LD3

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domingo, 10 de mayo de 2015

Cap. 44 Recuerdos



Los próximos días fueron verdaderamente problemáticos para los Levjaners, primero porque Dylan después de llegar a su casa luego del incidente con Kendall, apenas si fue capaz de descansar un rato y cuando bajó les quedó claro que con aquel sizvitel no iba a irles mucho mejor que con el otro.
-         Yvaylo, sé y entiendo que tu obligación es protegerme, pero si intentas impedir que me acerque a Sophie, te harás acreedor de mi ira y si bien te he considerado mi amigo durante todos estos años y estoy claro en que no puedo hacerte ningún daño ni quiero hacértelo, eso no impedirá que le pida a Iziaslav que te remueva de tu cargo ¿está claro?
-         Ak sarì
-         Dylan…
-         No Luciano, es posible que Yvaylo o Itlar estén obligados a obedecerte a ti antes que a mí, pero si lo haces, consideraré que he estado equivocado todo este tiempo con respecto a ti, porque pienso que merezco respeto en cuanto a mis decisiones y no te estoy poniendo en riesgo a ti
-         Quizá no a mí pero te pones en riesgo tú mismo, ya viste que lo sucedió con Arlingthon y…
-         Sabes que no puede hacerme nada y si supones que yo voy a hacérselo a él por decir idioteces, entonces es que no me conoces bien
-         Voy a suponer que es así, pero te equivocas en cuanto que no te estás poniendo en riesgo, porque tal vez no sea un peligro para tu vida pero lo será para tu estabilidad ¿cuánto tiempo crees que puedas soportar estar junto a esa mujer sin hacer algo por lo que luego vas a sentirte miserable?
-         Eso es asunto mío
Dicho esto abandonó la estancia dejando a Lucien en un estado de preocupada frustración, pero por mucho que quisiese evitarle malos ratos, sabía que Dylan tenía razón y no podía pretender manejar su vida, primero porque no le asistía ese derecho y segundo porque por primera vez se planteó que esa conducta  lo colocaba más cerca de ser como su propio padre.
Dylan volvió a Cleves pero solo el tiempo suficiente como para interesarse por la salud de Phillipe y asegurarse que Sophie comía y descansaba un rato. Pero las cosas no mejoraron cuando la tarde del día siguiente estando en Cleves fueron informados de lo sucedido con Kendall. Sophie entró en pánico, Derek no sabía qué hacer y Madeleine sintió una enorme pena. La primera intención de Dylan fue ir a toda prisa a Darnley, pero Yvaylo lo detuvo.
-         Sarì, te di mi palabra de no interferir con tus decisiones pero siempre que éstas no supusiesen un peligro para ti y ésta lo es
-         ¿Qué?  --  preguntó él con extrañeza  --  Si lo estás diciendo por lo que sucedió ayer…
-         No, no es por eso aunque tiene  que ver con ello
A continuación le contó lo que podía decirle y Dylan se sintió horrorizado y furioso a partes iguales, al mismo tiempo que entendió la anterior actitud de Kendall.
-         De momento y hasta que haryk no encuentre el modo de suprimir esas ideas, espero que comprendas que no es bueno que te acerques a Lord Arlingthon
Dylan entendió el razonamiento de Yvaylo y pensó que los Lothian la habían tenido muy fácil con Kendall, porque él mejor que nadie sabía que su amigo siempre había sido influenciable, débil y manipulable. Sin embargo, se sentía responsable como siempre se había sentido porque desde que eran niños y aunque él era el que inducía a Kendall a meterse en los más horrorosos líos algo que le había granjeado la mala voluntad de los padres de Kendall y la antipatía de Arthur, al mismo tiempo se ocupaba de protegerlo y de que no saliese muy mal parado de los mencionados problemas cargando él con la responsabilidad de los mismos si era necesario. De modo que al saberlo no solo siendo manejado por éstos desgraciados y ahora verdaderamente enfermo, sumado a no poder verlo, le produjo un enorme dolor en el corazón.
Para Sophie y su hijo fue un duro golpe y una situación en extremo difícil, porque independientemente de lo sucedido ambos querían a Kendall y por mucho que lo desearan no podían estar en dos lugares al mismo tiempo. Sin embargo, fue Lucien quien se planteó la solución, misma que serviría a un doble propósito y según su costumbre, se fue derecho a hablar con Aleksèi.
-         ¡Lucien!  --  exclamó el veldeki cuando estuvo fuera de la habitación de Phillipe  --  No sé quién copió a quien, pero Istval y tú se comportan del mismo modo
-         Escucha  --  dijo él sin prestar atención a las protestas de su amigo  --  Según lo que has dicho Phillipe está estable ¿no?  --  y Aleksèi asintió  --  Bien, entonces organiza un traslado seguro a Darnley, de modo que los Arlingthon no tengan que estar yendo y viniendo de un lado a otro, ¿puede hacerse, no?
-        
-         Bien, entonces ocúpate de que se haga lo antes posible
-         De acuerdo, le diré a…
-         No tienes que decirle una maldita cosa a nadie, solo hazlo
Y sin más, desapareció de la vista de Aleksèi dejando a su amigo preguntándose qué demonios le sucedía. Ellos habían sido amigos desde que Aleksèi tuvo la edad suficiente para entenderse con los sizvitels y aunque Iyul también era su amigo, la mayor cercanía la había tenido siempre con Lucien. Aleksèi lo recordaba como un joven alegre, bromista y con cierta tendencia a meterse en muchos problemas, pero siendo hijo de quien era eso no le generaba mayores conflictos y ciertamente nadie le habría dicho nada. En las ocasiones en las que organizaba verdaderos líos, simplemente iba y hablaba con su padre y con su aplastante sinceridad le decía lo que había hecho y por supuesto Iziaslav nunca se disgustaba con él ni le imponía ningún castigo. Después del funeral de Gianna y a raíz de su encierro habían perdido el contacto, pero desde que había regresado se había estado preguntando a dónde se había ido el chico alegre y desenfadado que conoció.

En cuanto Ekain Kaczynsky había estado listo para trabajar, había sido enviado junto con los escuadrones de Havariks que fueron enviados a Inglaterra. Hasta el momento no había tenido mucho qué hacer salvo montar las guardias que le correspondían en Livingstone, y suponía que a menos que se presentase algún conflicto seguiría haciendo lo mismo. Sin embargo, no estaba al tanto de lo mucho que todo podía cambiar.
Cuando Dylan se enteró de la enfermedad de Kendall y siendo que Sophie tendría que estar trasladándose continuamente de Darnley a Cleves, se fue derecho a hablar con Patrick.
El centro de mando de los Lovets funcionaba en el ala este del Castillo de Livingstone, de manera de no interferir mucho con el normal desenvolvimiento de la vida en el castillo, y desde que ellos estaban allí Dylan no había ido más que la primera vez con el fin de mostrarles el área, de manera que cuando los Havariks de guardia lo vieron acercarse se extrañaron pero inmediatamente se cuadraron.
-         Dhakvrevit larsèvirier  --  saludaron franqueándole la entrada
-         Caballeros  --  saludó Dylan a su vez
Sin embargo, cuando iba a mitad de pasillo se detuvo porque no tenía idea de dónde habían ubicado el despacho del Lavny, pero no fue necesario que se devolviese a preguntar porque Andrew venía en ese momento.
-         Buenos días mi lord  --  saludó el Lovet inclinándose ante él
-         Andrew, buenos días ¿podría decirme por favor dónde puedo ubicar a Patrick?
-         Por supuesto mi lord, pero de momento él no puede hablar, así que si puedo serle útil
-         Necesito dos Havariks  --  dijo en forma directa y no viendo motivos para no decírselo a él
-         ¿Con alguna característica específica?  --  se limitó a preguntar Andrew pero Dylan lo miró con extrañeza y él aclaró  --  Me refiero a si los necesita como mensajeros o para alguna otra actividad, porque dependiendo del cometido del mismo, podré proporcionarle a los hombres más adecuados.
-         Entiendo, lo que necesito de los individuos en cuestión es que cumplan con una labor de vigilancia, pero que sean rápidos, con suficiente capacidad para no ser fácilmente detectados e instinto para percibir el peligro  --  expuso con la mayor claridad
-         Muy bien mi lord ¿me acompaña o prefiere que se los envíe al ala norte?
Pero Dylan decidió ir con él y así fue como Ekain Kaczynsky  recibió su primera misión específica, en compañía de Franz Degener. Una vez que fueron presentados a Dylan, ellos doblaron una rodilla con suma rapidez y en el caso de Ekain con cierta aprensión porque era la primera vez que estaba en presencia de alguno de los sizvitels.
-         Dhakvrevit larsèvirier  --  dijeron ambos
-         Dejavrys iuv larsèvirier kariksiriv da iuvz zatserz [1]
-         Haneriv ev viz jarverz et ev vi zatser nym sarì [2]  --  dijo Ekain pero Dylan arrugó el entrecejo
-         ¿Hablas inglés?  --  preguntó porque aquello era de vital importancia si quería entenderse con aquel sujeto
-         Sí señor  --  respondió él aunque con fuerte acento polaco según le pareció a Dylan y luego miró al otro
-         Yo también sarì  -  dijo Franz
-         Bien, acompáñenme entonces  --  y se volvió hacia el Lovet  --  Gracias Andrew
-         Para servirle mi lord
-         ¿Cómo son sus nombres?  --  les preguntó una vez que estuvieron solos
-         Ekain Kaczynsky sarì
-         Franz Degener sarì
-         De acuerdo Ekain y Franz, lo que quiero que hagan es lo siguiente  --  después de explicarles con detalle lo que quería, los condujo hasta Cleves  --  Es indispensable que se oculten lo mejor posible, esta mujer es una…
-         Vidmagy  --  dijo Ekain que parecía el más hablador
Bien – se dijo Dylan – al menos este tiene una percepción inmejorable
-         Teniendo eso claro sabrás lo importante que es que permanezcan ocultos  -- y ambos asintieron  --  Como ya les expliqué, ella debe estar trasladándose constantemente y no es un secreto para ustedes dónde estamos, de modo que quiero que me den aviso inmediato de cualquier cosa que suceda por mínima que esta sea ¿está claro?
-         Ak sarì  --  dijeron ambos
Una vez hecho esto, Dylan se había quedado algo más tranquilo, pero como la tranquilidad no parecía hecha para ese individuo, pronto recibiría la primera inesperada visita de Ekain.

Derek estaba sumamente preocupado, porque aparte de la angustia por Phillipe y Kendall, vino a sumarse el hecho de que estaba viendo a su madre deteriorarse con rapidez, de modo que habló con Aleksèi y éste a su vez lo hizo con Sophie.
-         Mi lady, entiendo su preocupación, pero le aseguro que no hay ninguna necesidad de que esté movilizándose hasta acá a diario, su padre está evolucionando en forma satisfactoria y…
-         Le agradezco todo lo que ha hecho señor Kolvayevsky, pero no me pida que no venga a ver a mi padre  --  lo interrumpió ella
-         Y no es mi intención hacerlo, pero insisto en que no es necesario que lo haga a diario y menos más de una vez al día, debe descansar porque su salud se está resintiendo
No obstante, él no tuvo más surte que Derek y el chico comenzó a plantearse hablar con Dylan, ya que había notado que él siempre conseguía que su madre comiese o descansase un rato, de modo que decidió que cuando Dylan fuese aquella tarde hablaría con él.
Sin embargo, esto fue innecesario porque Aleksèi le dijo que trasladarían a Phillipe a Darnley y aunque él ya lo había pensado, no estaba muy seguro que eso fuese buena idea, pero Aleksèi le aseguró que podían hacerlo sin correr riesgos, el asunto ahora era decírselo a Phillipe y que él aceptase, algo de lo que se encargó Derek esgrimiendo el mejor argumento que podía existir, Sophie.

Esa tarde cuando Sophie se subió a su calesín, el mozo la vio tan pálida que se preocupó.
-         Yo puedo conducir mi lady  -- le dijo
-         Gracias, pero no es necesario
El chico la ayudo a subir y la vio alejarse sintiéndose inquieto y pensando que aunque era su señora y no debía incomodarla, debió insistir en acompañarla. Por su parte Sophie iba pensando en todo lo sucedido en los últimos días. Se había sentido morir cuando vio a su padre tan mal, ella había estado siempre tan unida a Phillipe que no podía imaginarse la vida sin él, por fortuna Aleksèi Kolvayevsky era un excelente médico, se había hecho cargo de Phillipe y de Kendall con el mismo nivel de éxito y le estaba enormemente agradecida tanto a él como a Dylan por haberlo traído a sus vidas. Este pensamiento trajo a Dylan de nuevo a su memoria y se reprendió a sí misma, porque en los últimos días había sido alguien muy presente, algo que la había hecho recordar sus días de infancia. A pesar de que él nunca había sido especialmente simpático y la mayor parte del tiempo estaba quejándose por una cosa o por otra, desde que su amistad había comenzado nunca se negó a su compañía posiblemente porque ella siempre estaba dispuesta a seguirlos en sus locuras. Recordó aquella risa maligna cuando fallaba en sus prácticas de esgrima y él se burlaba de ella.
-         Vamos señorita Saint-Claire, yo no estoy más a gusto que usted con esto, así que ponga atención
Eso era lo que solía decirle, pero aun así puso el mayor empeño en que ella aprendiese. Pero en los días previos, Sophie lo había visto sonreír de otra forma y su corazón se lanzaba en una loca carrera cada vez que eso había sucedido para gran consternación de Sophie que se preguntaba por qué no podía detestarlo como cuando se lo había encontrado en Paris y él se empeñaba en darle clases de buen comportamiento.
Sin embargo, tanto cuando eran niños como cuando se volvieron a ver en Paris, Dylan había sido de una u otra manera una figura protectora. Recordó como el día que se conocieron en tan adversas circunstancias, a pesar de que en un principio no se mostró muy a gusto en su presencia, le había hecho compañía aquella noche sin dormirse como lo había hecho Kendall y le había estado hablando para tranquilizarla; a su manera – que solía ser insultando a Rachel en todos los tonos y con toda la variedad de epítetos por vulgares que estos fuesen – la había consolado cuando su hermana la molestaba hasta las lágrimas, la había sacado del río cuando ella había caído tontamente a él, igual que la había rescatado de las manos de Armagnac casi a costa de su propia vida; había sido él el que había enviado a Aleksèi cuando ella se vio tan mal con el embarazo y ahora había estado con ella en un momento tan difícil como aquel. De modo que sí, Dylan Danworth había sido y seguía siendo su protector. Aunque amaba a Kendall, nunca se había sentido tan segura con él como se sentía al lado de Dylan.
Kendall era delicado y dulce o al menos lo había sido porque últimamente había cambiado mucho, pero por encima de la aspereza habitual de Dylan, ella siempre había percibido más calidez de la que demostraba, y ciertamente sus besos…
-         ¿Qué?  --  exclamó tirando de las riendas y mirando al vacío con expresión de horror
Los Havariks se miraron preguntándose qué le sucedía a la dama y el por qué de aquella repentina reacción. Se acercaron un poco más con intención de averiguar si estaba bien, aunque tenían muy presente que ella podía detectar su presencia, pero parecía absorta y los chicos volvieron a mirarse.
-         ¿Qué crees que le suceda?  --  preguntó Ekain a su compañero pero éste se encogió de hombros fiel a su manía de economizar el mayor número de palabras
Entre tanto una serie de inquietantes imágenes habían invadido la mente de Sophie y ella misma se estaba preguntando lo mismo que los Havariks.
-         ¿Qué demonios te sucede Sophie Arlingthon?  --  preguntó en voz alta para sorpresa de los Havariks
Sin embargo, no parecía haber una respuesta para eso pero si muchas y muy inquietantes imágenes y sensaciones que era del todo imposible que estuviesen allí. El asunto era que estaban y Sophie no se lo explicaba, así como tampoco podía precisarlas porque eran como cuadros que aparecían y desaparecían de manera intermitente. No obstante, esto la llevó a pensar en que en medio de todo lo que estaba sucediendo, en los días previos se había sentido… ¿feliz? ¿Feliz por qué? ¿Cómo podía sentirse feliz con su padre enfermo y Kendall casi en las mismas condiciones? Pero la respuesta a esas últimas preguntas llegaron casi en forma instantánea, se sentía así porque Dylan había estado a su lado, y de la misma forma otra idea entró en su cabeza con la fuerza de la convicción más absoluta y se puso violenta y precariamente de pie en el inestable pescante.
-         ¡No!  --  exclamó
Ekain se movió con rapidez y sujetó al caballo tranquilizándolo, algo que fue afortunado o posiblemente Sophie habría caído de forma aparatosa. Sin embargo, ambos Havariks se miraban sin saber qué hacer porque obviamente aquella mujer estaba muy alterada y siendo quien era, hasta ese momento les había resultado muy difícil averiguar la razón, pero al estar más cerca tuvieron una visión difusa pero en la que aparecía con claridad el sizvitel.
Sophie había vuelto a sentarse pero ahora había escondido el rostro entre sus manos y lloraba con desesperación. De manera que Ekain miró a Franz.
-         No te muevas de aquí, voy por el sizvitel
Aunque a Franz no le entusiasmaba de manera especial quedarse allí con una ledzidy en semejante estado de alteración y por la que no podía hacer nada, no tuvo ocasión de protestar porque ya Ekain había desaparecido. Y ciertamente Ekain lo había hecho a toda prisa y ahora corría a todo lo que daba porque le preocupaba mucho lo que le sucediese a la vidmagy, no solo porque su sizvitel les había encomendado su protección, sino porque se había enterado con rapidez que ella era la madre de Derek Arlingthon, de modo que eso la hacía doblemente importante. Llegó a Livingstone en el momento que Dylan salía para Cleves, frenó y casi lo derriba en su precipitación.
-         Sarì…  --  pero Dylan sintió que algo muy frío recorría su espalda y no lo dejó terminar
-         ¿Dónde está?  --  le preguntó al chico
-         En el camino a Cleves  --  y sin más trámite emprendió la veloz carrera con Ekain tras él
Yvaylo tampoco se detuvo y ya llevaba su Dykari en la mano pensando en toda clase de desgracias, pero ciertamente no estaba preparado para lo que sucedería a continuación.



[1]  Dejavris iuv larsèvirier kariksiriv da iuvz zatserz: Caballeros su alteza necesita de sus servicios
[2] Haneriv ev viz jarvez et ev vi zatser nym sarì: Estoy a tus ordenes y a tu servicio mi señor   

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