Desde el nacimiento de los
gemelos Arlingthon, la vida de esta
familia había cambiado muchísimo.
Kendall se había visto
obligado a viajar a Londres a finales del otoño después del nacimiento de los
gemelos, y para su sorpresa al día siguiente de su llegada Brian se presentó en
la residencia. La primera reacción de Kendall ya que tenía poco más de un año
sin ver a su hijo, fue naturalmente de inmensa alegría, pero un rato después
estaba discutiendo con él por tan larga ausencia. Sin embargo, el acompañante
de Brian se había encargado de suprimir las protestas de Kendall y se había
avocado a hacerlo hablar de lo que les interesaba, Dylan Danworth.
Lamentablemente para ellos y afortunadamente para Dylan, éste había mantenido
escaso contacto con Kendall y fue muy poco lo que pudieron obtener. Y aunque
Kendall le insistió a Brian para que regresase con él a Darnley al menos el
tiempo suficiente para ver a su madre y conocer a sus hermanos, éste se negó
aunque le prometió hacerlo pronto.
Christopher había dejado de
insistir con Derek y después del invierno se vio inmerso en los preparativos de
su boda y tuvo que viajar en reiteradas oportunidades a Londres, de modo que el
distanciamiento entre los hermanos se había convertido en un hecho irrevocable.
En la primavera tal y como se
había planificado, Chris contrajo matrimonio con Amanda Alderton, quien se
convirtió en la nueva condesa de Durham. Después del matrimonio, la pareja se
fue a vivir a las propiedades asociadas al título y aunque a Sophie le dolió el
corazón al ver partir a su hijo, finalmente lo aceptó como otra realidad de la
vida.
Una vez que nacieron sus hermanos,
Derek reanudó sus correrías convirtiéndose en una positiva amenaza pública y
notoria. Después del matrimonio de
Christopher, Kendall conversó nuevamente con él, pero esta vez para
participarle que en la venidera temporada social debían ir a Londres. Esto no
entusiasmó de ninguna manera a Derek que estaba perfectamente satisfecho con la
vida que llevaba, pero en atención a la súplica de su madre y a otro asunto que
lo estaba molestando, había accedido a acompañar a su padre a Londres aunque
bajo la condición de que no lo obligaría a comprometerse con nadie si el mismo
Derek no lo deseaba.
Llegado el momento partieron
hacia Londres, pero aquella fue la peor experiencia que pudo haber vivido
Kendall en todos los sentidos. Derek naturalmente había sido un éxito inmediato,
ya que no solo era sumamente atractivo y portador de unos apellidos de peso,
sino que además poseía el refinado encanto de su sangre francesa, un alegre
desenfado y una alta dosis de desvergüenza que hacía las delicias de las damas
pero que despertaba la ira de los caballeros. Sin embargo, y aunque Derek
recibía más invitaciones para visitar camas que veladas sociales, la larga
experiencia adquirida en años anteriores si bien no le habían quitado lo osado,
si lo habían vuelto hasta cierto punto más cauteloso, de modo que aunque por
regla general no rechazaba las invitaciones de aquella naturaleza, se aseguraba
de no cometer estúpidos errores que
pudiesen colocarlo en posiciones comprometidas.
A pesar del cuidado que ponía
Derek en el asunto, rápidamente se ganó la mala voluntad de los caballeros, y
así como era amado por las mujeres era odiado con la misma intensidad por los
hombres. Todo ello hizo que Kendall considerase por primera vez que había sido
un enorme error llevar a Derek a Londres, pero al mismo tiempo se preguntó si
su hijo no se comportaba de aquella manera con el único propósito de fastidiarlo,
y para completar el cuadro, Derek prácticamente no se fijaba en las jovencitas
casaderas, aunque de haberlo hecho Kendall dudaba que hubiese sido fácil pactar
un matrimonio, ya que con su conducta difícilmente algún padre o tutor hubiese
considerado la posibilidad a menos que le urgiese salir de la chica en
cuestión, ya que Derek si bien seguía siendo un Arlingthon, no era portador de
ningún título, al menos no aún.
Dada la tendencia de Derek a
meterse en líos, James había recibido la orden de acercarse a él como amigo,
pero también recibió la advertencia de proteger su naturaleza con el mayor
cuidado en primera instancia, y segundo no mostrar en la medida de lo posible,
nada que delatase sus poderes. Si los Levjaners habían tomado esa decisión, era
en la creencia de que las conclusiones que habían sacado los hermanos
Arlingthon estaban basadas en las charlas mantenidas con ellos, en su
vestimenta y lógicamente en las intervenciones de los Lovets de las que habían
sido testigos, y en ningún caso en la posibilidad de que alguno de ellos
tuviese la percepción que se le adjudicaba solo a las mujeres Saint-Claire, y
siendo que a todas luces James Harwich era un caballero inglés, pensaron que no
corría ningún riesgo de ser descubierto por Derek.
Y fue de esta manera que James
haciendo uso de sus habilidades, había ingresado al círculo social londinense y
siendo que su título era del todo legal, fue presentado a los Arlingthon, aunque en un principio pensó que aquel alocado
jovencito podía dar muestras de que ya se conocían por el incidente en Ipswich,
esto no sucedió aunque luego y en privado Derek le reiteró su agradecimiento
por la ayuda que le había prestado. Pero a partir de aquel momento comenzó la
amistad entre ellos y Kendall no podía estar más satisfecho, ya que consideraba
al Conde de Bedford una buena compañía para su hijo.
Durante una de las muchas
reuniones a las que habían asistido, se encontraron con Rachell, la hermana de
Sophie y a quien Derek no había visto jamás pero de la que conocía su existencia
tanto porque su madre les había hablado de todas sus hermanas, como por las
opiniones poco favorables que sostenía su padre acerca de las mismas, y de
aquella en particular no solo Kendall tenía una malísima opinión, sino Dylan
también y eso lo recordaba muy bien Derek. De modo que aquel encuentro no lo
había hecho especialmente feliz y menos aun que ella se mostrase tan
desagradablemente melosa con él.
Sin embargo, Rachell no se
hubiese mostrado tan interesada en su sobrino de no haber sido porque su cuñada
había fallecido y ella tenía a su cargo la presentación en sociedad de la hija
de ésta, y vio en Derek un posible y conveniente marido.
-
Derek -- dijo Rachell acercándose al grupo donde se
encontraba el chico y éste se giró
-
Mi lady -- dijo con expresión neutra y muy alejada de la
que solía emplear para dirigirse a cualquier fémina
Kendall que miraba la escena a
pocos pasos y que había prestado atención al escuchar el nombre de su hijo,
arrugó el entrecejo al ver a Rachell.
-
¿Me permites un momento?
-
Por supuesto -- dijo él chico pero sin moverse de donde
estaba -- ¿En qué puedo serle útil?
-
¡Oh vamos querido! -- dijo ella tratando de aligerar la
tensión -- Eres mi sobrino y no tienes que tratarme con
tanta formalidad
-
Disculpe mi lady, pero los lazos de afinidad es necesario cultivarlos en el
tiempo, y siendo que entre usted y yo no hay ninguno, la trato con la misma
consideración y respeto que dispenso a todas las damas y de la única manera que
puedo tratar a una desconocida
Rachell acusó el golpe pero
decidió ignorarlo en beneficio de sus planes, de modo que siguió sonriéndole a
su sobrino del mismo modo y continuó como si él no hubiese dicho nada.
-
A Lord Deveraux y a mí nos encantaría que nos acompañases mañana a la hora
de la comida
-
Como acabo de decir, es posible que entre usted y yo haya un vínculo de
sangre que me resulta imposible negar
-- dijo aunque estaba
perfectamente al tanto que el mencionado vínculo no existía en realidad -- pero no hay ni amistad ni afecto, y con
todo respeto, es una situación que no tengo ningún interés en modificar --
dicho esto hizo una ligera inclinación de cabeza -- Con
su permiso mi lady
Kendall que normalmente sentía
deseos de ahorcar a su hijo, en ese
momento le resultó sumamente difícil ocultar la sonrisa y tenía verdaderos deseos
de ponerse a aplaudir. En tanto que las damas con las que había estado
conversando Derek y que se habían alejado un poco, compartían el mismo deseo de
Kendall, ya que la ilustre Duquesa de Lamont no era especialmente querida entre
ellas.
-
¿No te parece que fuiste casi grosero con ella? -- le
preguntó James a Derek un poco después
-
La pena es no haber podido serlo más
-- le contestó él -- esa
mujer le hizo la vida miserable a mi madre y ya puede considerarse afortunada,
porque de no ser un caballero, te aseguro que le habría ido mucho peor
Y eso era algo de lo que James
no tenía ninguna duda, porque Derek Arlingthon podía ser encantador, gracioso y
una inmejorable compañía, pero si lo molestaban él era personalmente testigo de
lo peligroso que podía llegar a ser.
Alrededor de una semana
después del encuentro con Rachell, James y Derek acababan de dejar a un grupo
de damas, cuando James se tensó y a
continuación Derek lanzó una exclamación jubilosa.
-
¡Brian! -- y olvidándose de la formalidad corrió hacia
su hermano
James se había girado y tuvo
que hacer un enorme esfuerzo para disimular su sorpresa, porque aquel sujeto
era un Devrig sin lugar a ninguna duda, al igual que los dos que lo
acompañaban. Aunque James por efectos de la costumbre, siempre tenía bloqueada
su energía, se aseguró de ello antes de aproximarse. Derek aun abrazaba a su
hermano cuando James los alcanzó y se quedó a unos pasos de distancia.
-
¿Cómo estás hombre? ¿Cuándo llegaste?
-
Apenas esta mañana -- estaba diciendo Brian y luego pasó a
presentar a sus amigos -- Henri, Louis éste es Derek Arlingthon, mi
hermano menor
-
Milord -- dijeron ambos hombres haciendo una ligera
inclinación al igual que Derek
-
Ya no soy el menor Brian, ese puesto ahora le corresponde a Alexander -- y
luego presentó a su amigo -- James, él es Brian Arlinthon, mi hermano mayor -- y
mientras James se acercaba agregó
-- Brian, él es Lord James
Harwich, conde de Bedford
Mientras se saludaban, James
registraba los nombres de los otros dos para rendir su informe. Por lo pronto
lo único que sabía era que eran de
origen francés, y al ver sus anillos se llevó la más desagradable sorpresa aun
de saber que pertenecían al Clan Lothian, y después de un momento, logró ver la Slabira en el cuello de
Brian que confirmaba el mismo origen y pensó con desánimo que las cosas se
estaban complicando mucho.
Derek había localizado a toda
prisa a su padre, y mientras éste conversaba con Brian, el chico tuvo
consciencia de dos cosas. La primera, que no le agradaban los amigos de su
hermano, y la segunda, que algo había
cambiado en Brian, solo que no podía determinar exactamente qué.
Los gemelos Arlingthon eran
unos chicos preciosos en opinión de los habitantes de Darnely. A diferencia de
los otros hijos de Sophie, éstos no habían heredado ni el color del cabello de
sus padre como sucedía con los mayores, ni el de los ojos, porque ambos niños
aunque habían nacido sin un solo cabello, ahora que lo tenían éste era tan
negro como la noche, e igualmente ambos tenían los ojos azul oscuro de Sophie. De modo que en conjunto, aquellos dos
eran más Saint-Claire que Arlingthon, algo de lo que solía quejarse Kendall,
pero Sophie solo se reía y le decía que no fuese egoísta, ya que tanto
Christopher como Derek eran tan rubios como él y era justo que alguno de sus
hijos se pareciese más ella. Sin embargo, si bien los gemelitos tenían esas
características de su madre, físicamente y aunque aun estaban muy pequeños, no
se parecían ni a uno ni a otro.
Desde que Alexander era un
bebé Sophie pensó que sería sumamente inquieto y definitivamente no se había
equivocado, porque antes de aprender a caminar ya se trepaba a los muebles con
suma facilidad, había tenido toda clase de accidentes y era capaz de enloquecer
a Kendall en cuestión de segundos. Pero si pensó que Lucía sería más tranquila,
ahí si no pudo haber estado más equivocada, ya que aquella pequeña personita era
un terremoto en toda la regla y entre ambos tenían a todo Darnley de cabeza.
Por fortuna Istziar tenía una paciencia envidiable y nunca había presentado ni una sola queja con
respecto a los niños.
Para tranquilidad de Sophie
los niños eran muy sanos y al menos hasta ahora que estaban por cumplir tres
años, no se habían enfermado ni una sola vez. Lo único que preocupaba a Sophie
que a diferencia de otras madres no dejaba todo lo concerniente al cuidado y
atención de los niños en manos de la institutriz, era los problemas que estaban
dando ambos para aceptar los nuevos alimentos que ella intentaban introducir en
su dieta. Mientras su alimentación se había basado en papillas y jugos de frutas no hubo problemas, pero en
cuanto comenzó a intentar hacerlos comer otros alimentos más sólidos como carne
o huevos los niños lo rechazaron, y hasta la fecha no habían logrado que eso
variase y dudaba que al menos en lo concerniente a las carnes de aves y a los
huevos eso fuese a cambiar nunca, porque si bien las otras cosas las rechazaban
después de un par de bocados, con aquellos dos alimentos simplemente se iban en
vómito con solo olerlos.
Como Chris se había marchado
de Darnley antes de que los gemelos cumpliesen un año de edad y lo veían muy
poco, no habían desarrollado mucho apego por él, en cambio a Derek lo adoraban
y cuando el chico se había marchado a Londres con su padre, los niños habían
estado decaídos y preguntaban constantemente por él, e incluso Sophie llegó a
temer que enfermasen de verdad, sobre todo Lucía que era a quien el chico
consentía más.
-
Lucía quiee Deek --
decía a cada momento la gemela que por algún motivo aun no pronunciaba
la r y hablaba de sí misma en tercera
persona
Istziar se había aplicado al
máximo e incluso había solicitado la ayuda de Aleksèi para intentar aliviar la
depresión de los niños, pero nada había dado resultado, algo desde todo punto
de vista insólito tratándose de unos bebés. Y aunque todo volvió a la
normalidad una vez que Derek regresó, Aleksèi siguió preocupado y decidió
reunirse con Haliq que tenía más años y más experiencia. Sin embargo, el
veldeky no solo no tenía más idea que él de qué hacer, sino que se mostró muy
sorprendido de que dos Devrigs con tantos años como Istziar y él, no fuesen
capaces de manipular las mentes de dos recién nacidos. Pero como había pocas
cosas que Aleksèi soportase menos que estar sin respuestas, se fue derecho Levzheir
y pidió autorización a Istvan para reunirse con los Levjaner-Leyvychtel, pero
cuando le dijo que era un asunto relacionado con los aykeris, Istvan decidió
que tratándose de algo que a todos interesaba, reunir no solo a los Levjaner
antiguos sino a los actuales también, de modo que le pidió a Aleksèi esperar
hasta media noche para reunirlos a todos.
-
Bien Aleksèi -- dijo Istvan esa noche cuando todos estuvieron
reunidos -- ¿Qué es lo que está sucediendo con los
aykeris?
-
No se trata de que esté sucediendo nada porque están perfectamente, el
asunto que me tiene preocupado es que ni Istziar ni yo podemos manipular sus
mentes.
-
¿Disculpa? -- dijo Iliar en tono de incredulidad
-
Inicialmente Istziar pensó que estaban muy pequeños para comprender una
orden, aunque eso era absurdo porque sabemos que no es necesario que nadie
comprenda una orden para ejecutarla tenga la edad que tenga, pero ella lo pensó
y no me comentó nada. No obstante, más recientemente y segura de que ya los
niños eran capaces de seguir órdenes sencillas de su día a día, se presentó una
situación que los afectó emocionalmente y fue cuando Istziar solicitó mi ayuda,
pero tampoco yo puede hacer nada.
-
Espera -- dijo Iván
-- cuando dices una situación
emocional, te estás refiriendo a qué exactamente
-
Uno de sus hermanos al que están muy unidos salió de viaje y los niños
comenzaron a dar muestras de depresión. Istziar no tiene entrenamiento para
equilibrar centros nerviosos a ese nivel, de modo que yo lo hice, pero si bien
los niños se tranquilizaban, no había forma de distraerlos con otras cosas ni
ordenarles directamente que dejasen de pensar en su hermano. Aparte de eso y en
otro ámbito, Istziar me informó acerca del rechazo de los niños hacia las
comidas que habían sido hechas con especias, su madre piensa hasta ahora que
rechazan las carnes, pero no es eso, simplemente no toleran los sabores fuertes
y lo que sí rechazan de forma absoluta son las carnes de cualquier ave, los
huevos y la avena.
En ese punto Itlar e Yvaylo se
miraron, algo que no pasó inadvertido a Istvan y los interrogó al respecto
antes de que Aleksèi continuase.
-
Con respecto a eso último -- dijo Yvaylo
-- es posible que solo sea una
cuestión hereditaria, porque el Rybik no tolera ninguna de esas tres cosas.
-
De acuerdo -- dijo Aritz
-- esa condición puede explicar eso en particular, pero no lo demás.
-
¿Iliar? -- preguntó Istvan y el aludido negó --
¿Anatoly? -- misma respuesta --
¿Iván? -- e igualmente éste negó --
¿Haryk? -- pero su padre estaba en las mismas, de modo
que Istvan miró a Darko y a Kireg que eran los Levjaners más antiguos
-
Me parece que estamos lidiando con algo que no conocemos, porque los únicos
mydevrigs que conocemos no observaron el mismo comportamiento -- dijo
Kireg
-
Hasta donde sabemos, todos los mydevrigs tienen un comportamiento y
desarrollo más o menos cónsono con el de cualquier humano hasta una edad
comprendida entre los quince y veinte años, de modo que coincido con Kireg y
aquí estamos a ciegas -- dijo Darko
-- Pero aunque es arriesgado
decirlo en este momento, a juzgar por lo que está diciendo Aleksèi, es posible
que estos aykeris al ser portadores de sangre Siglair y Yaroslávich, posean
características únicas y tal vez incluso poderes diferentes o que se
manifiesten antes del tiempo estimado. De modo que sugiero una muy estrecha vigilancia para evitar sorpresas y prevenir
desastres.
-
Y sobre todo es esencial evitar que sean descubiertos por las personas
equivocadas -- agregó Milorad
Ninguno de los presentes
sospechaba lo cerca que estaba de suceder esto último y la amenaza que se
cernía sobre los aykeris.
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