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domingo, 10 de mayo de 2015

Cap. 46 Istval y los ZD



Cuando Istval salió del calabozo Istvan y Edin lo estaban esperando, pero al parecer el gemelo no tenía muchos deseos de hablar con nadie. Después de cinco días de lo que llamaban arresto severo ya que estaba incomunicado y sin poder comer ni beber nada, lógicamente estaba de un humor asesino.
-         Zdar voch [1]  --  dijo del peor humor apartando a Edin
-         ¡Istval!  --  lo detuvo su hermano
-         ¿Sker?  --  preguntó deteniéndose unos pasos más adelante
-         Mirkeirnams sker radir [2]
-         ¿Voch jei iserja? [3]
Pero prescindiendo de su habitual delicadeza, Istvan lo sujetó por un brazo y lo arrastró a su despacho.
-         ¡Suéltame!  --  exclamó Istval  --  No puedes obligarme a…
-         No solo puedo, sino que tú estás en la obligación de obedecerme, en este momento no soy tu hermano sino tu superior  --  dijo en tono peligroso
Y por mucho que no le gustase, Istval sabía que tenía razón. De modo que de mala gana se sentó. Istvan ordenó que le trajesen algo de comer y luego se sentó frente a él.
La noche de los sucesos que habían dado como resultado la inesperada y muy inconveniente – al menos para Istval – transformación de Aureliè, en cuanto Slavik les había comunicado del enfrentamiento que había tenido lugar, Istvan y Edin se habían trasladado al Chateau de Edin que era donde normalmente se reunían los Lovets de Francia. No obstante, si bien el grupo de Istval les refirió lo sucedido, no les dijeron ni dónde ni lo que había pasado con la chica, y todos terminarían arrestados al igual que Istval por negarse a hablar, porque de nada valió que estuviesen en presencia de dos Levjaners y que uno fuese el Aridmi, ya que todos y cada uno de ellos primero se hacía cortar la lengua antes que desobedecer una orden de Istval. Afortunadamente sus castigos fueron menos severos porque Axier llegó y siguiendo las órdenes de Istval le había informado a Istvan cómo habían estado las cosas de principio a fin. Edin casi sufre un colapso al enterarse de a quién había transformado Istval y quería ir directamente a quitarle su estúpida cabeza.
Desde que Edin se había enterado de la existencia de la hija de Phillipe y temiendo que tuviese el mismo destino que la madre, se había hecho cargo desde las sombras de hacer todo lo necesario para que la chica tuviese un medio de sustento que no la obligase a depender de ningún individuo, al mismo tiempo que tenía a varios Lovets que con la mayor discreción debían vigilarla a distancia y lo hacían pasando varias veces al día por la tienda pero sin entrar ni dejarse ver. Solo Edin había estado en varias oportunidades allí para comprobar que todo marchaba como debía, de modo que no entendía cómo había sucedido aquel desastre.
Una vez que Axier había dado la autorización de Istval para ello, Slavik les dijo que uno de sus informantes había asegurado que André había estado en la tienda de mademoiselle Viel esa tarde, algo que sus propios Lovets confirmarían después y era la razón para que tres de ellos estuviesen al mismo tiempo en aquel lugar esa noche, ya que habían recibido la misma información pero como era algo que debían comprobar primero antes de hacer nada, era la razón para que Edin aun no se hubiese enterado.  
Después que los chicos habían rendido su informe, se fueron todos a Levzheir a cumplir con su castigo, mientras que Istvan y Eidn iban al Valkinka encontrándose allí con Milorad.
-         Zdravi haryk  --  saludó Istvan mientras que Edin por primera vez se había olvidado de las formas y miraba con consternación hacia la cama donde se encontraba la chica
-         No te preocupes, está bastante bien considerando las circunstancias  --  le dijo Milorad
Como en ese momento ninguno de ellos sabía qué había sucedido con Istval, Edin decidió quedarse junto con Milorad mientras Istvan iba a hablar con Iziaslav. Los Korsacov estaban convencidos que Iziaslav no iba a hacerle nada al descerebrado de Istval porque nunca lo hacía, de modo que a Istvan no le sorprendió mucho saber que su hermano estaba bajo arresto severo, porque considerando no tanto lo que había hecho sino a quién, aquello era como que no le hubiesen hecho nada. Lo que si le sorprendió en grado sumo fue saber que Iziaslav le había negado la posibilidad de asignarle un zsameni a la chica, porque ciertamente si para algo no servía Istval era para izbretel, pero como Iziaslav consideró innecesario darle explicaciones, se quedó sin saber nada más. Y si Istvan estaba sorprendido, mucho más lo estaban Milorad y Edin cuando se los dijo, y desde ese momento comenzaron a sentir compasión por la pobre criatura. De manera que esa era una de las razones por las que ahora necesitaban hablar con Istval, ya que conociéndolo como lo conocían, sabían que por mucho que no le gustase lo que tenía que hacer, haría exactamente lo que le había ordenado Iziaslav y una vez que abandonase el calabozo se iría derecho a ver a la chica y ésta iba a pasarlo mal.
-         ¿Istval cómo piensas hacer esto?
-         No tengo ni la más mínima idea
-         ¡Eres un desgraciado Istval Korsacov!  --  dijo Edin
-         Si vas a decirme lo que ya sé, podríamos habernos ahorrado la agradable conversación
-         Istval, sugiero que en cuanto esté en condiciones la lleves a casa y…
-         No puedo hacer eso o ayhyr terminará en Zatvor  --  lo interrumpió él recordando la advertencia de Iziaslav
-         No estoy diciendo que ella se haga cargo, pero tampoco puedes dejarla sola en ninguna de tus casas
-         ¿Nym mhàyr ya sabe esto?  --  preguntó el gemelo después de pensarlo un poco
-         No
-         Genial, sin duda ella también querrá quitarme la cabeza
-         Algo que alguien debía haber hecho hace tiempo  --  dijo Edin con una acidez impropia de él y por primera vez Istval lo miró con atención, mientas su hermano pensaba que había sido mala idea permitirle a Edin estar presente
En ese momento Istval recordó que Axier le había dicho que había Devrigs alrededor de la tienda y era algo que habían comprobado o de otra manera los Lovets a los que auxiliaron no habrían estado allí, y como Istval en cuestión de mujeres pensaba solo en un sentido, una sonrisa maligna se dibujó en sus labios.
-         Mala elección monsieur Dòmine, aunque todas las ledzidar pueden hacerlo, ésta criatura literalmente puede matarte y dudo que no lo sepas
-         ¡Estúpido infeliz!  --  dijo Edin sujetándolo por la camisa y estampándolo contra la pared  --  El hecho de que para ti todas sean lo mismo, no significa que para los demás también
-         Claro  --  dijo con sorna  --  Pero dime algo  --  dijo neciamente  --  Francia es tu harem particular y nunca me he metido en tu terreno, ¿pero por qué tenías que ir a complicarte la existencia con una Saint-Claire?
Para buena fortuna de Istval, Istvan se movió con la mayor celeridad y apartó a un extraordinariamente furioso Edin, y en su opinión su hermano estaba siendo infinitamente necio porque provocar a Edin Dòmine y aunque Istval le llevaba muchísimos años, era la cosa más estúpida que se podía hacer, porque Edin era un Levjaner y con un poder altamente peligroso para aquellos que tuviesen la mala idea de molestarlo en demasía.
-         Edin por favor, déjame solo con él  --  dijo al verle los ojos al francés
Istvan sabía por experiencia que Istval era capaz de arruinarle el día a cualquiera con muy poco esfuerzo, pero aunque el pacífico y correctísimo Edin había demostrado a través del tiempo ser capaz de soportarlo y todos sabían que a pesar de todo eran buenos amigos, en aquel momento estaba realmente furioso y era mejor sacarlo de escena. Edin obedeció la orden de Istvan y abandonó el despacho después de lanzarle una mirada de ira a Istval, haciendo que éste arrugase el entrecejo.
-         ¿Y a éste qué le pasa?
-         Hay que ser muy desvergonzado para preguntar eso, aunque sabemos que tú te llevas el oro en eso de la desvergüenza  --  dijo Istvan
-         A ver, es posible y casi seguro que tengas razón pero no le he hecho nada, a menos claro que esté resentido porque la chica que le gusta ahora no morirá librándolo de esa cadena y tendrá que soportarla el resto de su vida
-         Istval deja de decir estupideces ¿quieres? Al menos por una vez en tu vida compórtate como lo que se supone que eres, y ciertamente Edin está furioso pero no por lo que crees, sino porque él sabía de la existencia de esa niña y ha estado cuidándola porque es hija de Phillipe y él es su amigo
-         Claro  --  dijo Istval que no estaba para nada convencido de aquello
Después de discutir otros veinte minutos con los mismos resultados, Istvan le dijo que fuese a darse un baño y a cambiarse antes de ir a ver a su nueva djali porque ofrecía un aspecto lamentable, y aunque a Istval  lo traía sin cuidado su aspecto y todo lo que quería era salir de aquel odioso trámite de una vez por todas, tuvo la gentileza de obedecer dado que no era una sugerencia sino una orden, y sabía que su hermano podía ponerse muy pesado y hasta encerrarlo de nuevo en caso contrario. Mientras caminaba hacia su habitación sus hombres aparecieron a su lado.
-         Supongo que decir buenos días sería del todo inadecuado  --  dijo Axier mientras los otros ahogaban la risa
Aquellos individuos tenían muchas cosas en común con su jefe, empezando por sus probadas locuras y terminando por el aspecto físico, porque a excepción de Silvano Sacheri que era un individuo de ojos color miel y cabello rubio oscuro, Slavik Zweig, Axier Leviam, Niko Varesky, Sharik Handal, Karl Schrader, Constantin Vasilev, Hani Kaviel, Irakli Zurab y Admir Luksic, poseían cabellos negros y ojos en toda la variedad de azules, de modo que sus compañeros del Arkel solían decir que Silvano era el recogido de aquella familia de inadaptados sociales, y éstas adorables criaturas eran llamados Zlaviar Dejavrys o simplemente ZD, y lo más aproximadamente que podía traducirse aquello sería en algo así como los caballeros de la muerte, y no porque fuesen por ahí matando a todo ser viviente, sino porque siempre estaban a un paso de la misma. Istvan había luchado contra eso pero ya que a los afectados parecía traerlos sin cuidado como los llamasen y que incordios como Iliar e Iván apoyasen con entusiasmo el dichoso mote, los chicos se habían quedado así.
-         ¿Alguna novedad?  --  preguntó Istval
-         No  -- contestó Axier
-         Volvimos a Francia pero no había ni rastro del infeliz  -  dijo Slavik
-         ¿Y qué hay de los que están en Zatvor?
-         No hemos hablado con ellos aún  --  dijo Silvano
-         ¿Por qué?
-         Estuvimos guardados durante tres días  --  informó Hani, uno de los payasos oficiales
-         Y gracias a tu hermano no fue más tiempo  --  dijo Sharik
-         Ciertamente, porque Edin parecía creer que éramos culpables del más horroroso crimen cometido en la historia  --  agregó Constantin, otro de los que se tomaba todo a broma
-         Convengo que una Siglair no fue tu mejor elección hermano, pero creo que Dòmine estaba exagerando  --  opinó Irakli, el otro payaso a tiempo completo del grupo
Una vez que Istval estuvo listo los chicos rieron.
-         En verdad te hacía falta el afeitado lavny  --  dijo Irakli
-         Y a ti hará falta la lengua  --  le dijo él aunque sabía que aquella era una batalla perdida
Llegaron al Valkinka y como de costumbre todos aceleraron su energía, aquellos sujetos la mayor parte del tiempo no se dejaban ver por nadie.
-         Hani, averigua cómo han estado las cosas con este dolor de cabeza
-         Entendido
Quizá eso habría sonado extraño a otros porque podía preguntárselo a Milorad, pero Istval sabía que su padre exageraría todo para hacerlo sentir culpable, de modo que a eso obedecía la orden, y siendo que Hani aparte de payaso era el ser más entrometido del mundo, había desarrollado una habilidad especial para averiguar todo aquello que no era de su incumbencia. Entre tanto Admir que era un sujeto silencioso pero igualmente entrometido, se fue a averiguar si había algún registro escrito de la nueva residente.
-         Zdravi haryk
-         Vaya, hasta que te dignaste aparecer
-         Eso no es justo athayr, sabes que estaba detenido
-         Pensándolo bien, lo que no es justo es que te hayan soltado  --  los chicos que estaban afuera sonrieron al escuchar eso y se preguntaron qué habría dicho Jovanka si hubiese sabido que su ángel estaba en un calabozo
-         ¿Y bien? ¿Cómo está la kandly?  --  preguntó Istval
-         ¿Cómo va a estar?  --  preguntó a su vez Milorad  --  Le cortaron el cuello y tú le hiciste el dudoso favor de transformarla, así que está adolorida y desesperada.
Si bien a Istval no le sorprendía que su padre le mintiese con tanto descaro, sí le sorprendió ver lo que no le estaba diciendo. Sin embargo, decidió esperar el informe de Hani para asegurarse de eso. Mientras tanto se dedicó a examinar por primera vez a la chica. Era una joven de unos veinte o veintidós años con los inconfundibles rasgos Saint-Claire, tez blanca, cabellos negros y aunque no lo recordaba en ese momento y no podía comprobarlo porque estaba dormida, seguramente tendría los mismos ojos azul oscuro, y sin duda guardaba mucho parecido con su progenitor. Istval sonrió para sus adentros pensando que Edin seguía teniendo buenos gustos y era una pena que esta se le escapase, ya que seguía convencido del interés no altruista de su amigo en la niña aquella.
-         Según tú entonces aun va a tardar mucho en salir de aquí ¿no?
-         No lo sé, pero ahora que estás libre, yo me marcho  --  dijo Milorad
-         Bien, entonces tendré que llamar a uno de los muchachos para que se haga cargo
-         No puedes hacer eso, ella ahora es tu responsabilidad
-         Lo sé, pero tengo cosas que hacer y no puedo quedarme aquí
-         ¡Istval no puedes dejarla con un desconocido!
-         Pues yo lo soy, así que no habrá mucha diferencia  --  Milorad se llevó la mano a la sien en un gesto parecido al de Istvan
-         De acuerdo, pero te quiero aquí al anochecer ¿está claro?
-         Athayr…
-         Sin peros  --  lo interrumpió él
Istval abandonó la habitación y cuando estuvieron fuera del Valkinka le informaron.
-         Por extraño que parezca, tu dolor de cabeza no los ha dado, aunque no sé si Milorad ya le informó de su nueva condición aunque lo dudo porque en mi experiencia los nyas y especialmente las nyas suelen armar mucho escándalo cuando se enteran, pero en el caso que nos ocupa, nadie parece haber escuchado nada en estos cinco días  --  dijo Hani
-         Entonces es cierto  --  dijo a su vez Istval más para sí mismo porque eso era lo que había visto en los pensamientos de su padre
-         Te alegrará saber que tampoco hay registros escritos, de modo que a los efectos y en teoría, ella no existe  --  dijo Admir
-         Lo que es lógico, nadie es lo bastante idiota para ir por ahí diciendo que una Siglair es una Devrig  --  dijo Irakli
-         Pudieron haberle dado el nombre que ha utilizado toda su vida, genio  --  dijo Axier
-         Los Havariks de guardia en la puerta de ese pasillo, tampoco la han escuchado gritar  --  agregó Niko
-         Y como cabía esperar, ningún miembro del personal se ha acercado a esa habitación  --  le dijo Sharik
-         ¿Averiguaste si ya Milorad había podido informarle de su nueva condición?  --  preguntó Karl
-         No lo dijo, pero conociéndolo estoy seguro que lo hizo  --  contestó Istval
-         ¿Otra vez lavny?  --  preguntó Constantin cuando se detuvieron y se fijaron dónde estaban
-         Yo no te pedí venir  -- dijo Istval y siguió su camino dejándolos allí con cara de fastidio
-         Si no se tratase de una kandly, les juro que ya estaría preocupado  --  dijo Hani
El fastidio se debía a que Istval había desarrollado la molesta manía de ir por lo menos una vez a la semana a Darnley a ver a los aykeris, y lo que no entendían por mucho que se esforzaban, era que siguiese haciéndolo cuando la dulce niña parecía tener como único objetivo en la vida causarle daño a aquel infeliz.
-         Dhakvrevit sa…
-         ¿Es que no tienes nada mejor que hacer?  --  lo interrumpió Lucía
-         Zdravi Istval  --  saludó Alexander mientras Istziar se reía
-         Biagyzlim larsèvirier  --  dijo él acercándose  --  pero una de las cosas que tengo por hacer es asegurarme que están ustedes bien
-         Lo estábamos hasta hace un momento
-         Lucía  --  dijo Alex en tono de advertencia
-         Creo que sería inteligente de tu parte limitar tus visitas  --  dijo Istziar ahogando la risa
-         Pero como él no es inteligente  --  siguió Lucía
-         ¿Qué te he hecho sizviteliani?
-         Eres odioso  --  dijo la niña y luego una sonrisa maligna que ya él conocía bien se dibujó en sus labios  --  Pero tu aykeri es simpático y es lindo
Istval casi se ahoga al escucharla, porque una cosa era pelearse con ella un día sí y otro también, y otra muy distinta que dijese que prefería a Istvan, aquello era un insulto de la peor especie porque en su opinión él era infinitamente más divertido que su hermano, pero Istval pensaba que en ocasiones aquella inmisericorde criatura de veras parecía hija de Lucien y no de Dylan.
-         Ya tengo muchas ganas de volver a verlo y espero que vuelva pronto  --  estaba diciéndole la niña a Istziar e ignorando a Istval
Hasta ahí le llegó la paciencia al gemelo que se marchó sin despedirse siquiera haciendo que Alex se disgustase con su hermana.
-         ¿Por qué hiciste eso Lucía?
-         ¿Qué cosa?
-         ¡Lucía!
-         No me grites Alexander
-         Niños…
-         ¿Por qué molestas a Istval?
-         Por nada, solo me divierte
Si Istval la hubiese escuchado habría concluido que sin duda tenía razón y la pequeña princesa se parecía más a Lucien que a su progenitor, porque aquella era una práctica común del susodicho y todos habían comprobado que no necesariamente tenía que caerle mal alguien para molestarlo hasta la obstinación, y si Istval hubiese estado menos ocupado preguntándose la razón por la que Lucía parecía odiarlo, habría recordado esto y algo más importante aún, y era que cuando Lucien en verdad odiaba a alguien no se preocupaba por molestarlo, sino que se concentraba en ignorarlo y de ser posible en eliminarlo.



[1] Zdar voch: Ahora no
[2] Mirkeirnams sker radir: tenemos que hablar
[3] ¿Voch jei iserja?: ¿No me escuchaste?

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