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domingo, 10 de mayo de 2015

Cap. 54 Míos



Aunque Dylan había salido con mucha prisa no se había alejado mucho porque al parecer una fuerza invisible se lo había impedido, de modo que cuando se detuvo, los dos Levjaners casi chocan con él porque no esperaban que lo hiciese tan pronto. Dylan se había dejado caer en el suelo y había hundido la cabeza entre las manos. A pesar de que Yvaylo no poseía la habilidad de su padre, no tuvo ninguna dificultad en captar el caótico estado de las emociones y lo pensamientos de Dylan, pero decidió que había que dejar que se tranquilizase un poco antes de intentar nada, y pasados unos minutos Iván se aplicó al máximo para poner algo de orden en la energía del individuo.
Lo último que Dylan se habría podido imaginar en la vida era que hubiese sido el progenitor de aquellas dos criaturas, como le había dicho a Sophie había estado demasiado ocupado martirizándose al imaginarla en brazos de Kendall y sintiendo pena por sí mismo, lo que ahora en su opinión había sido no solo egoísta sino estúpido. Como Dylan solía juzgarse a sí mismo con escasa compasión, en esta oportunidad no fue diferente y estaba reprochándose en todos los tonos que por su enorme necedad se había perdido de los cinco primeros años en la vida de sus hijos.
-         Mis hijos  --  dijo en voz alta
Una mezcla de dolorosa felicidad embargó su pecho y sintió la enorme necesidad de tenerlos en sus brazos de nuevo, pero por encima de todo destacaba la decisión irrevocable y firme de no separarse bajo ninguna circunstancia de aquellos dos pedazos de sí mismo.
-         ¿Por qué?  --  preguntó mirando a los Levjaners
-         Hay varias razones  --  dijo Yvaylo con cautela
-         Pues pueden empezar a decírmelas porque ahora difícilmente puedan alegar desconocimiento ya que es evidente que todos lo sabían  --  dijo con una calma que se les antojó peligrosa
-         En primer lugar y quizá de manera equivocada, en atención a tu propia salud mental  --  comenzó Yvaylo mientras Iván continuaba en su empeño por mantenerlo tranquilo  --  Cuando nos planteamos la posibilidad de que fueses el padre apenas estabas haciéndote a la idea de lo sucedido, y teniendo en cuenta lo mucho que habías sufrido por ello repito que tal vez de forma errónea pensamos que era mejor que no lo sospecharas como lo estábamos haciendo nosotros.
-         Supongamos que entiendo eso  --  dijo Dylan  --  ¿Por qué no me lo dijeron cuando nacieron los niños? ¡Tenía derecho a saberlo!
-         Y nadie dice que no sea así Rybik  --  en esta ocasión fue Iván el que habló  --  pero ahora te voy a pedir que aunque sé que es difícil intentes entender la difícil situación en la que nos encontrábamos. Eres padre de unos niños muy especiales en varios sentidos, en primer término sabes lo difícil y hasta extraño que resulta que un Devrig logre concebir. Segundo, no son cualquier mydevrig, tú eres un sizvitel y por lo tanto ellos también lo son, de modo que el segundo motivo por el que se te ocultó fue por su propia seguridad.
Dylan pensó de manera por demás absurda, que ellos a su vez sustentaban la idea de que pudiese hacerle daño a sus hijos.
-         Por supuesto que no Rybik,  el problema no eres tú sino tus enemigos  --  se apresuró a aclarar Iván  --  ¿Imaginas lo que harían con esa información?
Y como ciertamente podía imaginarlo ya que sabía perfectamente que al menos Swaney lo había estado intentando todo para dañarlo a través de sus amigos, sus ojos se dilataron y fue presa del más absoluto y puro terror.
-         Hemos hecho todo cuanto nos ha sido posible en beneficio de su seguridad  --  continuó Iván  --  Milorad dio su consentimiento para que su hija Istziar se hiciese cargo de la atención y el cuidado diario de los aykeris, hay un Lovet destacado exclusivamente para protegerlos y Aleksèi se encarga de atender su salud. Además Istval se ha tomado el asunto de forma personal y viene con tanta frecuencia como le es posible, lo que ha establecido un lazo entre él y los niños que garantiza que en caso de peligro él va a sentirlo de forma inmediata. Y de manera más reciente, Iziaslav decidió que Iliar se incorporase de forma velada a la vigilancia al asignarle la tarea de proteger a Derek.
Dylan tuvo que reconocer que se habían tomado muchas molestias para brindarles la mejor protección a los niños y sintió un enorme agradecimiento hacia todos los involucrados en ello.
Yvaylo que seguía atentamente todas las reacciones de Dylan, pensó que su padre podía ser un payaso de oficio pero sin duda era el mejor en lo que hacía, ya que no solo había logrado dar una explicación razonable y que englobaba de forma sucinta y precisa lo que se había hecho y por qué, sino que al mismo tiempo había conseguido tranquilizar a Dylan.
-         Debo volver  --  dijo Dylan poniéndose de pie
-         Espera  --  lo detuvo Yvaylo  --  ¿Recuerdas lo que te dije cuando decidiste contarle todo a la vidmagy?  --  pero como Dylan lo miró con desconcierto él agregó  --  Te dije que no todo es lo que parece y que lo que sucede tiene una razón aunque no lo entendamos. Para todos fue duro tener que ocultarte algo que sabíamos tenías derecho a saber, pero lo hicimos porque fue lo que consideramos más prudente por ti y por los aykeris. Sin embargo, para nadie fue más duro que para Lucien, creo que después de lo sucedido con su madre, esto es lo más difícil que le ha tocado vivir, pero todo lo que hizo lo hizo por amor Rybik, tú eres su hermano y no tienes idea de lo duro que ha sido para él tener que callar durante estos cinco años y esforzarse para que no tuvieses acceso a sus pensamientos. Fue por tu tranquilidad que sacó a Aleksèi de Zatvor y aunque ya Iziaslav le había concedido el indulto, él lo habría sacado lo mismo en caso contrario si con ello te ayudaba de alguna manera
En ese momento Dylan recordó lo mucho que Luciano se había esforzado en mantenerlo lejos de Inglaterra y por evitar que se acercase a Sophie, y  su ira y su preocupación cuando esto había sucedido, al igual que recordó su conversación con Iziaslav y lo que éste le había dicho con relación a estar preparado y dispuesto a aceptar más de una verdad. Por el mismo camino recordó también lo duramente que había juzgado la actitud y el orgullo de Luciano al negarse a perdonar a su padre aun sabiendo que tenía razones de peso para no hacerlo y ciertamente él no tenía ningún derecho a atrincherarse en su necio orgullo por mucho menos y por algo que definitivamente habían hecho tanto en su beneficio como en el de sus hijos. De modo que asintió pero antes de regresar recordó algo y miró a Iván.
-         Dijiste que los niños son muy especiales por varios motivos  --  le dijo  --  ¿A qué te refieres exactamente?
-         El solo hecho de ser mydevrigs ya los hace especiales por lo que ya sabes, pero además de eso y para no cansarte no sé si estás al tanto de que los mydevrigs hasta que superan los quince o dieciséis años no dan muestras de su naturaleza, es decir, son en todo igual a un niño completamente humano, pero en el caso de los tuyos han dado muchas y muy variadas muestras de lo que son, de modo mi querido sizvitel que me temo que tendrás que aprender muy de prisa acerca de cómo educar a tus aykeris  --  finalizó con una sonrisa malvada
-         Bueno, les llevo algunos años de ventaja
-         Yo en tu lugar no contaría mucho con ello, por lo pronto deberías aplicarte con el idioma porque los niños parecen haber nacido hablándolo  --  dijo mientras ahogaba la risa
Así como hacía un momento Yvaylo había sentido admiración por la habilidad de su padre, en ese instante le provocaba sacudirlo porque aunque él mismo no era muy diferente, pensaba que no era el mejor momento par burlarse de Dylan.

Entre tanto en Livingstone Sophie ya comenzaba a preocuparse tanto por la abrupta salida de Dylan como por su demora.
-         ¿Derek, crees que todo está bien?  --  preguntó en voz inútilmente baja porque todos los presentes podían escucharla sin ningún esfuerzo
-         Seguro mamá
-         Mi lady  --  dijo Itlar acercándose
-         Mamá él es Itlar Drachavo  --  dijo Derek y Sophie concluyó que debía ser hermano del otro de modo que se asombró mucho al escuchar lo que dijo Derek a continuación  --  es el hijo de Iliar  --  y aunque abrió los ojos con desmesura, Itlar ignoró eso
-         Mi lady solo quería decirle que una de nuestras características es que nuestros sentimientos se magnifican  --  algo que ya Dylan le había informado  --  por lo tanto nuestras reacciones también aunque trabajamos mucho para controlarlas, pero siendo que el Rybik tiene poco tiempo siendo un Devrig  --  ¿poco? Pensó Sophie que desde su perspectiva lógicamente más de 20 años no le parecían precisamente pocos  --  aun le cuesta controlarlas, pero le aseguro que los Sesviatsky están perfectamente capacitados para evitar que sufra ningún daño
-         Gracias señor Drachavo  --  le dijo y miró a su hijo  --  Quizá sea mejor regresar a Darnley entonces y…
-         ¡No!  --  exclamaron los niños
Lucien que encontraba inmejorable la idea de Sophie, arrugó el entrecejo y apuró el contenido de su vaso.
-         De acuerdo niños, esperaremos un momento más  --  dijo ella
Los chicos sonrieron y se volvieron para seguir conversando con Iliar que al parecer les decía algo muy entretenido porque ambos reían. Sin embargo, viendo que el tiempo pasaba y Dylan no llegaba Sophie insistió
-         Niños debemos volver a casa porque se hace tarde
-         Eso no se va a poder
Lucien que al igual que los Levjaners había sentido a Dylan acercarse, cerró los ojos brevemente, respiró profundo y se giró.
-         ¡Haryk!  --  habían exclamado los niños mientras corrían hacia Dylan  --  Dile a nym mhàyr que es pronto para marcharnos  --  dijo Lucía
-         Para eso deben dejarme hablar un momento a solas con ella  --  le dijo él al oído y ambos niños sonrieron, Dylan les guiñó un ojo y levantándose se volvió hacia Sophie y la tomó por un brazo  --  ¿Vienes conmigo un momento?
Entre tanto, Lucien miraba a Yvaylo para enterarse de cómo habían estado las cosas pero en ese momento sintió una desagradable mirada y giró la cabeza. Lucía tenía sus azules ojos clavados en los suyos – algo que lo incomodaba mucho – pero en ese momento dejó de mirarlo y se volvió hacia Yvaylo
-         Eres un mentiroso  Yvaylo  --  dijo sin ninguna delicadeza
-         ¡Lucía!  --  exclamaron Derek y Alexander pero su hermana no les prestó atención
-         Vycenniani sizviteliani  --  dijo Yvaylo inclinándose ante ella  --  si de algún modo incurrí en su disgusto, le aseguro que no fue mi intención
-         ¿Por qué le dices eso?  --  preguntó Derek
-         Porque dijo que nos parecíamos a éste  --  dijo señalando a Lucien que tenía la peor de las expresiones  --  y además dijo que era porque nuestros ojos eran iguales a los suyos y no es así
-         Sizviteliani…  --  comenzó Yvaylo pero ella no lo dejó continuar
-         Ese tiene los ojos del mismo color de haryk y nosotros los tenemos como ayhyr
Iván e Iliar estaban haciendo indecibles esfuerzos por no reír de la forma más despiadada, pero hasta ellos que eran los maestros del “no me importa” sabían que eso podía costarles sus desquiciadas cabezas, y en el caso de Yvaylo buscaba frenéticamente cómo salir del lío porque lo último que quería era ganarse la mala voluntad de la volátil princesa.
-         ¿Se me permite hablar?  --  le preguntó y ella asintió  --  Cuando hablé del parecido de sus ojos, en realidad no me refería al color sizviteliani, me estaba refiriendo a la expresión  --  pero como Lucía tenía poco más de cinco años esto no le dijo mucho y seguía mirando a Yvaylo con disgusto  --  Le ruego me disculpe larsèvirier
-         Bien  --  dijo ella después de pensarlo un momento  --  pero no vuelvas a decir que me parezco a ese
-         Nunca más  --  dijo Yvaylo y ella le obsequió su primera sonrisa con lo que Yvaylo sintió un enorme alivio
-         Ciertamente es la cosa más estúpida que hayas podido decir o pensar en tu vida Yvaylo Sesviatsky  --  dijo Lucien
-         Déjalo en paz  --  le ordenó Lucía
-         Tú no me das órdenes muchachita, así que diré y haré lo que se me antoje
A pesar de que los Levjaners estaban a un paso de soltar la carcajada, Iliar recordó a tiempo que ya había visto la expresión de los ojos de Lucía en otra oportunidad y se comunicó a toda prisa con Iván.
-         Has algo, ella puede causar tanto daño como tú
Sin embargo, Derek que también lo había recordado se estaba moviendo a toda prisa hacia la niña al igual que Alexander.
-         Compórtate y respeta Lucía  --  le estaba diciendo Alex en el momento que Derek llegó hasta ellos
-         Vamos linda  --  dijo a su vez Derek sujetándola
Mientras todo esto ocurría en el salón, Dylan conversaba con Sophie en el estudio. Lo que tenía que decirle o más bien pedirle no era ni largo ni complicado, pero sí entendía que podía ser muy difícil que ella lo entendiese.
-         Sophie…
-         ¿Estás bien?  --  lo interrumpió ella
-         Nunca me había sentido tan feliz mi amor  --  la tranquilizó él  --  pero ahora necesito pedirte algo y si es necesario que suplique lo haré
-         ¿De qué hablas Dylan?  -- preguntó ella horrorizada porque no se podía imaginar a Dylan suplicando en ninguna circunstancia
-         No te los lleves  --  le dijo  --  sé que no tengo derecho a pedirte eso porque eres su madre pero… también son mis hijos Sophie y no he tenido oportunidad de…
Pero las palabras quedaron súbitamente bloqueadas en su garganta por el grueso nudo de las lágrimas, de modo que Sophie se acercó a él y acarició su rostro.
-         No tienes que suplicar lo que es tu derecho y el de ellos Dylan, pero debes estar consciente que no pueden quedarse aquí indefinidamente. Sin embargo, hoy los dejaré contigo, eres su padre y entiendo lo que sientes
Como Dylan seguía sin poder emitir sonido alguno o al menos no ninguno que fuese inteligible, la abrazó mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.
-         Gracias mi amor  --  dijo finalmente
-         No tienes que darlas, como dije tienes tanto derecho a tenerlos contigo como cualquier padre  --  él sonrió y le dio un fugaz beso
-         Ahora será mejor que regresemos o creo que nuestra hija intentará matar a Luciano  --  dijo con un asomo de sonrisa porque había estado escuchando el pleito entre aquellos dos
-         ¿Pero qué dices?
-         La verdad puedo entenderla, Luciano puede llegar a ser muy exasperante 
-         Dylan…  --  él sonrió y le dijo poco más o menos lo que estaba sucediendo  --  Bueno, no creas que tu hija es muy simpática tampoco
-         No digas eso, es adorable
-         Cuéntamelo cuando hayas estado un poco más de tiempo con ella, me recuerda de manera grosera a cierto individuo
Dylan soltó una carcajada y se encaminaron hacia el salón. De los presentes el único que se había enterado de lo conversado por la pareja había sido Itlar porque los demás estaban inmersos en el pleito entre sus altezas reales, de modo que se sorprendieron de verlos regresar tan pronto y como los niños tampoco habían prestado atención a lo que hablaban sus padres, compusieron cara de pena al escuchar a Sophie dirigirse a los Levjaners.
-         Ha sido un placer conocerlos  --  les dijo pero antes de que pudiese extender su mano los cuatro habían doblado la rodilla e inclinado las cabezas
-         Estamos a su servicio sarìevi  --  dijo Iván
-         Gracias  --  contestó Sophie con cierta incomodidad y luego con un suspiro se giró hacia Lucien  --  Le agradezco mucho todo lo que ha hecho conde, tanto por mis hijos como por Dylan
Lucien se limitó a una ligera inclinación de cabeza y todo lo que quería era que terminase de marcharse, especialmente porque tenía la peregrina idea de que con eso lo librarían de cierta pequeña y odiosa presencia, pero no tenía idea de lo equivocado que estaba en la vida.
-         ¿Madre, por qué tenemos que marcharnos tan pronto?  -- preguntó Alex
-         No quiero irme  --  dijo a su vez Lucía con expresión de rebeldía
-         Pronto va a oscurecer y… 
-         Ustedes no irán ninguna parte  --  dijo Dylan interrumpiendo a Derek y mirando a los niños  --  si lo desean y espero que sí, se quedarán hoy conmigo
El grito alborozado de los aykeris hirió dulcemente los oídos de su padre que se inclinó para recibirlos en sus brazos, mientras que los Levjaners, Sophie y Derek sonreían y Lucien se llevaba la mano a la cabeza pensando que su suerte no podía ser peor y que la vida realmente se había ensañado en su contra si ahora iba a tener que soportar a aquella pequeña amenaza. De modo que por primera vez en todos los años que llevaba junto a Dylan, pensó en la posibilidad de marcharse a toda prisa a Italia.
Los niños se despidieron de su madre y de su hermano sin el menor asomo de aprensión aunque nunca antes habían abandonado su casa ni se habían separado de su madre, y una vez que Sophie, Iliar y Derek habían salido, Alexander miró a su padre.
-         Esta es tu casa ¿no?
-         Queremos conocerla  --  completó Lucía
-         No, no es mi casa, es nuestra casa porque desde luego es tan suya como mía  --  les dijo  --  y por supuesto que voy a mostrarles lo que quieran ver
Los gemelos sonrieron complacidos mientras Dylan pensaba que nunca se habría imaginado que ser padre – algo por lo que no se había preocupado nunca – lo haría tan inmensamente feliz. Acarició los rostros que lo miraban sonrientes y pensó: Aún no puedo creer que sean míos.


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