LD3

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domingo, 10 de mayo de 2015

Cap. 43 ¿Castigo…?



Istval estaba más allá de la furia y en opinión de sus hombres eso era en extremo peligroso. Todos los que formaban parte de su reducido escuadrón habitual de trabajo eran Lovets con una probada y exacerbada tendencia al suicidio según sus compañeros del Arkel, porque trabajar con Istval era como caminar al borde de un precipicio todo el tiempo. Sin embargo, en los muchos años que llevaban trabajando con él pocas veces lo habían visto enfurecer de aquella manera aunque podían entender sus razones. La búsqueda de André ya les estaba consumiendo mucho más tiempo del habitual y aquel desgraciado parecía haber desarrollado una especial habilidad para esconderse.
Hacía apenas unas horas estaban seguros de haber estado a punto de atraparlo, pero el mal nacido había desaparecido y acababan de comprobar que era una pista falsa, de modo que Istval estaba destrozando todo a su alrededor. No obstante, ninguno de los diez hombres se movió ni un milímetro de donde estaban. Una vez que se hubo calmado lo suficiente como para que ellos estuvieran seguros que no le quitaría la cabeza al primero que hablase, uno de ellos dio un paso al frente.
-         Tenemos nueva información  --  Istval lo miró y como no dijo nada el individuo prosiguió  --  todo indica que André estuvo en la casa de Mademoiselle Viel, una modista y que podría volver
-         ¿Una amante?  --  preguntó con cierto tono de duda
-         Eso no hemos podido establecerlo pero…
-         Vamos allá
-         Istval  --  lo detuvo él  --  pensamos que podría ser una trampa  --  Istval lo miró en forma peligrosa antes de hablar
-         No tienen que venir si no quieren
Esa era otra de las muchas y muy extrañas características del Lovet, aunque aquellos sujetos lo obedecían ciegamente dado que habían pedido trabajar con él y a todos los efectos era su comandante, Istval nunca obligaba a nadie a nada y no se veía a sí mismo como el Lavny de aquel grupo de hombres sino que para él todos eran sus amigos, de modo que aquello les sentó como una patada en el estómago.
-         No se trata de eso necio  --  dijo Axier que era quien había estado hablando  --  pero no queremos tener que decirle a Milorad que perdimos tu desquiciada cabeza
Con ese comentario quedaba demostrado de manera irrebatible, el poco aprecio que le tenía él mismo a la propia, pero de no ser así, ninguno de ellos trabajaría con aquel loco. No obstante, Istval no dijo nada y caminó hacia la puerta.
-         Escucha, por algún motivo que no hemos tenido ocasión de establecer, esta señorita parece despertar el interés de los Devrigs  --  dijo Axier mientras caminaban hacia la salida
-         Explícate
-         Niko  --  dijo él mirando a otro
-         Según lo que pude constatar y aunque no entran a la tienda, vi a un par de Devrigs pasar por allí y… son Yaroslávich  --  Istval se detuvo en seco y lo miró
-         ¿Cómo has dicho?
-         Estamos en Francia, de modo que sugiero hablar con Edin antes de hacer nada
Istval lo pensó durante unos segundos pero su instinto le indicó que no tenía tiempo para eso y continuó su camino.  Cuando estaban a pocos metros del lugar escucharon el inconfundible ruido de lucha, de modo que corrieron en aquella dirección y enseguida identificaron el uniforme de tres Lovets pero era un enfrentamiento desigual ya que los sujetos con las que se las veían los superaban en número por mucho, de modo que sin pensarlo se metieron en el conflicto. No obstante, cuando ya tenían la situación controlada, apareció otro llevando consigo a una joven a quien le tenía un nelegasi apuntando a su cuello.
-         Déjenlos o se lo corto aquí mismo  -- dijo
Istval no tenía idea de quien era aquella mujer aunque le resultaba vagamente familiar, pero algo estaba muy mal en todo el asunto, porque si estos sujetos eran hombres de André y ella le interesaba por algún motivo, dudaba que aquel payaso fuese a hacer lo que decía.
-         ¿No me escucharon?  --  preguntó el fulano
-         No sé quién demonios seas tú, pero asumo que tú sí sabes quienes somos nosotros  --  dijo Istval --  ¿De veras piensas que tienes alguna oportunidad de escapar?
-         Yo diría que sí, a menos que quieran ser responsables de la muerte de esta linda señorita
-         Dime algo imbécil ¿tienes idea de con quién estás hablando?  --  preguntó Istval colocándose al frente de sus hombres
Fue evidente el cambio de actitud del individuo, porque si bien sabía que aquellos sujetos eran Lovets, acababa de identificar a uno especialmente peligroso.
-         Korsacov  --  dijo con desprecio
-         Bien, ahora tendrás la amabilidad de soltarla y…
Pero definitivamente nadie se esperaba lo que sucedió a continuación, porque no hubo oportunidad de saber si tenía o no la intención de obedecer, ya que la jovencita aquella tenía ideas propias y clavó su codo en el estómago del desprevenido sujeto con mucho perjuicio para ella misma, y a pesar de que Istval se había movido con extraordinaria rapidez, ésta no fue suficiente. Istval había sujetado a la chica y no se había detenido sino que había corrido para sacarla de escena, pero cuando intentó ponerla de pie, se dio cuenta que aquel mal nacido le hacía cortado la yugular y estaba desangrándose ante sus ojos.
-         No, no, no niña  --  dijo colocándola en el piso, pero no había mucho qué hacer
-         Mamman…  --  murmuró la chica llamando a su madre con su último aliento
Istval sintió una peligrosa mezcla de ira y dolor al ver una vida tan joven que se le escapaba de las manos, y mandándolo todo al demonio se cortó la muñeca y en cuanto el corazón de la chica se detuvo, dejó caer unas gotas de su sangre en la boca de ella.
-         ¡Istval!  --  escuchó que lo llamaba Axier pero él estaba muy ocupado en ese momento
Axier llegó hasta ellos abriendo los ojos con desmesura al entender lo que estaba sucediendo, y pareció haber perdido la capacidad de hablar. Pasados unos segundos y una vez que Istval comprobó que la niña respiraba de nuevo, Axier recuperó su voz.
-         ¿Qué crees que haces?
-         ¿Qué parece que hago?  --  preguntó a su vez
-         Istval esto es…
-         Te recuerdo que aún soy un Lovet Mayor, ahora encárgate de llevarla al Valkinka mientras yo voy…
-         No, tú no vas ningún lado infeliz
Istval lo miró con cierta extrañeza, porque si bien era cierto que las transformaciones estaban prohibidas, había dos excepciones, una era que la efectuase un miembro de la casa real, algo que no había sucedido hasta que Lucien decidió hacerlo con Dylan, y la segunda era que lo hiciese un Lovet Mayor porque se suponía que tenían el suficiente criterio para discernir si convenía o no hacerlo. Por supuesto, esto era algo que evitaban a toda costa y casi nadie lo hacía, pero Istval era Istval y había efectuado algunas, porque a pesar de que casi todos coincidían en que el aykeri no tenía corazón, sus hombres sabían que aquella era una afirmación del todo injusta, ciertamente él no exhibía ninguna misericordia cuando se trataba de criminales, pero ellos sabían que compartía con su hermano aquella incómoda característica de no soportar el dolor ajeno, solo que en su caso era mucho más selectivo que Istvan y pocas personas eran merecedoras de su compasión y menos aún las que lo sabían.
-         Axier, no tengo tiempo para…
-         Istval esta mujer es una Saint-Claire
Ahora fue el turno de Istval de sorprenderse y pensó que Axier había perdido el juicio, pero cuando miró a la chica entendió por qué se le había hecho familiar, y como  había actuado con mucha prisa, no había percibido que fuese una vidmagy.
-         Pero me dijiste que su nombre…
-         Pues no tengo una explicación para eso, pero sin duda es lo que estoy diciendo porque el cadáver que tenemos allá  --  dijo señalando hacia su espalda  --  tiene grande y clara la firma Saint-Claire.
Istval se llevó la mano a la cabeza y por primera vez consideró la situación. Una cosa era que Iziaslav no protestase por la transformación de sujetos anodinos y otra muy distinta su posible reacción ante la transformación de una Saint-Claire, de modo que probablemente estaba en muchos problemas.
Sin embrago, otro asunto vino a ocupar su mente ¿Cómo demonios encajaba André en todo aquello? ¿Sabía que aquella chica era una Saint-Claire? ¿Qué pretendía?
-         Istval…
-         Ya está hecho y sabemos que nunca llegaré a ser un Levjaner  --  dijo con practicidad  --  de modo que lo único por hacer es llevarla al Valkinka, pero asegúrate de aislarla y que nadie se le acerque hasta que pueda llevar a Aleksèi. Que Niko y Karl se encarguen de llevar a los desgraciados que aun respiraban y los metan de cabeza en Zatvor, pero igual que nadie se les acerque hasta que yo pueda ir.
-         En primer lugar yo no puedo tocarla  --  dijo mirando a la chica que aun tenía sangre por todos lados  --  y en segundo, uno de los Lovets resultó seriamente herido y Karl lo está llevando al Haigala  --  Istval arrugó el entrecejo reorganizando sus órdenes
-         Bien, entonces que se encargue Silvano de llevarla y ve con él,  que Sharik y  Niko se encarguen de los otros y que Slavik vaya a avisarle a Istvan pero sin darle muchos detalles. Voy por Aleksèi y nos vemos en Illir en cuanto resuelva esto.
-         ¿En Illir?
-         Siendo que es una Saint-Claire, no sé cómo vaya a irme así que dependiendo tendré que darte algunas indicaciones si Iziaslav decide encerrarme.
-         Lavyl  --  Axier fue a impartir las órdenes y regresó con Silvano  -- Sienviriv nè Illir, lammiriè lavny -- dijo despidiéndose
-         Te he dicho que no me llames así necio  --  dijo Istval mientras Axier lo miraba con sorna
-         Ya te pareces a nuestro sizvitel  --  dijo un segundo antes de desaparecer
Istval partió a toda prisa en busca de Aleksèi pero no lo encontró en su casa de modo que asumió que estaría en Livingstone, cuando llegó se encontró con que atendía a Patrick que en aquel momento sangraba por la boca. De modo que tuvo que esperar pero no anunció su presencia.
-         Patrick, creí haberte advertido que no hablases, pero evidentemente no te conformaste con hablar  --  aunque sin duda en aquel momento no podía hacerlo  --  ¿Qué era tan importante para que este infeliz no pudiese mantener la boca cerrada?  -- le preguntó a Andrew
-         Nuestro sizvitel  --  dijo escuetamente el aludido
-         ¡Vamos hombre! Lucien no iba a obligarlo a hablar porque sabía bien esto
-         No pero en opinión de este infeliz era su obligación hacerlo
-         ¿Desde cuándo está así?
-         Desde anoche
-         ¿Y cuándo pensabas avisarme? ¿Cuándo se desangrara?  --  aunque aquello era muy improbable, Aleksèi estaba muy molesto
Pero siendo que lo único que le importaba en aquel momento era la salud de su paciente, no se cuestionó las posibles razones sino que se dedicó a atender la emergencia, y una vez hecho esto miró a Patrick en forma amenazante.
-         Si vuelves a hacer una necedad como esta, aparte de que posiblemente no puedas volver a hablar, me encargaré de ponerte a dormir por tiempo indefinido  -- dicho esto abandonó la estancia con intención de ir a preguntarle a Lucien qué demonios había sucedido
-         Se te están contagiando las lindas maneras de nuestro sizvitel
-         ¡Istval! ¿Podrías dejar de hacer eso?
-         No en este momento y necesito que vengas conmigo
-         ¿A…
Pero no tuvo ocasión de preguntar porque Istval lo sujetó y lo arrastró con él.
-         ¡Iseriv vylnì naradizzirke! [1]  --  exclamó cuando se detuvieron
-         Creo que mi madre no estaría muy de acuerdo con eso  --  dijo Istval riendo
-         Y yo creo que sería la primera en estarlo  --  retrucó Aleksèi, pero después de ver dónde estaban lo miró en forma interrogativa  --  ¿Et lavyl?
-         Hay una nya de la que necesito que te encargues
-         ¿No hay suficientes lijeniks en este lugar?¿Y si la dejaron en tan mal estado por qué no la llevaste al Haigala?
-         Lijeniks hay, pero ninguno que pueda atenderla, y no, no se trata de que haya quedado en muy mal estado  -- dijo mientras entraban
Istval caminó directo hacia las escaleras y de allí al piso de aislamiento, mientras Aleksèi se preguntaba qué se traía aquel individuo. Sin embargo, conociéndolo como lo conocía, sabía que no diría mucho más y apenas Aleksèi vio a la chica se volvió con los ojos desorbitados.
-         ¿Njà vidmagy?
-         No solo eso, es una Saint-Claire
Aleksèi volvió a mirarla y registró el parecido con los Saint-Claire que ya conocía, de modo que ahora se preguntó por milésima vez en su vida ¿cuál era la fascinación de Istval por meterse en los más horrorosos líos? Sin embargo, procedió con ligereza según su costumbre.
-         Espera un momento aquí, necesito algunas cosas
Istval asintió y Aleksèi abandonó la habitación para retornar unos minutos después. Empezó por limpiarla ya que nadie se le había acercado y luego revisó la herida colocándole algo allí, mientras Istval le refería de forma sucinta lo que había sucedido.  
-         Bien, de momento no puedo hacer nada más
-         Pero va a estar bien ¿no?
-         Aunque quiero asumir que no es tu pasatiempo, puedo concluir que sabes cómo hacer una transformación con corrección  --  le dijo para fastidiarlo --  Ahora si no te importa, sal de aquí porque voy a quitarle esas ropas y a colocarle algo más cómodo
-         Vamos Aleksèi…
-         ¡Fuera!
Istval hizo una mueca de fastidio y salió. Se recostó de la pared y pensó en el próximo paso. Estaba bastante seguro de que a Iziaslav no iba a sentarle nada bien aquello independientemente de las razones, aquella niña era una Saint-Claire y ese era  terreno vedado. Aunque aquello no se había hecho nunca antes, ciertamente era una suerte que la maldición sobre los Yaroslávich hubiese quedado anulada gracias a Dylan, porque de lo contrario en este momento los muertos serían dos, él incluido.
-         ¿Te quedarás con ella?  --  le preguntó a Aleksèi en cuanto éste salió
-         No, no puedo hacer eso y de hecho debo volver cuanto antes
-         Vamos hombre, Patrick no está tan mal ¿no?
-         Ese individuo posiblemente no, pero Phillipe Saint-Claire sí
-         ¿Cómo dices?
Aleksèi le informó con rapidez de lo sucedido a Phillipe con lo que Istval se preocupó mucho preguntándose cómo estaría Madeleine, ya que recordaba el terror que había sentido ella cuando murió su padre y el miedo a quedarse sin Phillipe también. Sin embargo y de momento, tenía que ocuparse de la pequeña Saint-Claire.
-         ¿Qué piensas hacer?  --  le preguntó Aleksèi  --  Sola no puede quedarse y nadie aquí puede atenderla, porque si bien no está sangrando en este momento, no sabemos cómo va a reaccionar y aunque no es probable que se abra la herida, siempre es un riesgo
Istval miró por un momento a Silvano pero pareció descartar la idea para alivio del Lovet a quien no lo atraía en lo más mínimo quedarse allí a cuidar a la chica.
-         No me queda más remedio que avisarle a haryk
-         No creo que la haga mucha gracia hacer de niñera, pero suerte con eso
Se despidieron y mientras Aleksèi se marchaba Istval se concentraba en llamar a su padre que llegó casi en forma inmediata.
-         ¿Sker advajèvka syn?
Sin pérdida de tiempo le contó lo sucedido y aunque una arruga apareció en la frente de Milorad, no dijo nada y aceptó hacerse cargo de la chica sabiendo que Istval debía ir a hablar con Iziaslav de inmediato. En cuanto Istval se marchó, Milorad tuvo intención de enviar un mensaje a Jovanka, pero luego recordó que su mujer no le hablaba desde el inicio de la relación entre Istziar y Derek y de hecho ni siquiera lo dejaba acercarse a su casa sin que una indebida cantidad de objetos intentasen aterrizar en su cabeza, de modo que con un suspiro de resignación, entró a la habitación.

Istval llegó a Illir, respiró profundo y entró a la estancia donde sabía encontraría a Iziaslav a aquella hora y se alegró de que Janos no estuviese.
-         Istval  --  dijo él sin volverse
-         Dhakvrevit sarì  --  y como este sujeto era tan directo como otro par de individuos recientes visitantes de Illir, se fue derecho al punto  --  Vengo a informarte que acabo de hacer una transformación  --  Iziaslav pensó que era una buena cosa que aquel muchachito fuese un Lovet o ya se habría visto en la necesidad de encerrarlo por muy buenas intenciones que tuviese, pero se obligó a prestar atención  --  El asunto es que no fue una transformación cualquiera, se trata de una Saint-Claire
Iziaslav se giró con violencia y lo miró con incredulidad, porque hasta donde sabía solo había dos Saint-Claire susceptibles a ser transformadas ya que su dinastía estaba casi extinta. Por un segundo se planteó haber escuchado mal, y recordando las condiciones en las que estaba Phillipe Saint-Claire y sabiendo que Istval lo conocía, pensó que podía tratarse de él.
-         ¿Cómo has dicho?
Istval hizo de nuevo el relato de lo sucedido y fue cuando Iziaslav recordó algo tarde, que ya Istvan le había comunicado que había una tercera Saint-Claire hija de Phillipe pero que éste no lo sabía, como no lo sabía Istval tampoco y era justo lo que estaba diciendo en ese momento.
-         … yo no sabía que se trataba de una Saint-Claire, mi información era que se apellidaba Viel y todo sucedió tan de prisa que no me percaté de lo que era y menos aún de quién se trataba
Después de superada la sorpresa, el rostro de Iziaslav era una máscara de inexpresividad, por lo que Istval estuvo seguro que iba a quitarle la cabeza. No obstante, no había nada más lejos de la de Iziaslav y en ese momento estaba pensando en que por más que Seren se había esforzado en que su descendencia no fuese portadora de la maldición, las cosas siempre eran como tenían que ser y aunque muchos habían muerto por ello, la sangre Siglair y la Yaroslávich tendían a seguir unidas. Sin embargo, pensó que era una buena oportunidad para darle una lección a este anárquico individuo.
-         No te voy a someter a la ignominia de ser detenido por los Havariks, pero irás por tus propios medios al Laki y permanecerás encerrado en un calabozo durante los próximos cinco días, sin comer ni beber nada e incomunicado  --  Istval lo miró sin poder creerse que aquello fuese todo, pero si hubiese podido ver el resto no se habría sentido tan afortunado  --  En este caso no aplica tu facultad como Lovet de buscarle un zsameni, te harás cargo tú mismo de su instrucción y cuidado
-         ¡Sarì!  --  exclamó horrorizado y ni siquiera la mirada ominosa de Izaislav sujetó su lengua  --  Sabes que no puedo, mi trabajo me impide siquiera ver a mi familia. Aumenta mi castigo, se que merezco por lo menos un año de encierro como lo prescriben nuestras leyes ya que no hubo daños graves y solo intentaba salvarla, pero estoy dispuesto a cumplir la pena máxima
Iziaslav estaba disfrutando aquello de forma indecible, eran pocas las personas que podían fastidiar a Istval Korsacov y no iba a renunciar a ello.
-         Escúchame bien muchachito necio, aquí importa lo que yo diga y no lo que tú pienses, de modo que harás exactamente lo que estoy diciendo ¿está claro?
-         Pero…
-         ¡Istval!
-         Ak sarì
-         Te presentarás aquí dentro de cinco días y me comunicarás dónde piensas llevar a esa niña, después de lo cual me mantendrás debidamente informado de cómo va su adaptación y ni sueñes con endilgársela a Jovanka que sin duda después de reñirte igual lo haría a menos que quieras que tu madre termine en Zatvor por complicidad y encubrimiento
Los ojos de Istval doblaron su tamaño pensando que aunque eso no lo había pensado aun, sin duda Iziaslav lo conocía bien y le estaba cerrando todas las salidas. Por una fracción de segundo se dijo que era el mayor de los imbéciles y que merecía que alguien le hiciese el favor de quitarle la cabeza, pero como eso no iba a ocurrir no le quedaba más remedio que obedecer. Se despidió de Iziaslav y abandonó el castillo pero cuando se encontró con Axier, iba de un humor asesino, mientras que Iziaslav se había quedado riendo con diversión y pensando que quizá ahora al aykeri se le quitasen las ganas de ir por allí salvando gente que si bien en este caso había resultado acertado, en otros no había sido así.



[1] ¡Iseriv vylnì naradizzirke!. ¡Óyeme mal nacido!

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