La desesperación de Dylan por ver a Sophie había alcanzado niveles
insostenibles, ya ni siquiera Luciano podía comunicarse con él porque aparte de
haberse vuelto directamente desagradable, lo evitaba tanto como podía.
Mary también estaba muy preocupada y se había planteado la necesidad de
hacer venir a un médico porque estaba convencida de que su señor estaba
enfermo, y ese día en particular cuando Thomas fue por ella, la mujer casi lo
envía a casa solo porque no quería dejar a Dylan en aquel estado.
-
Casi no ha salido de su habitación
Tom, retiré la bandeja de la comida intacta y tampoco bajó a cenar
Thomas con algo más de sensatez le dijo a su mujer que preguntase si podía
hablar con el hermano de Dylan, de modo que Mary se fue al salón.
-
Permiso mi lord --
dijo al entrar y Lucien levantó la cabeza --
Thomas pregunta si puede usted recibirlo
Tanto Lucien como Itlar se extrañaron de aquella petición, pero Lucien
pensó que tal vez el hombre necesitaba plantear algún asunto relacionado con sus
tierras y siendo que Dylan había estado indispuesto
había decidido hablar con él, de modo que asintió.
-
Buenas noches mi lord --
saludó
-
Thomas --
dijo él -- ¿Sucede algo?
Como Thomas era un hombre sencillo, le expresó en forma sucinta los temores
de su mujer y se excusó por estar metiéndose en asuntos que tal vez no eran de
su incumbencia, pero simplemente estaban muy preocupados. Lucien entendió la
preocupación de aquellas buenas personas pero no pudiendo decirles nada que los
tranquilizase en realidad, hizo venir a Mary y de forma rápida suprimió esas
ideas y los envió a casa.
Esa noche ya bastante tarde, Dylan se incorporó en la cama con ganas de
salir corriendo. Yvaylo que aunque no estaba en la habitación con él permanecía
atento, al sentir esto subió con rapidez en el momento que Dylan salía.
-
Dylan…
Pero él lo apartó y corrió, Yvaylo fue tras él y después de algún tiempo
estaban en Illir. Los guardias de la puerta los reconocieron enseguida y
doblaron una rodilla.
-
Dhakvrevit larsèvirier -- saludaron
primero al sizvitel y luego poniéndose de pie y adoptando posición de firmes
saludaron al Levjaner -- Dhakvrevit sarì
-
Dejavrys
Dylan caminó derecho hacia las dependencias reales, pero debió ser mucho el
escándalo que llevaba y la alteración
de su energía que en cuanto entró al salón ya Iziaslav y Janos se estaban
poniendo de pie.
-
¡Rybik! --
exclamó Iziaslav
-
Señor… ¿podríamos…
-
Déjennos solos --
ordenó Iziaslav y Janos e Yvaylo abandonaron el salón de inmediato --
¿Qué sucede syn? -- preguntó mirándolo con preocupación porque en
realidad parecía muy enfermo
-
Usted me dijo que cuando sintiese que
las cosas iban muy mal solo tenía que regresar a casa y…
Iziaslav no estaba muy seguro de qué iba mal aunque podía imaginarlo, de
modo que se acercó a él y lo abrazó. Como Dylan no estaba ofreciendo ninguna
resistencia porque aparte de que sabía que eso sería inútil, no estaba en las
mejores condiciones, Iziaslav pudo ver con claridad meridiana tanto lo sucedido
como el infierno que había estado viviendo él en los últimos días y que
explicaba la extrema alteración de su energía. Sin embargo, fuera de equilibrar
la misma no podía hacer mucho más porque contra los sentimientos cualquier
batalla estaba perdida antes de ser iniciada.
Cuando Dylan estuvo más tranquilo, se sentaron y él dio rienda suelta a su
lengua. Iziaslav lo escuchó con paciencia y sabía de hecho cómo podía estar
sintiéndose ya que era un sentimiento que él recordaba bien a pesar de los
muchos años que habían pasado desde la última vez que lo había experimentado.
-
…y ahora estoy mucho peor que
antes --
concluyó
-
Te entiendo Rybik, pero la pregunta
es ¿qué quieres hacer?
-
Solo quiero verla… bueno no solo
verla --
en este punto Iziaslav sonrió
-- ¿Es que es tan malo?
-
Por supuesto que no, tú la amas y es
natural que quieras verla y estar con ella
-
¿Y entonces por qué todos se oponen a
que lo haga? -- preguntó poniéndose de pie --
Luciano me hace la vida miserable, Itlar e Yvaylo… bueno en realidad
Yvaylo ya no pero…
-
Rybik
-- lo detuvo Iziaslav --
trata de comprender, si Lucien y todos los demás se han estado oponiendo
es más que todo porque te conocen, aun no hemos olvidado tu desesperación ni la
forma como te martirizaste por lo sucedido y simplemente no hemos querido verte
pasar por lo mismo. Sin embargo, si ahora has cambiado de opinión y quieres
estar con ella sin importar nada más, entonces nadie va a oponerse, nadie tiene
ese derecho y solo nos interesa tu felicidad syn.
-
Sé que estoy siendo egoísta porque
ella tiene una familia pero no me importa, porque si ella acepta me la llevaré
muy lejos de Inglaterra.
-
No lo estás siendo Rybik, tal vez no
lo hayas notado pero dijiste si ella
acepta, esa sola frase hace la diferencia porque dice que no serías capaz
de obligarla
-
¿Entonces usted está de acuerdo?
-
Mi opinión es irrelevante, aquí lo
importante es lo que tú quieras
-
Quiero decirle la verdad a Sophie
¿Tengo su permiso?
-
No es que quieras, es que tendrás que
hacerlo, pero debes tener en cuenta que una verdad trae otra y debes estar
preparado para afrontarlas todas
-
No entiendo
-
Ahora no lo entiendes pero ya lo
entenderás
-
¿Cómo cree que vaya a reaccionar?
-
Es difícil predecir algo así, si no
lo sabemos acerca de nosotros mismos menos aún podemos predecir las reacciones
de otros, pero posiblemente mejor de lo que esperas. Tal vez en un principio se
muestre… asustada o confundida, pero es una vidmagy y por sus venas corre una
sabiduría ancestral que finalmente la hará aceptarlo con serenidad.
-
Y después de ello enfurecerá por
haberla engañado
-
No la engañaste, a veces es necesario
ocultar algunas cosas a las personas que amamos por diversos motivos, tú lo
hiciste por no causarle un dolor y por no ponerla más en riesgo de lo que ya
está por ser alguien importante para ti, de modo que eso también terminará
entendiéndolo porque te ama.
Estuvieron conversando un rato más y Dylan pensó que aunque durante los
últimos años de su vida había logrado tener una mejor relación con su padre y
sin duda lo había querido, llevaba mucho más tiempo compartiendo con Iziaslav
del que pasó con Joseph, y que a pesar de no tener el aspecto de un padre, en
realidad lo había sido para él. En ese momento Iziaslav sonrió.
-
Lamento no tener el aspecto adecuado, pero me alegra que aun
así me veas como el padre que inconsultamente yo me considero para ti
Rybik --
le dijo -- Y ahora como padre, te ordeno ir a tu
habitación para que descanses un rato y nos vemos más tarde en el desayuno --
agregó con sonrisa divertida
-- Que descanses syn
-
Dhavjà haryk --
dijo Dylan antes de salir
Iziaslav había esperado mucho tiempo para que Dylan dejase de llamarlo señor, de modo que a pesar de la
situación, lo hizo muy feliz escucharlo.
Brian había utilizado con éxito – y con ayuda de Franz – la habilidad que
le confería su condición para evitar acercarse a los gemelos, y siendo que ni
Madeleine ni Derek tenían interés en que lo hiciera, sus esfuerzos se
concentraban en Sophie. Sin embargo, era algo que no podía evitarse para
siempre y el momento llegó. Brian y Franz iban de salida cuando venía Derek con
los gemelos y fue inevitable el encuentro.
Sin duda Derek había adquirido un gran dominio de su mente porque de
inmediato la protegió y disimuló de forma inmejorable su tensión.
-
¡Ah Brian! --
exclamó y luego se volvió hacia los gemelos --
Niños, éste es nuestro hermano mayor Brian
Sin embargo, si Derek tenía un extraordinario control sobre su mente y sus
emociones, no era el caso de Brian y aunque Derek no poseía las habilidades de
los Devrigs, no era necesario para percibir el enorme caos emocional de su
hermano.
-
Niños
-- dijo a duras penas y fue lo
único que logró abrirse paso a través de su garganta
Pero lo realmente sorprendente fue lo que sucedió a continuación y para lo
que ciertamente nadie ni aun conociendo la condición de los gemelos habría
estado preparado. Alexander soltó la mano de Derek y dio un par de pasos en
dirección a Brian que instintivamente dio uno hacia atrás.
-
Si intentas hacerle algo, lo vas a
lamentar -- dijo con voz helada
No obstante, si esto de por sí ya era sorprendente, lo siguiente lo fue
mucho más porque los ojos de la pequeña Lucía adquirieron el peligroso color de
los rubíes y sin moverse ni un milímetro pero mirando con intensidad a Brian se
atrajo la mirada de éste y un segundo después el chico ahogó una exclamación y
se llevó las manos a la cabeza en evidente gesto de dolor.
A pesar de la angustiosa situación, Derek demostró una vez más su dominio
porque aun queriendo hacer algo - aunque no sabía qué - tenía muy claro que era de vital importancia
que aparentase no estar notando nada, de manera que fue Illiar quien se
arrodilló a toda prisa al lado de Lucía.
-
Ilè greykarik sizviteliani --
susurró en forma urgente -- Tú no
quieres hacer esto
-
Sí, sí quiero
Illiar se sorprendió ante aquella fría ira que le recordó en forma muy
vívida a Lucien, pero la peligrosidad de lo que la niña estaba haciendo le
recordó al mismo tiempo a su amigo Iván, y lo peor de todo era que nadie podía
hacer nada para detener aquello salvo quizá el mismo Iván.
-
Lucía ya basta
-- captó Illiar la orden de
Alexander
Sin embargo, la niña tardó aun unos segundos más en ceder y dejar de
torturar a Brian. Franz lo sujetó por un brazo y dándole una disculpa adecuada
a Derek – aun sabiendo que él estaba perfectamente al tanto de lo sucedido – lo
arrastró fuera.
-
¡Son unos monstruos! --
exclamó Brian cuando estuvieron lejos y había recuperado la capacidad de
pensar y hablar
Aquello no podía gustarle menos a Franz porque estaba hablando de sus
altezas reales y según el credo de aquellos individuos, ellos nunca hacían nada
mal aunque decidiesen matarlos a ellos mismos. De manera que aunque se
enfureció al escucharlo, tiró de toda su paciencia y acercó sus manos a la
cabeza del chico para aliviar el dolor que sabía debía estar sintiendo.
-
Cálmate Brian, y recuerda que no son
niños comunes y si perciben tu odio reaccionaran en consecuencia
Entre tanto Derek había llevado a los niños arriba e intentaba calmarse y
entender lo que había sucedido. Si bien él estaba perfectamente al tanto de lo
que eran sus hermanos y que hasta la fecha habían dado más muestras de su
naturaleza de lo que se consideraban normal para su edad – según lo que le
habían dicho – aquello sobre pasaba en mucho todo lo anterior. De modo que
después de dejar a los niños con Istziar, se fue a su habitación.
-
Illiar…
-
No tengo una explicación Derek, pero
ya sabes que con ellos nada es como suponemos y cada día parece que descubrimos
más
-
Entiendo eso pero tenemos que hacer
algo, es decir… no sé, debe haber una manera de que aprendan a controlarse
-
Normalmente somos los padres los que
debemos hacernos cargo del entrenamiento básico cuando tenemos un mydevrig,
pero es algo que no ocurre hasta que su condición comienza a manifestarse
cuando son algo mayores y tienen la capacidad suficiente para entender los peligros
asociados a nuestra particular naturaleza, y ciertamente ni Itlar, Yvaylo o
Aleksèi que son los únicos mydevrigs que conocemos, dieron muestras de su
naturaleza hasta una edad más avanzada, en su primera infancia fueron tan normales
como cualquier niño exclusivamente humano
-- le dijo Illiar y luego
agregó -- Sin embargo, coincido contigo y en cuanto
tenga oportunidad le plantearé la situación al consejo.
Derek no estaba muy contento con eso de en
cuanto tenga oportunidad, porque él pensaba que la cuestión era muy
urgente, pero igual sabía que no podía hacer nada y tendría que esperar.
Istval estaba sentado en un sillón al lado de la cama y miraba con fastidio
a Aureliè. Él estaba consciente – aunque nadie creyese eso – de que había hecho
muchas barbaridades a lo largo de su vida, pero aun así le parecía que Iziaslav
se había ensañado en su contra – algo que solo podía pensar él – al asignarle
aquella odiosa tarea. En su muy particular opinión, ya había hecho bastante
salvándole la vida a aquella niña para encima tener que cargar con ella.
-
Vaya, hasta que por fin --
dijo cuando vio que la chica abría los ojos
-
Lo apropiado sería decir buenos días ¿no?
-
Suponiendo que lo fueran y como no lo
son, entonces no
Lo que me faltaba – pensó Istval – que esta mocosa
quiera darme también lecciones de buenos modales, como si no tuviese suficiente
con Edin
-
¿Qué está haciendo aquí?
-
Aclaremos algo niña. En primer lugar
te aseguro que no es por voluntad propia, y en segundo se supone que ya puedes marcharte.
Aureliè compuso expresión de preocupación y fue relativamente fácil para
Istval acceder a sus pensamientos.
Cuando Milorad le había informado todo lo sucedido, primero no había estado
muy segura de haber entendido, a continuación había entrado en silencioso
pánico tanto por lo que le estaba diciendo él como el dolor atroz que estaba
experimentando, de modo que Milorad había procedido a calmarla. Un poco después
cuando había despertado de nuevo se convenció de que todo aquello no había sido
una horrorosa pesadilla y siendo que era una chica práctica comenzó a hacerle
las preguntas básicas a Milorad, pero mientras él hablaba ella se había fijado
en algo que el día anterior no había visto. Aquel sujeto era
extraordinariamente apuesto y le recordaba a uno que había ido con frecuencia a
su taller de costura, de modo que concluyó que por fuerza debían ser parientes.
Sin embargo, en un primer momento no se había atrevido a preguntarlo aunque más
tarde lo hizo y él sonrió.
-
No, en realidad el único lazo que nos une es que pertenecemos al mismo Clan
y aunque nos consideramos hermanos por esto, no llevamos la misma sangre. Pero
aun a riesgo de ganarme tu antipatía, sí soy responsable de haberle dado la
vida al que te transformó
-
¿Cómo dice?
-
Que fue mi hijo quien efectuó tu transformación
Aureliè no podía haberse sentido más sorprendida porque aunque no lo
recordaba bien, estaba segura que el sujeto que había discutido con su agresor
debía tener aproximadamente la misma edad del que le hablaba en ese momento, y
siendo que apenas se estaba enterando de lo que le había sucedido, no tenía ciertos detalles acerca de su nueva
condición. Durante los días siguientes, Milorad con infinita paciencia en
opinión de Aureliè, le había ido explicando el origen de su raza y sobre todo quién era ella. Aureliè había pasado por
distintos estados de ánimo durante el relato y si bien finalmente entendió que
eran hijos de una maldición, también le pareció que no eran malas personas, o
al menos Milorad no lo era. Sin embargo, cuando conoció formalmente a Istval
estuvo a punto de cambiar de opinión, pero luego se dijo sensatamente que entre
ellos al igual que entre el género humano, debía haber diferencias y de hecho
Milorad aunque sin mucho detalle le había explicado la existencia de los otros
clanes y que no todos eran buenas personas. No obstante, a Aureliè no le
cuadraba mucho que ese individuo hubiese salvado su vida y ahora se portase
como si la detestara. Pero hizo eso a un lado y se planteó algo que hasta el
momento y como había estado recibiendo tanta información acerca de su nueva
condición, no se había planteado. ¿Qué haría ahora? ¿Podría volver a su vida de
antes?
-
No, no puedes hacerlo o al menos no
de momento -- dijo Istval
Esto también era algo que ya sabía porque Milorad se lo había informado, a
pesar de que se suponía que por su sangre no les resultaba fácil ver lo que
ella estaba pensando, siempre era una posibilidad porque eso formaba parte de
las habilidades otorgadas por su naturaleza.
-
¿Por qué no? --
preguntó
-
Porque hay muchas cosas que debes
aprender primero
Aureliè recordó en forma vaga que Milorad le había mencionado algo acerca
de un entrenamiento y supuso correctamente que a eso se refería Istval.
-
Entiendo que debo aprender algunas
cosas, pero ¿dónde iré entonces?
-
Vendrás a mi casa conmigo
Ella abrió los ojos con desmesura porque aquello no podía considerarlo más
impropio, ella era una chica y él era un hombre, de manera que eso estaba fuera
de consideración.
-
Escucha niña, tendrás que modificar
algunos de tus pensamientos para vivir en nuestro mundo
-
Disculpe pero no creo que ni en este
ni en ningún otro mundo, esté bien que una mujer resida en la misma casa con un
individuo que no es su pariente
-
Veamos, si te pones extremista
entonces considera que a la larga sí lo somos, porque ahora eres una
Yaroslávich y siendo que yo también lo soy, eso nos hace parientes
A Aureliè aquella le parecía una explicación por demás absurda, pero pronto
descubriría que con aquel sujeto no se podía discutir y menos aun razonar.
-
Bien, si haces el favor de salir de
la cama podremos marcharnos
-
De veras creo que…
-
¡Kandly! -- la
interrumpió él -- No tengo tiempo para perderlo, así que date
prisa
Dicho esto abandonó la habitación, pero no podía encontrarse con nadie peor,
porque Irakli y Hani eran los individuos
menos misericordiosos después de Iván e Illiar a la hora de hacerle la vida
miserable al prójimo.
-
Creo que vas a disfrutar mucho de tu
nuevo rol de niñera, jefe -- dijo
Hani ahogando la risa
-
Un cambio brusco e inesperado pero
decididamente divertido diría yo -- dijo Irakli -- al menos para nosotros
Ambos estallaron en sonoras carcajadas mientras Istval se planteaba seriamente
suicidarse, el gran problema era que a menos que encontrase la forma de separar
su discutida cabeza del resto del cuerpo, no tenía muchas posibilidades de eso.
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