LD3

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sábado, 15 de noviembre de 2014

Cap. 08 Encuentro Cercano…



El Arkel estaba integrado por una gran variedad de individuos con diversas habilidades, pero entre ellos destacaban dos grupos, los que llegaban a serlo por su predisposición natural y habilidades mentales, y los que por su formación militar escogían aquella profesión, aunque de estos últimos la mayoría no pasaba de Havariks y a los que lo lograban les llevaba algo más de tiempo entrenarse en el manejo de la energía.

Los Lovets que acudieron al llamado de James ese día eran de la clase militar, algo que él encontró afortunado, porque aunque el protocolo a seguir cuando alguien acudía al llamado de uno de sus compañeros era seguir sus órdenes porque era quien conocía la situación, en ocasiones si los que acudían eran más antiguos podían presentarse breves discusiones acerca de la conducta a seguir, pero no siendo así de inmediato ambos se aprestaron a recibir las órdenes de James, pero su sorpresa fue mayúscula cuando escucharon a Derek, y después de maldecir por lo bajo James se volvió hacia ellos.

-         Háganse visibles, pero siéntense en la mesa más alejada y…  --  se interrumpió bruscamente al escuchar la discusión que tenía lugar a sus espaldas

Cuando Derek se acercó a la barra murmurando acerca de la presencia, el borracho que al parecer no estaba tan ebrio, lo miró  y comenzó a reírse.

-         Hablar solo es muy mal asunto hijo, es señal de locura  --  dijo sin dejar de reír, lo que obviamente le sentó muy mal a Derek

-         En primer lugar ciertamente estoy muy lejos de ser su hijo, y segundo mi salud mental es mi problema y no el suyo

El encargado lo miró con asombro porque ese no era el comportamiento habitual de aquel sujeto. Llevaba alrededor de cinco años conociendo al hijo del Duque, desde aquellos lejanos días en los que él y su hermano se colaban allí sin estar autorizados para ello, y si bien el pequeño Lord nunca se había caracterizado por ser discreto y era imposible no notar su presencia, jamás lo había visto dirigirse en términos tan poco amistosos y casi groseros hacia nadie. De modo que llegó a la rápida y lógica conclusión de que algo muy serio le sucedía y trató de desviar la atención del otro hombre, porque también había sido testigo en un par de ocasiones de las consecuencias de molestar mucho a Derek Arlingthon, y para los infelices que lo habían hecho éstas no habían sido nada favorables.

-         ¿Qué me decías Will?  --  le preguntó al individuo que aun miraba con rencor a Derek

-         Te meterás en problemas por dejar entrar aquí a niños malcriados  --  dijo el tal Will

Aquello sin duda fue muy mala idea, porque unos segundos después Derek casi lo había derribado de la silla, y ahora el sujeto estaba haciéndose daño con la madera de la barra clavada en su espalda.

-         ¡Escúchame borracho infeliz…

Pero no pudo concluir porque John, el encargado de la taberna llevaba muchos años ejerciendo su oficio y había adquirido una enorme rapidez y destreza, de modo que  había dado la vuelta saliendo de detrás de la barra y ahora intentaba detener el desastre.

-         Milord no vale la pena  --  le dijo pero sin tocarlo, porque considerando quien era, aquello habría sido muy mala idea también  -- Como sin duda lo habrá notado, Will ha bebido en demasía y no es consciente de las tontería que dice

Derek lo soltó y luego de lanzarle una mirada cargada de desprecio, fue a sentarse en el extremo más alejado de la barra.

-         ¿Milord?  --  preguntó Will

-         Sí, y será mejor que vayas a tu casa o Mary terminará por cumplir su promesa y acabarás viviendo en medio del bosque  --  le dijo

-         Eso sería afortunado  --  dijo el sujeto pero seguía mirando a Derek  --  ¿Quién es?

-         Alguien con quien no te gustaría tener problemas, créeme  --  pero como Will seguía mirando en aquella dirección agregó  --  Es Lord Arlingthon, el hijo del Duque de Darnley, pero en caso de que fueses lo bastante necio como para ignorar eso, te recuerdo que también es nieto de Phillipe Saint-Claire e imagino que recuerdas la paliza que ese individuo le propinó al infortunado tutor de su nieto en este mismo lugar, pero lo importante es que tengas presente que el niño malcriado como lo llamaste puede ser mucho más peligroso que su abuelo, así que hazme caso y vete a casa.

-         ¿Ese es el hijo de Lord Arlingthon?  --  preguntó con una nota de asombro en su voz  --  ¡No puede ser! Hace poco era un bebé

-         Pues si prestas atención, el bebé creció y puede resultar muy perjudicial para tu salud

Por la razón que fuese y la misma estaba a pocos pasos de los dos hombres, Will obedeció y John respiró más tranquilo, aunque algo le decía que la presencia de su distinguido huésped ese día no estaría vestida de bromas y risas como era lo usual.

Después que el sujeto se marchó los Lovets se hicieron visibles y se sentaron en la mesa más alejada. Fueron atendidos y después le prestaron atención a James.

-         Ya lo vieron  --  les estaba diciendo  --  normalmente es un individuo agradable y de buenas maneras, pero por algún motivo está furioso y eso no es bueno para nadie, así que mantengan los sentidos alertas

-         De acuerdo  --  dijo uno de ellos  --  ¿pero puedes decirnos…

-         No, no puedo porque aún no lo sabemos  --  lo interrumpió James que sabía exactamente lo que iban a preguntarle

En ese momento se presentó otro Lovet y les informó que Istval no estaba en Cleves, pero había dejado el mensaje de que en cuanto llegase fuese a Ipswich.
Un par de horas más tarde, James y sus compañeros miraban con desconcierto a Derek que después de un rato se había movido de la barra hacia una mesa, pero ni había pedido nada ni había hablado con nadie, simplemente estaba allí mirando al vacío.


Tal y como había prometido Istziar, estuvo de vuelta al atardecer. Al llegar escuchó que Madeleine y su tío estaban allí, de modo que subió con sigilo a la habitación de los niños y se quedó allí hasta la hora de la cena.

-         Señorita Raidenova  --  dijo Kendall después de que Sophie le preguntase a Istziar si había tenido un buen día  --  quiero ofrecerle mis disculpas porque cuando usted vino a trabajar aquí, le pregunté qué días le resultaban más convenientes para salir, y usted dijo que no necesitaba hacerlo, de modo que yo asumí de forma muy desconsiderada que siendo extranjera no tendría usted conocidos o a donde ir, pero quiero que sepa que si ha cambiado de opinión, a partir de ahora puede fijar usted el día que le parezca más conveniente para salir

-         Gracias milord  --  dijo ella y luego Kendall se volvió hacia su esposa  --  ¿Dónde está Derek?

-         No lo sé, desde que salió esta mañana no ha regresado

Kendall arrugó el entrecejo preguntándose dónde se había metido su hijo, porque aunque no dudaba que seguía en sus andanzas, normalmente y aun cuando hubiese pasado todo el día fuera, se presentaba a la hora de la cena.

Sophie por su parte ya comenzaba a preocuparse, no solo por la prolongada ausencia de su hijo, sino porque recordó que Madeleine había estado muy silenciosa ese día pero había preguntado en reiteradas oportunidades por él, y ahora al ver el ceño de su esposo, se preguntó si ellos sabían algo que ella no.

Y en el caso de Istziar estaba bastante segura tanto de la razón para la desaparición de Derek, como de que procuraría regresar a una hora en la que estuviese razonablemente seguro que no iba a encontrársela.

Una vez finalizada la cena, Istziar se excusó y fue a la habitación de los niños para asegurarse que dormían y luego se retiró a la suya, pero no pudo evitar escuchar a Lady Arlingthon cuando le decía con mucha preocupación a su esposo que temía que le hubiese sucedido algo a Derek. Istziar se sintió mal y se preguntó si hacía bien quedándose allí, y si no sería mejor prestar atención a su madre y marcharse.


Entre tanto el mencionado individuo, se había pasado todo el día en la taberna de la posada, y si bien durante la mañana se había comportado como si de una estatua se tratase, a media tarde pidió una botella y la despachó con suma rapidez.

-         Esto es mal asunto  --  dijo James

-         No creo que eso que bebe vaya a hacerle mucho efecto  --  dijo uno de los Lovets

-         Puede que no a ninguno de nosotros, pero a él sí  --  aseguró James

Y sin duda tenía razón, porque si bien Derek ya estaba en edad para beber y de hecho lo hacía, era lo que podría llamarse un bebedor social, y a aquella velocidad y sin haber comido nada durante lo que iba del día, James estaba seguro que en breve tendría que recogerlo. Sin embargo, cuando iba por la tercera los Lovets pensaron que los posibles problemas que pudiese ocasionarles aquel jovencito habían finalizado al escuchar la inconfundible voz de Istval.

-         ¿Qué está sucediendo James?

Evidentemente ninguno de ellos podía verlo si él no quería, pero igual se alegraron mucho de escucharlo.

-         No lo sé a ciencia cierta, pero lleva todo el día ahí sentado

-         ¿Con esa compañía?

-         No, eso comenzó hace aproximadamente una hora

Unos segundos después Istval se materializó en la puerta y caminó hacia donde estaba Derek.

-         ¿Se puede?  --  preguntó sujetando la silla

-         No creo que seas del tipo al que puede impedírsele nada  --  dijo Derek de forma más acertada de lo que pudiese haber pensado

-         ¿A qué le debemos el lindo humor?

A continuación Derek se lanzó en una furiosa diatriba acerca de lo poco confiable del carácter femenino, de modo que después de unos minutos escuchando aquel atajo de  barbaridades Istval gimió internamente, porque aparte de todos los problemas que ya tenían, lo que menos necesitaban era que Derek estuviese enamorado, y según lo que pudo entender, de alguien que por algún motivo no podía tener. El asunto era que el chico no estaba lo bastante ebrio como para mencionar el nombre de la afortunada, así que Istval estaba tan cerca de enterarse como de alcanzar la luna. De manera que se dedicó a hacerle compañía y a intentar reducir el veloz consumo de alcohol, porque coincidía con James en que si bien lo que Derek estaba bebiendo era casi agua para ellos, definitivamente no era el caso del chico.

Progresivamente la taberna comenzó a llenarse de sus visitantes habituales, pero además venían también tres sujetos que no eran ni visitantes frecuentes ni humanos normales. De forma inmediata Istval miró hacia donde estaban los Lovets y les advirtió quienes se acercaban para que se preparasen porque no tendría tiempo de sacar a Derek de allí.

Derek era de la clase de individuo cuyo porte altivo y distinción, gritaba a los cuatro vientos la nobleza de su cuna aunque no hablase, y en realidad en ese momento lo estaba haciendo por todo lo que no había hablado durante el día, de modo que los recién llegados repararon en él de forma casi inmediata, porque aparte de lo antes mencionado, aquellos sujetos ya eran criminales antes de convertirse en Devrigs, lo que los hacía especialmente hábiles para detectar posibles víctimas. La mala noticia para ellos, era que si bien estaban acertados en la elección, no tenían idea de que estaban en el lugar equivocado, en el momento equivocado y con los sujetos más equivocados del planeta, y apenas se formó la intención en sus cerebros, Istval se encargó de aislar el ambiente y los Lovets los sacaron antes de que ellos mismos se diesen cuenta de lo que había sucedido.

Un rato más tarde y cuando Istval juzgó seguro llevar a Derek a su casa, y sabiendo que no aceptaría irse por las buenas, se movió con rapidez y presionando un punto tras su cuello, lo dejó inconsciente. Cargó con él y unos segundos después estaban a las puertas de Darnley, envió a uno de los Lovets para asegurarse que todos estuviesen en sus habitaciones y luego entró y lo dejó en la suya. Después de sacarle las botas y cubrirlo con una manta, pasó por la habitación de su hermana.

Istziar ya estaba metida en la cama leyendo, cuando sintió que la llama de la vela oscilaba.

-         Istval  --  dijo

-         Zdravi kandly  --  saludó él haciéndose visible

-         No me lo digas, viniste a saludarme  --  dijo ella

-         No, esta vez no. En esta ocasión vine a traer al pequeño lord Arlingthon que decidió ahogarse en alcohol.

Ella lo miró y él fue consciente de su preocupación, lo que no imaginó fue la razón y simplemente pensó que como su hermana ya llevaba algún tiempo con los Arlingthon, eso era lo que la hacía estar preocupada por el chico.

-         Descuida, de momento está bien y duerme, pero mañana será otro asunto y querrá que alguien le quite la cabeza, así que si quieres podrías prestarle un gran servicio preparándole lo que sabes lo va a aliviar  --  le dijo con su característica sonrisa burlona

-         ¿Y tú estabas con él?

-         Ak

-         ¿Por qué?

-         Eso no puedo decírtelo  --  y cambió bruscamente de tema  --  ¿Tú cómo estás?

Se quedó unos minutos más y luego se marchó, pero dejando a Istziar sumamente preocupada y haciéndose muchas preguntas. Alrededor de una hora más tarde, Istziar se levantó y fue a verlo. Entró con el mayor sigilo a la habitación, aunque según lo que le había dicho Istval, le podía haber caído el techo encima y Derek no se habría enterado.

Se acercó a la cama, le acomodó las mantas y sin poder evitarlo le acarició el rostro, pero retiró la mano con mucha rapidez y abandonó la habitación reprochándose por su necedad. Hacía unas horas le había asegurado a su madre que era perfectamente capaz de manejar la situación, y allí estaba a punto de cometer la enorme insensatez de besarlo.

Esa noche Istziar no pudo dormir, de modo que antes de que amaneciese ya había bajado a la cocina y había preparado lo que sabía que Derek necesitaría al despertar, y aunque después de eso atendió a sus deberes con los aykeris, estuvo atenta para saber cuando Derek despertase.

Escuchó a Sophie entrar a la habitación de su hijo y llamarlo suavemente, pero solo recibió como respuesta algo similar a un gruñido, y luego la escuchó decirle a Lord Arlingthon con cierto tono de disgusto que estaba segura que su hijo había estado bebiendo mucho, a lo que él contestó diciendo que los jóvenes eventualmente lo hacían y que como ese no era el comportamiento habitual de Derek, no había motivos para preocuparse.

Poco después de mediodía, Istziar terminaba de vestir a Lucía que había manchado sus ropas cuando escuchó el timbre que avisaba a la cocina que el joven Lord Arlingthon solicitaba servicio. Agudizó su oído y siguió atentamente los sonidos que provenían de la habitación de Derek. Cuando escuchó que le subían una bandeja con lo que había pedido, abandonó la habitación de los aykeris y detuvo a la doncella. No representó para ella ningún desafío distraerla mientras colocaba unas gotas de lo que había preparado en el café y después volvió con los niños. Un momento después, Derek entraba a saludar a sus hermanos.

-         ¡Derek!  --  exclamaron los niños mientras corrían hacia él

-         ¡Ey!  --  dijo él mientras se agachaba para recibirlos en sus brazos

Istziar se excusó y abandonó la estancia sin que él se molestase siquiera en saludar. Varios minutos más tarde, escuchó que llegaba Aleksèi que venía a hacer su visita semanal a los aykeris. Sin embargo, y como Derek seguía con los niños, Istziar decidió esperar en su habitación hasta que Derek se marchase, con lo que no contó fue con que Aleksèi quisiese hablarle y que Derek se ofreciese a ir por ella. De modo que caminó a toda prisa hacia la puerta y chocó con él, con lo que quedó demostrado que cuando las cosas están destinadas a suceder, suceden se quiera o no. Derek la sujetó por los hombros de forma instintiva y comenzó a protestar.

-         ¿Pero qué demonios…

Sin embargo, el choque con los ojos que habían estado martirizando sus días, fue más de lo que el chico pudo manejar y sin más trámite se apoderó de los labios que se habían convertido en su imaginario paradigma de la dulzura. Istziar habría podido evitar aquello con suma facilidad, el asunto era que la había vencido al menos de forma momentánea el propio deseo y se rindió ante eso. Sin embargo, algo de cordura vino en su rescate y aunque no quería hacerle daño a Derek, lo empujó empleando la menor fuerza posible, pero aun así el chico casi cayó al piso y ella corrió hacia la habitación de los gemelos. Pero si pensó que podía ocultar de algún modo su agitación a un individuo como Aleksèi, no estaba ni cerca porque incluso antes de que entrase ya él se había girado hacia la puerta.

-         ¿Istziar qué…

Pero antes de que finalizase ella había corrido hacia él. A pesar de la sorpresa, Aleksèi no perdió el tiempo en inútiles preguntas y sin ninguna consideración invadió los pensamientos de Istziar mientras le sujetaba el rostro bañado en lágrimas. Pero para empeorar la situación, justo en ese momento entró Derek que parecía igualmente agitado, y aunque Aleksèi podía con Istziar, ciertamente Derek era otro asunto. No obstante, ya los pensamientos de Istziar le habían dado la respuesta, así que miró a uno y a otro aun sin poder creerlo. Entre tanto, una idea mucho peor y más descabellada que cualquiera que hubiese pasado por su caótica mente el día anterior, había invadido los pensamientos de Derek al ver a Istziar en brazos de Aleksèi, y nadie habría necesitado de poderes especiales para interpretar con absoluta corrección la mirada asesina que le lanzó Derek a Aleksèi en aquel momento, después de lo cual se giró y se marchó azotando la puerta con la mayor violencia, mientras Aleksèi miraba a Istziar con los ojos muy abiertos.

-          ¡Ilè holls Jhains kandly! [1]  --  exclamó  y luego se llevó la mano a la cabeza y agregó  --  Vyerìrvi sker hanovi nè zviels fariks [2]

Y aparentemente Istziar compartía esa opinión.





[1] Ilè holls Jhains kandly: Por todos los Dioses niña
[2] Vyerìrvi sker hanovi nè zviels fariks: Creo que estamos en muchos problemas

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