Sophie y Madeleine finalmente habían decidido subir y venían hablando aun
de la discusión con Phillipe.
-
En cualquier caso tú lo conoces
Sophie, no podrás mantenerlo aquí para
siempre -- decía Madeleine
-
Tal vez, pero no por eso voy a dejar
de intentarlo
Madeleine sonrió y pensó que su tío la tendría muy difícil porque Sophie se
le parecía mucho y no dudaría en utilizar las mismas técnicas de manipulación
que él había utilizado toda la vida con los demás cuando quería algo. Se despidieron
y Sophie entró a la habitación de Kendall, se quedó un momento mirándolo y
sintió pena. A pesar de que según Aleksèi ya estaba fuera de peligro y
evolucionaba como correspondía, aun no salía mucho de su habitación y solo
compartía la comida del mediodía con su familia. Como ya estaba dormido, Sophie
le acomodó las mantas, le dio un beso en la frente y abandonó la habitación.
Apenas entró experimentó de nuevo la
extraña sensación de no estar sola por la que ya había pasado en otras
ocasiones, se dijo que solo estaba cansada y dio unos pasos más pero luego se
detuvo y se volvió mirando a todas partes.
-
¿Hay alguien aquí? --
preguntó llevándose en forma automática la mano al bolsillo de su amplia
falda
Desde que su padre le había dado la daga y una vez que Dylan se la había
devuelto luego de su horrorosa experiencia con Armagnac, Sophie nunca había
dejado llevarla con ella. Sin embargo, apenas había alcanzado a sacarla cuando
vio una sombra y un segundo después todo fue oscuridad.
Dylan se encontraba en su habitación paseándose de un lado a otro y
preguntándose por qué Yvaylo se estaba demorando tanto, ya que no había una
gran distancia entre Darnley y Livingstone y ciertamente era una que ellos
podían cubrir en unos pocos segundos. Sin embargo, ya hacía más de una hora que
Yvaylo se había marchado y los nervios de Dylan estaban a punto de colapsar. Ya
estaba pensando en enviarlo todo al demonio e ir él mismo cuando sintió que la
puerta que daba a la terraza se abría, y al girarse lo vio entrar con Sophie en
brazos.
-
¿Hombre, acaso tuviste que atravesar
el océano para ir por ella? -- preguntó mientras Yvaylo la colocaba sobre la
cama
-
No pero hoy decidió trasnochar
-
¿Tuviste algún problema?
-
Ninguno, aunque gracias por la
advertencia -- le dijo dándole la daga
Una vez que la había hecho perder el conocimiento, la había sujetado y
colocado en la cama un momento, se había asegurado de cerrar bien la puerta,
recogió la daga del piso guardándosela en el bolsillo y alzándola de nuevo
había salido algo incómodamente por la ventana con rumbo a Livingstone.
-
Gracias Yvaylo
-
Vanedharma --
dijo él
-
Necesito otro favor
-
Descuida, nadie podrá escuchar nada
Yvaylo abandonó la habitación y procedió a crear el aislamiento, no se
trataba solo de proporcionarles privacidad, sino que posiblemente la vidmagy se
pusiese difícil cuando Dylan le dijese lo que tenía planeado decir y era mejor
que nadie escuchase si decidía ponerse a gritar a Dylan.
En cuanto Yvaylo salió, Dylan se sentó en el borde de la cama, dejó la daga
en la veladora y acarició el rostro de Sophie. A pesar de que ya comenzaban a
notársele los años, él seguía viéndola tan hermosa como el primer día. Como en
otras tantas ocasiones Dylan se reprochó su enorme estupidez, porque aunque
había buscado todas las justificaciones posibles, incluido el hecho de que
siempre había sabido que Kendall la amaba, no había ninguna que avalase la suprema
necedad de renunciar a ella.
Se disponía a despertarla y por un momento sintió pánico ¿Cómo iba a
reaccionar una vez supiese lo que él era? ¿Sería capaz de aceptarlo o siquiera
entenderlo? ¿Lo miraría con miedo o con desprecio? ¿Tendría una oportunidad o
la perdería para siempre?
Todas estas preguntas se agolparon y asaltaron su mente haciéndolo dudar,
porque él estaba seguro que no soportaría ver miedo en sus ojos o percibir su
rechazo, del mismo modo que estaba convencido de que no podría vivir con eso.
Sin embargo, su naturaleza decidida se impuso, ya no había vuelta atrás era
ahora o nunca, de modo con la mayor delicadeza procedió a despertarla.
Sophie escuchó su nombre como a través de una espesa bruma, esa voz
conocida intentaba abrirse paso y ella hizo el mayor esfuerzo porque no quería
perderla. La voz se hizo más clara – Dylan,
pensó ella – pero por algún motivo no lograba verlo hasta que entendió que
tenía los ojos cerrados, de manera que los abrió y parpadeó varias veces.
-
¿Dylan?
-
Sí mi amor --
dijo él
Los recuerdos recientes comenzaron a emerger y llegó a la rápida conclusión
de que había sido a él a quien había sentido, pero…
-
¿Cómo entraste? ¿Por qué… --
pero se detuvo al mirar a su alrededor
Aquella ciertamente no era su habitación, pero eso solo le produjo mayor
confusión. Intentó incorporarse pero él se lo impidió.
-
¿Dylan qué…
-
¿Sophie, recuerdas que te dije que había
muchas cosas que quería que supieras?
-
Sí pero… ¿dónde estamos?
-
En Livingstone
Sophie miró de nuevo a su alrededor y se dijo que debió imaginarlo porque
todo se parecía mucho a él, pero luego se dijo que eso era absurdo porque hacía
un minuto…
-
Sophie -- dijo
Dylan interrumpiendo sus pensamientos
-- por favor préstame atención
porque lo que tengo decirte es muy importante
A continuación y casi sin ningún esfuerzo según le pareció a Sophie, Dylan
la alzó y la trasladó hasta un sillón frente a la chimenea y él se sentó en el
otro. Tomó aire, la miró y comenzó el relato más difícil de su vida.
-
Sophie, hace aproximadamente
veintitrés años mi vida sufrió un cambio drástico porque… --
comenzó
Le contó a grandes rasgos su tormentosa relación con Emiliana y las
consecuencias finales de ésta y como cabía esperar, inicialmente Sophie no
entendió a qué se refería con haber
sufrido una transformación ni qué era un Devirg, de modo que Dylan comenzó a explicarle más o menos del
mismo modo que lo había hecho Luciano con él. Para su sorpresa Sophie no dio
muestras ni de temor ni de rechazo, pero en un momento determinado sus ojos se
agrandaron y Dylan se detuvo porque en ese preciso instante no había dicho nada
especialmente aterrador.
-
¿Sophie?
-
Dylan creo que… -- dijo llevándose la mano a la cabeza
Dylan se puso rápidamente de pie y fue a arrodillarse frente a ella
-
¿Sophie te sientes mal?
-
No exactamente pero… -- y
se frotó los ojos y fue cuando Dylan captó lo que estaba sucediendo
-
No mi amor, no estás sufriendo
alucinaciones, es así como luzco y luciré el resto de mi vida
En el transcurso del relato Dylan había descuidado su apariencia y se dijo
que en realidad ya no hacía falta, el asunto era que ese detalle aun no se lo
había dicho.
-
¿Quieres decir que…
-
No, no voy a envejecer
Interrumpió el relato del origen de los Devrigs un momento y le explicó
algunas de las características de su condición. Sophie recordó que ya en otras
ocasiones le había parecido estar frente al viejo
Dylan y ahora entendió la razón. Mientras Dylan hablaba Sophie iba recordando
algunas cosas, como por ejemplo, lo que había sentido el día de su boda cuando
había visto a Dylan, la desaparición de él por tantos años, y el vacío que
había visto en sus ojos el día del funeral de Lord Arlingthon.
Él prosiguió con su relato pero a diferencia de Luciano, Dylan no omitió el
importante papel de los Saint-Claire en toda la historia, de modo que Sophie
comprendió por qué el amigo de Dylan la había mirado siempre con lo que si
antes no estaba segura ahora sí sabía que era odio. Lloró mucho al recordar la
muerte de Jacques cuando Dylan le contó que prácticamente había muerto en sus
brazos, pero un poco más adelante repentinamente volvió a mirarlo con la alarma
pintada en el rostro.
-
¿Qué sucede? --
preguntó él
-
Dylan pero mi sangre… es decir tú…
-
Cálmate y escúchame -- y
procedió a explicarle lo concerniente a lo profetizado por Seren -- De
modo que nosotros rompimos esa parte de la maldición porque nos amamos de
verdad Sophie
-
Pero… tú no eres un Yaroslávich,
quiero decir…
-
Sé lo que quieres decir porque fue lo
mismo que dije yo cuando me lo explicaron, pero en realidad sí lo soy porque es
sangre Yaroslávich la que corre por mis venas ahora
-
¿Es decir que ya no eres un
Danworth? -- preguntó confusa
-
Solo de nombre -- y
luego agregó con cautela -- Sophie, debes comprender que según lo que te
he explicado y a todos los efectos prácticos yo morí ese día. Sé que no es fácil de comprender porque a mí me llevó
algún tiempo hacerlo, pero toda mi sangre abandonó mi cuerpo y eso que llamamos
alma que es en realidad nuestra energía vital también y fue absorbida por mi
izbretel para…
-
¿Por tu qué? -- lo
interrumpió ella
-
Un izbretel es el Devrig que efectúa
la transformación -- le explicó
-
Pero entonces… -- la
mente de Sophie trabajaba a toda marcha no solo para entender sino para poder
preguntar en forma concreta lo que no entendía
-- ¿cómo es posible que sigas
siendo tú?
-
Porque al momento de la transferencia
de energía esta vuelve junto con una parte de la de quien hace la
transformación
-
¿Y la sangre? Porque no hay manera
que con solo unas gotas como dices pudieses sobrevivir
-
Créeme que sí, porque esta es una
cuestión sobrenatural Sophie, con unas pocas gotas basta para que se reproduzca
con rapidez aunque suele ser un proceso doloroso dependiendo de cómo se haya
efectuado la transformación.
-
Pero según lo que me dijiste fuiste
transformado dos veces, debiste sufrir mucho ¿no? --
preguntó ella y él sonrió
-
No, la primera vez recuerdo haberme
sentido fatal y que me dolía todo, pero como no hubo violencia puede superarlo
con relativa facilidad, y en el caso de la segunda pasé poco más de dos semanas
dormido, así que no mi amor, no sufrí mucho
-- dijo acariciando su mejilla y
cuando iba a proseguir ella habló de nuevo
-
Entonces desde hace unas semanas
todos están libres de la maldición Saint-Claire ¿no?
-
En primer lugar no todos, solo
aquellos que llevan sangre Yaroslávich
-- le dijo -- y
en segundo, no desde hace unas semanas, en realidad desde hace casi seis
años --
y ella lo miró confundida -- Sophie perdóname, pero hace aproximadamente
seis años una tarde me encontré contigo y… bueno, yo perdí la batalla por el
control ese día
-
No puede ser --
dijo ella -- yo no…
-- pero se detuvo al recordar lo que
él le había dicho poco antes -- ¿suprimiste mis recuerdos? -- y
él asintió -- ¿por qué?
-
En ese momento me sentí miserable
Sophie, acababa de traicionar a mi amigo, te había inducido…
-
Dylan
-- lo detuvo ella -- tal
vez no recuerde lo sucedido en esa ocasión, pero recuerdo perfectamente lo
sucedido hace poco, así que no creo que hayas tenido necesidad de obligarme a
nada
-
No pero…
-
Soy tan responsable como tú, al menos
debiste darme la opción de decidirlo
Dylan sabía que por eso camino no conseguiría nada, Sophie siempre había
sido terca y obstinada y había defendido su independencia de pensamiento, así
que por mucho que él quisiese cargar solo con toda la culpa, ella no iba a
permitirlo.
-
¡No tenías ningún derecho a hacerme a
un lado Dylan Danworth o Yaroslávich o como quiera que te llames ahora! --
exclamó ella poniéndose de pie y él sonrió -- ¿Te
parece gracioso? No me importa si eres inmortal o no porque igual puedo…
Sin embargo, no alcanzó a terminar porque él la sujetó y la silenció con un
largo beso.
-
Eso no…
-
Ya lo sé --
dijo él colocando un dedo sobre sus labios -- no
me reía de ti, solo recordé cuando estábamos pequeños y que sigues siendo igual
de terca, la buena noticia es que siempre he amado tu combatividad
-
Pues no la apreciabas mucho por ese
entonces ni cuando nos encontramos de nuevo
-
Fui un imbécil Sophie, y me llevó
algún tiempo entenderlo, pero no quiero seguir perdiéndolo
En ese momento ella arrugó el entrecejo y se separó de él para volver al
sillón, con lo que Dylan se sintió preocupado de nuevo.
-
¿Sophie?
-
Tal vez tú no vas a envejecer pero yo
sí y…
-
Eso no me importa -- la
interrumpió pero ella continuó
-
…voy a morir Dylan -- él
sintió una dolorosa punzada en el corazón
-- Ya me explicaste que sus emociones
se magnifican y no quiero hacerte daño
-
La única manera de que lo hagas es
alejándote de mí
-
Pero en algún momento sucederá y más
pronto que tarde porque ya tengo…
-
No tiene que ser así Sophie --
dijo con cautela aunque estaba bastante seguro de lo que ella diría
-
Sí, sí tiene que ser porque ese es el
ciclo natural de la vida
-
Pero…
-
No Dylan, no voy a alterarlo
Dylan cerró los ojos y recordó las palabras de Iziaslav: …lo harás créeme, porque si hay algo que no
soportamos es la perspectiva de perder a los que amamos y el amor es egoísta,
solo pensamos en el dolor que nos producirá su ausencia y no pensamos en lo terrible de condenarlas a una existencia
como la nuestra… Rybik, no cometas el mismo error que yo cometí, es una Siglair
y se negará como lo hizo Seren…
-
¿Dylan? --
dijo ella sacándolo de sus recuerdos y la miró
-
Al menos prométeme que de ahora en
adelante y hasta que… hasta que llegué el momento de irte, estarás conmigo
-
Dylan…
-
Olvídate de si voy a sufrir o no y no
me condenes desde ahora a seguir sufriendo tu ausencia
-
Kendall está enfermo Dylan, no puedo
abandonarlo justo ahora
-
Y no te estoy pidiendo que lo hagas,
pero va a sanar y cuando lo haga entonces ya no habrá más impedimento
Sophie se puso de pie de nuevo, caminó hacia la ventana y pensó en Kendall.
No se abandonaba así nada más a un hombre que le había dado muchos años de
felicidad y unos hijos maravillosos, pero amaba a Dylan y tampoco podía vivir
con un hombre amando a otro. Sin embargo, estaba en una situación en extremo
difícil porque aunque decidiese irse con Dylan que era lo que su corazón
quería, no solo haría sufrir a Kendall sino a la larga también a Dylan porque
ella iba a morir, así que se preguntó si valía la pena que todos sufriesen por
unos pocos años de felicidad.
Dylan por su parte tuvo la horrorosa impresión de que ella iba a negarse y
aunque podían existir mil razones para ello y a pesar de que él hubiese podido
entender todas y cada una de ellas, no estaba dispuesto a renunciar de nuevo o
al menos no sin pelear. Pero cuando se acercó dispuesto a comenzar a argumentar
ella se volvió.
-
Estoy dispuesta a vivir el tiempo que
me quede de vida a tu lado -- dijo y él corazón de Dylan parecía querer
salírsele del pecho -- pero…
-- ¿pero? ¿por qué debía haber
peros? -- quiero que me prometas algo --
como el feliz escándalo que tenía su corazón se había detenido al
escuchar el pero él solo se limitó a
mirarla con atención -- Me prometerás no estar conmigo en el momento
de mi muerte
-
¿Qué… es decir… por qué?
-
No confío para nada en ti señor Yaroslávich --
dijo ella con una media sonrisa, pero él no le veía por ningún lado lo
gracioso, de modo que Sophie se acercó y colocó las manos sobre su pecho -- Te
amo Dylan y sé que tú me amas a mí, pero también sé que faltarás a tu promesa
de no transformarme cuando me veas muriendo, así que aunque quiero estar a tu
lado no lo haré si no me juras lo que te estoy pidiendo
-
Sophie… -- pero ella elevó una ceja y él cerró los
ojos unos segundos terminando por ceder
-- Te lo juro -- dijo en el momento que una lágrima
resbalaba por su mejilla y Sophie acercó sus labios de los que él se apoderó
sellando con ese beso la promesa que acababa de hacer
Un poco después se separaron y él añadió algo más de información, pero
decidió omitir de momento lo concerniente a Brian y la manipulación a la que
había estado sometido Kendall.
-
¿Hay algo más que deba saber? -- le
preguntó ella unos minutos después
-
Bueno… sí, pero promete que no
comenzarás a gritarme -- y ella arrugó el entrecejo
-
Con ese inicio no puedo garantizártelo
-
Bien, entonces no te lo diré
-
¡Dylan Danworth!
-
Deberías tomar un decisión mi amor,
soy Danworth o Yaroslav… -- pero ella lo silenció clavando su pequeño
puño en el estómago de él
-
Me dirás ahora mismo o…
-
De acuerdo --
dijo él sonriendo
En realidad no era tan grave lo que tenía que decir porque se trataba de
que Phillipe, Madeleine y su hijo Derek estaban al tanto de todo, lo que quizá
causó más sorpresa en Sophie que todo lo anterior.
-
Ahora debes descansar mi vida -- le
dijo porque ya estaba muy cercano el amanecer
-- Llamaré a Yvaylo para que te lleve a casa
-
¿Y por qué no puedes hacerlo tú?
Aquella era una pregunta difícil de responder sin hablar de lo que no
quería hablar en ese momento, de modo que decidió bromear.
-
Mi amor, debes acostumbrarte a que
soy un príncipe lo que por defecto te hace mi princesa, así que hay quienes nos sirven y protegen
A pesar del tono burlón, Sophie recordó lo que él le había explicado de los
clanes y que Inglaterra era territorio enemigo, de modo que supuso que no era
juicioso que Dylan anduviese por ahí a esas horas, así que sonrió y le siguió
el juego.
-
De acuerdo su alteza, entonces llame
al tal Yvaylo para que me devuelva a mi casa
-
Pero es bueno que sepas también que
el tal Yvaylo es mi amigo y no un
simple sirviente
-
Me extrañaría mucho que no fuese así,
con la única persona que has sido desagradable en tu vida ha sido conmigo
Dylan rió, le dio un beso pero antes de llamar a Yvaylo se acercó a la
veladora tomó la daga y se la devolvió
-
Parece que tienes la costumbre de
dejar esto en todas partes
-
¿Cómo…
-
Creo que pensabas atacar a Yvaylo
cuando fue por ti -- le dijo él risueño mientras se acercaba a la
puerta para dejar pasar al Levjaner
-- Sophie, éste es Yvaylo
Sesviatsky
-
Mi lady --
dijo él en forma respetuosa
-
Me alegra poder verlo señor Sesviatsky
-- dijo acentuando el verbo y
Dylan rió ante la incomodidad de Yvaylo
-
Recuerda lo que te pedí
-- dijo Dylan solo para el
Levjaner
-
Ak -- respondió
Se despidieron y mientras Yvaylo llevaba a Sophie de vuelta Darnley, pensó
que aunque evidentemente las cosas habían salido bien entre el Rybik y ella o
no le habría ordenado desbloquear los recuerdos, aun ninguno de los dos sabía
lo más importante y era una bomba que estallaría en cualquier momento a partir
de ese instante.
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