso hacia el interior del castillo pero eso no era
tarea fácil y casi todos los accesos estaban bloqueados por diferentes grupos
que se peleaban, pero cuando llegó hasta el lado oeste, se fijó que el grupo de
Lovets que intentaba abrirse paso por allí era sin duda mucho más veloz, de
modo que comenzó a acercarse como pudo hasta que logró acceder junto con ellos.
Una vez dentro se concentró como había estado enseñándole Vladimir, pero lo que
lo llevó hasta Dylan no habían sido tanto las enseñanzas de su zsameni, sino el
lazo que lo unía a su izbretel que ya era muy anterior a su transformación. No
obstante, cuando llegó hasta la puerta de la habitación donde se encontraba
Dylan, sintió que su corazón se hacía pedazos y nunca en su vida – ni siquiera
cuando estaba muriendo en aquel apestoso hospital de campaña – había sentido un
dolor como aquel, y por primera vez entendió a cabalidad aquello de que sus
emociones se habían maximizado con su transformación, porque aquel desmedido
sufrimiento ni siquiera era suyo y pensaba que solo lo sentía por ver a Dylan
en aquel estado. Obviamente Tommy no era consciente de que lo que estaba
experimentando se debía al firme lazo anteriormente mencionado.
Sin embargo, guardó respetuoso silencio ante el dolor al que Dylan no era
consciente de estar dando rienda suelta. Le dolieron todas y cada una de las
lágrimas que se desbordaban sin control por los ojos de Dylan, sintió la misma
desesperación y finalmente se había adueñado de él la misma ira ciega, y cuando
Dylan abandonó la habitación sin darse cuenta de la presencia de su silencioso
acompañante, Tommy corrió tras él y se comportó con la misma crueldad salvaje
que lo estaba haciendo Dylan.
Aunque ya los Lothian contaban con muchas más bajas de las que André había
previsto, seguían luchando a brazo partido contra una fuerza a todas luces muy
superior, pero siendo que ya los Yaroslávich lo hacían con menos presión,
tuvieron oportunidad de ver la masacre que estaba llevando a cabo el sizvitel y
aunque en un primer momento pensaron que por la forma decididamente salvaje de
su desempeño se trataba de Lucien, una observación más atenta les indicó con
exactitud que se trataba del Rybik, pero la mayoría no tenía ni idea de quién
era el muchachito que lo acompañaba y que estaba causando tantos destrozos.
En un momento determinado, Tommy se había desviado un tanto de la dirección
que llevaba Dylan y tropezó con un rostro conocido, aquello pareció devolver
algo de cordura y se arrodilló al lado del cuerpo limpiando con cuidado la sangre que le cubría
el rostro para asegurarse de que era quien pensaba
-
¿Yvaylo?
Por un momento Tommy pensó lo peor, pero intentó tranquilizarse y percibió
los débiles latidos del corazón del Levjaner.
Se levantó a toda prisa y sabiendo que su fuerza se había incrementado,
empujó la pesada piedra bajo la que se encontraba la casi totalidad del cuerpo
de Yvaylo, pero una vez hecho esto se sintió horrorizado, porque en su opinión
aquel hombre debía tener todos los huesos destrozados. Miró a su alrededor
intentado localizar un rostro conocido hasta que finalmente dio con dos y
corrió hacia ellos.
-
¡Señor! --
dijo sujetando tal vez imprudentemente a Itlar
Pero siendo que ya Itlar lo había visto un momento antes mientras peleaba
al lado de Dylan, no se sorprendió mucho al sentir que se acercaba, esa era la
ventaja de ser un Levjaner con los sentidos muy bien desarrollados.
-
¿Qué sucede Tommy?
-
¿Estás bien? --
preguntó a su vez Andrew que era el otro al que Tommy había identificado
muy cerca de Itlar
-
Yo sí, pero necesito ayuda porque
Yvaylo está mal herido -- dijo mientras halaba a Itlar por un brazo
Ambos sujetos no hicieron más preguntas y se dejaron conducir por el chico,
pero al llegar al lugar, especialmente Itlar, experimentó un sentimiento muy
parecido al de Tommy pero magnificado, porque Yvaylo había sido su amigo más
cercano desde hacía muchísimos años y verlo en aquellas condiciones le producía
un dolor brutal. No obstante, no perdió el tiempo y se apresuró a arrodillarse
a su lado para verificar las condiciones internas. Sin duda Tommy había tenido
razón y no solo por lo que podía verse a simple vista, sino que por dentro
estaba casi tan destrozado como por fuera y si se hubiese tratado de un ser
humano común, estaría muerto desde hacía mucho.
-
¡Hill, consigue un par de Lovets, ya!
Andrew no se hizo repetir la orden y solo demoró unos cuantos segundos en
volver con tres Lovets.
-
Con el mayor cuidado llévenlo al
Haigala -- les dijo y luego miró a Andrew -- si
no he llegado para cuando lo hayan atendido, regresa aquí a informarme
-
Ak sarì
Una vez hecho esto, Itlar se volvió para agradecerle a Tommy pero el chico
ya no estaba, de modo que regresó a la batalla.
Después que Dylan había dado rienda suelta a su ira y aunque esta aun no
estaba satisfecha porque si bien había acabado con una gran cantidad de Lothian
aun el verdadero culpable de todo aquello seguía vivo, decidió ir a buscarlo,
pero cuando había decidido esto y para muy mala suerte de Louis se encontró de
frente con el enfurecido sizvitel, recordándole inadvertidamente a Dylan, quién
era el otro responsable de su desgracia. Sin embargo, y aunque aquello pudo
significar la muerte de Louis, Henri acudió en su ayuda.
-
Por favor sarì, no lo hagas
A Louis no lo sorprendió la intervención de Henri, porque al fin y al cabo
él siempre lo había cuidado, pero lo que sí lo sorprendió en grado extremo fue
que Dylan se detuviese, y era algo para lo que no tendría una explicación
inmediata pero sí algún tiempo después.
-
Sé que no tienes motivos para
creerme, pero quiero ayudarte -- siguió diciendo Henri, pero seguidamente y
sin girarse agregó -- No lo intentes niño, podría matarte sin mover
un solo dedo pero no quiero hacerlo
Esto último iba dirigido a Tommy que habiendo localizado de nuevo a Dylan
después de dejar a Yvaylo en manos de Itlar, se aproximaba con claras
intenciones de clavar el Dykari en el cuello de Henri.
Hasta ese momento Dylan no había notado que Tommy había estado a su lado
casi todo el tiempo, algo que Henri sí había registrado, pero si Dylan se
planteó o no el hecho de que en principio Tommy no debía estar allí, no dio
muestras de ello.
-
Como verás no tengo malas intenciones
o me habría desecho del chico, déjame ayudarte
-- insistió Henri
-
¿Por qué? --
preguntó Dylan
-
Eso carece de importancia en este
momento y lo que debe interesarte es lo que puedo hacer por ti
-
¿Sabes lo que quiero?
-
Lo sé y puedo conducirte hasta él con
seguridad
Si bien Tommy no tenía ni la más lejana idea acerca de quién estaban
hablando, Louis que sí la tenía había abierto los ojos con desmesura, pero
siendo que Dylan aun lo aferraba por el cabello y el Dykari aun apuntaba a su
cuello, no movió ni un solo músculo.
A decir verdad y a la luz de los hechos, realmente Dylan no tenía ningún
motivo para confiar en aquel individuo, pero al mismo tiempo pensó que ya no
tenía nada más qué perder. Había matado al hombre al que había visto toda la
vida como a un hermano, había dejado morir a la mujer que amaba, había perdido
a sus hijos e incluso a Derek que aunque no era su hijo había aprendido a
quererlo como tal no solo porque era hijo de Sophie sino porque el chico se
había ganado su amor por derecho propio, de modo que ya no le quedaba nada y si
aquel infeliz lo conducía a una trampa en la que pudiese morir, hasta podría
estarle agradecido, de modo que soltó a Louis y miró a Henri.
-
En marcha --
dijo, pero al ver que Tommy se situaba a su lado agregó -- Tú
no vienes, regresa a casa Tommy
-
Con tú perdón sarì, pero no es
juicioso desechar la lealtad y el valor
-- dijo Henri -- y
tu joven amigo ha demostrado ambas cosas
Sin más discusión partieron pero mientras iban en camino, Henri que sabía
que Louis podía ponerse difícil, decidió advertirlo.
-
Ya me estoy cansando de salvar tu cuello, así que cierra la boca y has
exactamente lo que te ordene
Ciertamente Louis tenía una marcada tendencia a la locura, pero en ningún
caso era estúpido, de modo que decidió obedecer y dejar las preguntas para
después. Aunque Henri le llevaba muchos años a Dylan, éste no tuvo ninguna
dificultad en enterarse de lo que le había dicho el francés a su amigo, pero
como en aquel momento no le interesaba de manera especial, se concentró en lo
que sí le interesaba.
Pocos minutos después estaban en Hampshire pero no en el lugar al que
habría ido Dylan en primera instancia, ya que no se trataba del castillo de
Dunkeld sino de otro de menores dimensiones. Por un momento Dylan pensó que
podía tratarse como había pensado de una trampa, pero desechó eso e irrumpieron
en el salón de la misma forma que lo había hecho Dylan en una pasada
oportunidad, causando la sorpresa de Swaney y de los que lo acompañaban. No
obstante, Swaney superó con rapidez su asombro y se puso de pie.
-
Ya me estoy cansando de tu grosería
muchachito. Es posible que al necio de Iziaslav le haya dado por hacerte
príncipe, pero eso no te da derecho a…
-
Una vez te dije que mirarás bien
esto --
lo interrumpió Dylan alzando su Dykari
-- te advertí que sería el Dykari
que terminaría en tu cuello si no dejabas de perseguir a los míos
-
Escucha niño, no sé qué nueva
fantasía…
Sin embargo, tanto Swaney como los que estaban con él fueron conscientes de
que aquel sujeto no estaba bromeando, primero por su expresión y segundo porque
sus ojos habían adquirido el familiar color de la ira.
-
¿Realmente crees que tú puedes hacerme algo? --
preguntó Swaney -- Yo soy un Devrig primigenio, necio
-
Por mí puedes ser el mismísimo
satanás y en realidad creo que no difieres mucho de él suponiendo que exista,
pero eso no hace ninguna diferencia
Los Devrigs que acompañaban a Swaney que eran alrededor de veinte, habían
comenzado a moverse, y si bien Dylan percibió eso y no prestó atención, Henri
sí lo había hecho y le dio una silenciosa orden a Louis, que aunque causó el
asombro del chico, éste sabía que no era buena idea discutir.
-
¡Fuera de mi propiedad, cretino! --
vociferó Swaney
-
Vine a cumplir con mi palabra y no me
iré sin hacerlo
Un segundo después y para asombro tanto de los presentes como del mismo
Swaney, Dylan lo había aferrado por los cabellos obligándolo a bajar la cabeza.
-
Siempre cumplo con lo que
prometo -- y a continuación hundió su Dykari hasta la
empuñadura en la base del cuello de aquel desgraciado
El cuerpo de Swaney cayó pesadamente al piso y todos los presentes que se
habían quedado momentáneamente paralizados, vieron como el que hasta hacía un
momento había sido el jefe del clan, se desangraba ante sus ojos. La parálisis
fue breve, porque el temor por sus propias vidas los sacó de ella y cometieron
el error de pensar que Dylan iría en su contra cuando en realidad ya él había
hecho todo lo que había ido a hacer allí. Pero si bien Dylan no tenía
intenciones de atacar a aquellos desdichados y solo estaba contemplando el
cadáver de su enemigo, en cuanto los individuos comenzaron a atacarlos, Louis y
Henri que poseían habilidad y velocidad arrasaron con rapidez con todos ellos
mientras que Tommy protegía a Dylan que seguía en la misma estática posición.
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