Si bien Iliar sabía que aquello iba a suceder porque Iziaslav se había
encargado de reunir al Consejo de manera urgente el día anterior para hacerlos
partícipes de la decisión tomada por el Rybik, y aunque se había mostrado tranquilo
cuando le habló a Derek, apenas había escuchado a Sophie lo primero que había
hecho había sido enviarle un urgente mensaje a Iván, de modo que cuando los
Arlingthon iban camino a Livingstone, Iván ya les había dado alcance.
-
Y bien, llego el gran momento --
le dijo a Iliar
-
Esperemos que sea solo “el gran momento” y no el gran desastre
-
¿Les avisaste a los rybiks? --
preguntó Iván
-
Sí, ya están al tanto de que vamos en camino
-
¿Y qué hicieron con Arlingthon?
-
Le ordené a Damien que lo mantuviese dormido
Entre tanto en Livingstone y para enorme sorpresa de Luciano, esa mañana
Dylan había vuelto a ser el individuo que había conocido hacía alrededor de
treinta años atrás. Así que como había pocas cosas que Luciano soportase menos
que no saber, se lanzó directo a preguntar.
-
Aunque me parece bien, me gustaría
saber a qué debemos el repentino cambio de humor -- dijo una vez que dejaron el comedor
-
¿De qué hablas? --
preguntó Dylan
-
Veamos --
comenzó Luciano -- Tú nunca has sido especialmente simpático y
lo primero que conocí de ti fue tu humor ácido, pero hacía mucho tiempo que no
lo exhibías como lo has estado haciendo hoy. Por otra parte, si hay algo que
pareces detestar es tener que comer, pero hoy lo hiciste como si realmente lo
estuvieses disfrutando. Y además…
-
Se lo dije -- lo
interrumpió Dylan
-
¿Le dijiste qué a quién? --
preguntó Luciano
A continuación Dylan le contó todo lo que había estado ocurriendo desde que
Phillipe enfermase hasta concluir con la conversación que había tenido con
Sophie la noche anterior. Si había un nivel de sorpresa superior al que Luciano
estaba experimentando en ese momento ciertamente él mismo no lo conocía y sin
duda era lo más cerca que había estado de sufrir un paro cardíaco, porque de la
sorpresa por lo que Dylan le había relatado en primer lugar, había pasado a la
ira suprema en contra de Yvaylo por haberlo permitido, para volver a la
sorpresa cuando Dylan le dijo que había hablado con su padre y éste había
estado de acuerdo con lo que había hecho y con lo que pensaba hacer. Obviamente
en este punto Luciano bajó la guardia,
porque como había dicho Iziaslav lo que todos querían era la felicidad de
Dylan, pero decidió asegurarse primero.
-
Entonces debo entender que estás
dispuesto a arrebatársela al necio de Arlingthon ¿no? --
preguntó
-
Aunque sé que suena terrible, lo
estoy
Sin embargo, había algo que no le cuadraba en todo aquello, o por mejor
decir, algo que faltaba y era definitivamente algo de la mayor importancia, así
que lo miró con atención pero antes de que pudiese decir nada captó la mirada
de Itlar
-
No lo sabe aun
-
Genial -- dijo él con su habitual tono irónico -- supongo
entonces que solo tenemos que sentarnos a esperar la próxima y segura explosión
-
Vamos Luciano --
dijo Dylan interrumpiendo el diálogo mental del que no se estaba
enterando -- estoy de acuerdo en que no es la actitud más
caballerosa o moral, pero estaba en la creencia de que sustentabas la misma
opinión de Iyul en el sentido de que estaba siendo muy necio
-
Y me lo sigues pareciendo, pero es
algo que no tiene remedio y en cualquier caso supongo que no esperabas que me
pusiese a saltar porque ya sabes lo que opino de amarrarse a una sola mujer, de
manera que solo demuestras la condición antes mencionada.
Dylan sonrió porque todos sabían bien cuál era la posición de Luciano con
respecto a eso, de manera que lo dejó en paz y se fue al estudio a hablar con
su administrador. Una vez solos Luciano miró de nuevo a los Levjaners.
-
¿Y bien? ¿Qué se supone que hagamos
ahora?
-
Nada
-- dijo Itlar --
Iziaslav dijo que no debíamos intervenir en ningún sentido
-
La única orden que tengo es no
perderlo de vista cuando todo salga a
la luz -- dijo Yvaylo cuando Luciano lo miró a él
Aunque Luciano al igual que todos sabía que aquel momento iba a llegar, no
estaba muy seguro de cómo sentirse y solo esperaba que Dylan no tuviese tantos
deseos de matarlo una vez que se enterase acerca de su paternidad y que se lo
habían estado ocultando durante esos cinco años. Luciano pensaba que si en la
anterior oportunidad había reaccionado como lo había hecho y en realidad no le
habían mentido, no se quería imaginar cómo iban a estar las cosas ahora que todos habían estado al tanto desde el
inicio. Esto era algo que a pesar de saberlo, por algún motivo no había pensado
en ello, y ahora llegado el momento no tenía idea de cómo enfrentarlo.
Poco antes del almuerzo los Levjaners recibieron el mensaje de Iliar, pero
junto con la advertencia de no decirle nada a los sizvitels, de modo que
guardaron silencio.
Durante el almuerzo Dylan fue consciente de la preocupación de Luciano y se
dijo que aquel individuo en realidad era mucho más necio que él, primero se
preocupaba por su decisión de mantenerse alejado de Sophie, y ahora se
preocupaba por lo contrario. No obstante, decidió dejarlo en paz porque tal vez
solo necesitaba hacerse a la idea y nada más.
Apenas habían abandonado el comedor y se dirigían hacia el salón cuando los
cuatro se tensaron, pero mientras los Levjaners estaban preparados los otros
dos no. Luciano identificó con rapidez y en primer término la energía de Derek,
algo que no era tan extraño puesto que él iba con frecuencia y no le gustó
mucho identificar la de la vidmagy, pero cuando realmente se alarmó fue cuando
identificó otras dos que aunque las había sentido solo una vez y de eso hacía
poco más de cinco años, estaban perfectamente registradas en su memoria
sensorial. Y en el caso de Dylan también había identificado la de Derek y la de
Sophie lo que lo había hecho sonreír, pero sus cejas se juntaron al percibir
otras dos que no había sentido antes pero que le resultaban extrañamente
familiares. No obstante, pensaba decirle a Luciano que no era necesario que se
quedase porque sabía que ella no le era precisamente simpática y lo entendía,
pero en realidad nadie tendría ocasión de hacer ni de decir nada.
Phillipe se había ofrecido a acompañar a su hija y a sus nietos, pero
Sophie le había dicho que no era necesario, con quien si no pudo hacer nada fue
con Derek ya que el chico dijo que de ninguna manera los dejaría ir solos. Los
niños no solían salir mucho porque era algo que no se acostumbraba, lo más que
hacían era dar cortos paseos por los alrededores de la propiedad, de manera que
iban muy contentos. Sin embargo, apenas el carruaje se había detenido al pie de
las escalinatas de entrada, ambos niños habían saltado con una agilidad
impresionante y ya corrían por las escaleras cuando su hermano apenas ayudaba a
Sophie a bajar del carruaje. Apenas Sophie puso los pies en el suelo y
olvidándose del decoro, había levantado el frente de su falda emprendiendo la
carrera tras los niños al igual que Derek, y si habían logrado casi darles
alcance había sido porque el mayordomo había demorado en abrir las puertas. Aún
así el pobre individuo no tuvo ocasión para anunciar a los visitantes porque
los dos adultos entraron en carrera tras los dos pequeños.
-
Luciano… --
estaba diciendo Dylan cuando quedó interrumpido por un grito
-
¡Haryk! --
exclamaron los gemelos
Dylan apenas si había alcanzado a girarse cuando sus ojos se abrieron con
desmesura, una extraña sensación oprimió su pecho y el mundo comenzó a girar a
velocidades indecentes. Los presentes no sabrían nunca – Dylan incluido – si
era que sus piernas se habían negado a seguir sosteniéndolo o si había sido por
voluntad propia, pero todos vieron que caía de rodillas y como un acto reflejo
estiraba los brazos para recibir en ellos a las dos personitas que estaban a
punto de derribarlo.
Derek y Sophie se habían quedado paralizados en el umbral de la puerta del
salón al escuchar el jubiloso grito de los gemelos, y si bien Derek sabía
perfectamente lo que significaba aquella palabra, Sophie no necesitó que nadie
se lo dijese para saberlo y de forma inevitable de los ojos tanto de la madre
como del hijo se desbordó la emoción al ver a los niños abrazar a su padre.
Luciano por su parte y por primera vez en su vida era presa de un caótico
revoltijo de emociones. Por una parte y como era lógico no pudo sustraerse a la
emoción que produjo el encuentro de los aykeris con su padre, pero estaba
lidiando no solo con su propia emoción sino con la de Dylan y para su mayor
confusión con la de los niños. A esto se sumaba el malestar que le producía la
presencia de Sophie y para completar el cuadro, la angustia por la posible
reacción de Dylan.
Y sin duda el caso más extremo era el del propio Dylan, porque aun antes de
que llegasen a sus brazos ya el lazo se había establecido de la forma más firme
posible, y ahora mientras los tenía abrazados había cerrado los ojos y estaba
percibiendo desde los latidos de sus pequeños corazones hasta el emocionado
escándalo de sus energías, pasando por el ruidoso torrente de sangre que corría
por sus venas y que le estaba gritando que era su propia sangre, que aquellos
dos niños eran una parte de él y de la mujer que amaba.
Después de un momento que pudo haber sido solo unos pocos segundos o toda
la eternidad, Dylan se separó un poco para mirar sus rostros y la emoción
volvió a embargarlo de mil maneras diferentes, lo primero que vio fueron sus
ojos, y aunque eran sin duda del color de los de Sophie, identificó dos
expresiones diferentes, en una fue como ver la propia, pero la otra aunque igualmente
conocida no era la suya, por lo demás era como mirarse en un espejo.
-
¿Por qué tardaste tanto? --
estaba preguntando la niña
-
¿Te quedarás con nosotros? -- fue
la pregunta de Alexander
Pero si Dylan no tenía una respuesta para la primera pregunta sin duda sí
la tenía para la segunda, de lo que no estaba muy seguro era de que su voz
lograse abrirse paso a través del grueso nudo que bloqueaba su garganta, mismo
que se hizo aun mayor cuando su hija elevó la mano para secarle las lágrimas
que no había notado que estaban allí.
-
Claro que voy a quedarme --
logró decir Dylan y su hija se colgó de su cuello llenándolo de besos
-
Lucía vas a asfixiarlo -- la
riñó Alexander y miró a Dylan -- No te preocupes papá, normalmente no es así
es solo…
Pero Dylan había dejado de escuchar porque se había quedado clavado en el papá y ahora era él quien parecía querer
asfixiar a su hijo en un apretado abrazo. Finalmente Dylan parecía haber notado
que el mundo no se reducía a las dos personitas que tenía en sus brazos y se
levantó, en ese momento los niños también notaron que había una inusual
cantidad de personas allí y la mayoría en cuanto ellos habían dejado los brazos
de su padre, habían doblado las rodillas y todas las cabezas se habían
inclinado.
-
Dhakvrevit larsèvirieris --
saludaron todos
-
Dejavrys --
dijo Alexander
Dylan lo miró con curiosidad mientras los Levjaners y la media docena de
Lovets incluidos Patrick y Andrew, se ponían de pie. Sophie había recuperado la
movilidad en el momento que Dylan comenzaba a hacerse las lógicas preguntas.
-
Creo que tenemos que hablar
Dylan --
le dijo ella
-
No vas a reñirlo ¿verdad? --
preguntó Alexander
-
No cariño, no voy a reñirlo pero
necesito hablar un momento con él y ustedes se quedaran con Derek hasta que
volvamos ¿bueno?
-
¿Y por qué no puedes hacerlo
aquí? --
preguntó Lucía juntando las cejas
En ese momento Dylan sintió un inexplicable deseo de reír y aunque sabía
que eso habría sido malo, fue aun peor que abriese la boca.
-
Porque así no podrán ver cuando me
golpee
-
¡Dylan! --
exclamó Sophie
De los cuatro payasos presentes, solo uno se atrevió a reír mientras que
los otros tres hacían su mejor esfuerzo por no hacerlo, pero después que Sophie
le lanzó una venenosa mirada a su hijo, Derek comprendió que era mejor guardar
la compostura.
-
Vengan niños --
dijo tomándolos de las manos mientras Sophie prácticamente sacaba a
Dylan a rastras
Una vez que la pareja hubo abandonado el salón, los Lovets recibieron
autorización para marcharse también y los niños se acercaron a Iván y a Iliar
para saludarlos, pero después de eso se giraron hacia el otro personaje
presente. Luciano no había acertado a moverse aun y tenía el aspecto de haber
sido golpeado por algo sumamente contundente. Los niños se acercaron a él y
después de mirarlo durante unos segundos Lucía pasó su mirada a Yvaylo y luego
de nuevo a Luciano.
-
Tú eres Lucien -- le
dijo y él elevó las cejas pero asintió
-- ¿Eres mudo?
-
Por supuesto que no --
dijo él mientras Alexander miraba mal a su hermana y se acercaba a
Lucien con la mano extendida
-
Me alegra conocerte tío Lucien, yo
soy Alexander
Sin embargo, él no tuvo ocasión de responder porque Lucía después de
mirarlo de la forma más desagradable posible en opinión de Lucien, ya estaba
hablando de nuevo
-
Creo que no nos parecemos en nada
-
Y no hay razón para ello --
dijo él esta vez con rapidez
-
Y eres antipático
-
Pues creo que no eres tú mucho mejor
-
Con lo que queda claro que sí se
parecen -- dijo Iván ahogando la risa
-
¡No nos parecemos! --
dijeron ambos al unísono
Hasta allí les llegó la compostura a todos que soltaron una sonora carcajada
mientras las dos criaturas se
fulminaban con la mirada.
Entre tanto Sophie y Dylan habían entrado al estudio y aunque Dylan amaba a
Sophie con cada centímetro de su persona, el reciente e inesperado
descubrimiento de su paternidad hacía
que no hubiese nada que quisiese menos en ese momento que estar separado por
ningún período de tiempo de sus hijos.
-
Sophie…
-
Yo estoy tan sorprendida como tú
Dylan, hace un par de horas mientras hablaba con mi familia -- se
interrumpió al ver que Dylan esbozaba una sonrisa porque estaba imaginando el
tono de esa conversación, pero ella
decidió ignorarlo y prosiguió -- unos recuerdos que no habían estado allí
antes o al menos no en su totalidad, me hicieron darme cuenta de algo en lo que
no podía haber pensado aunque había un montón de cosas que debieron indicarme
lo obvio pero…
-
Sophie -- la
detuvo él sujetándola por los hombros
-- esto es lo más maravilloso que
me ha sucedido en la vida, no tienes que intentar justificar nada porque yo
tampoco lo imaginé ni por un solo momento, estuve muy ocupado martirizándome al
imaginarte en otros brazos, pero te juro que de haber sabido que eran míos nada
me habría detenido hasta conseguir tenerlos a los tres junto a mí -- le
dijo atrayéndola hacia su pecho
-
Ahora tengo miedo Dylan
-
¿Por qué?
-
Derek me contó acerca de Brian y de lo
que quieren hacerte
A medida que Sophie hablaba diciéndole todo aquello que le había contado
Derek y acerca de las medidas que se habían tomado para proteger a los niños,
una ira ciega se había ido formando en el interior de Dylan al darse cuenta que
todos sabían que él era el padre de esos niños y se lo habían ocultado. De modo
que aunque quería tranquilizarla, llegó un momento en el que la rabia lo superó
y apartándola salió sin que apenas Sophie lo notase y menos aun tuviese tiempo
de detenerlo.
Después de la infortunada conversación entre Lucien y Lucía, el primero se
había encaminado directo hacia donde estaban las bebidas y había despachado en
rápida sucesión varios vasos de lo que Dylan llamaba infame bebida, pero mientras él estaba absorto pensando en quién
sabía qué, los Levjaners mantenían una animada conversación con los pequeños
sizvitels y con Derek. No obstante, Alexander se interrumpió a mitad de una
frase y Lucía corrió en dirección a Lucien, solo que no llegó a tiempo y lo
próximo que vieron fue a Dylan apretando el cuello de Lucien.
-
¡Eres un cretino infeliz! -- le
estaba gritando mientras sus rojos ojos tenían un brillo demencial -- ¡No tenías ningún derecho!
-
Dylan… si me…
-
¡Cállate desgraciado! --
dijo golpeándolo contra la pared
-- ¡No vas a decirme ahora lo que
no me dijiste antes!
-
Rybik… --
intentó Iliar
-
¡Todos ustedes son unos traidores!
Sophie había llegado en carrera pero Derek la había sujetado porque sabía
que en aquel estado Dylan podía resultar directamente peligroso. Sin embargo,
fue la voz de Lucía la que pareció ejercer algún afecto en él.
-
Suéltalo haryk --
dijo la niña metiéndose como pudo entre él y Lucien
Por un momento Derek tuvo la espantosa idea de que Dylan no fuese capaz de
razonar y su hermana saliese lastimada, de modo que se movió pero fue detenido
por Iván.
-
Por favor haryk --
insistió la niña y como Sophie vio que Dylan había aflojado la garganta
de Lucien que parecía estar ahogándose, decidió ayudar
-
Dylan estoy segura que todo tiene una
explicación
-
Es tu hermano haryk --
agregó Alexander
-
Haryk es odioso pero como dice Alex
es tu hermano
Finalmente Dylan lo soltó pero abandonó la estancia a una velocidad
endemoniada e Yvaylo salió tras él al igual que Iván mientras Derek se acercaba
a Lucien para ayudarlo a ponerse de pie porque Dylan lo había lanzado a varios
metros.
-
¿Estás bien? -- le
preguntó y el asintió
-
Ahora solo tenemos que evitar que
haga una estupidez -- dijo pero se encontró con un furioso para de
ojos
-
Mi papá no es estúpido --
siseó Lucía con ira
-
Eso es muy discutible --
dijo él haciendo que Itlar cerrase los ojos con resignación
-
Acabo de salvarte pero debí dejar que
te rompiera la cabeza
-
Pues no necesitaba su ayuda señorita
-
Bueno, la próxima vez dejaré que te
mate
-
¡Lucía! --
exclamaron Sophie y Alex al mismo tiempo pero nadie pareció prestarles
atención
A pesar de la pésima situación Iliar y su hijo sintieron un maligno
regocijo y se plantearon la posibilidad casi segura de que fuese la pequeña
sizviteliani quien le rompiese su dura cabeza al orgulloso sizvitel.
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