Patrick, Andrew y los Lovets que habitualmente custodiaban la periferia de
Darnley, percibieron la repentina concentración de presencia Devrig en los
alrededores, y aunque se habían acostumbrado a que en aquellas tierras los
había en demasía, teniendo en cuenta los recientes sucesos, enviaron un urgente
mensaje a Livingstone para que viniesen los demás.
Istziar también había escuchado a Brian y había corrido hacia la puerta,
pero con algo más de retraso que Aleksèi había percibido la presencia de una
cantidad de Devrigs que de ninguna manera se suponía que estuviesen allí. De
forma casi inconsciente pensó en su padre y en sus hermanos, pero seguidamente
en Derek, así que se acercó a toda prisa a la cama y lo sacudió con violencia.
-
¡Derek! --
exclamó -- ¡Derek despierta!
A la velocidad del rayo se desplazó hacia la jofaina, la alzó y volvió
derramando su contenido sobre el chico que se incorporó sacudiendo la cabeza.
-
¿Qué demonios…
Sin embargo, y a pesar de que Derek no era un Devrig, esto no era necesario
porque ya las pisadas eran perfectamente audibles así como gritos procedentes
no sabía de dónde. Afortunadamente el sedante que le había administrado Aleksèi
no era especialmente fuerte y solo buscaba proporcionarle algo de descanso, de
manera que después del baño helado Derek
recuperó el dominio sobre sus sentidos y se incorporó a toda velocidad.
-
¡Derek son Devrigs! --
advirtió Istziar con urgencia
Derek tenía pocas dudas de que así fuera porque estaba seguro que nadie más
iba a atacar su propiedad, de manera que buscó a toda prisa el Dykari que le
diese James en una oportunidad anterior y que él había conservado a buen
recaudo y corrió hacia la puerta.
A muchos kilómetros de allí Istval y los ZD que acababan de vérselas con un
grupo de rezverevied, terminaban de matarlos cuando Istval sintió una repentina
señal de alarma y sin detenerse a informar nada a nadie emprendió la veloz
carrera. Como sus compañeros estaban acostumbrados a aquel comportamiento,
corrieron tras él y durante el trayecto lo escucharon maldecir enfurecido y
esto se debía a que acababa de percibir de forma clara que su hermana no solo estaba
en peligro sino que lo había llamado y solo podía haber una razón para ello,
así que imprimió aun mayor velocidad. Cuando llegaron a Darnley el lugar estaba
minado de Devrigs que se batían con los Lovets que estaban apostados en
Livingstone y que habían sido alertados por los que montaban guardia en
Darnley. No obstante, Istval determinó con rapidez que eran demasiados y por muy
hábiles o rápidos que fuesen él y sus hombres tendrían pocas posibilidades de
detenerlos, así que cursó un urgente mensaje tanto a su hermano y a su padre como Iván mientras se metía de llenó
en la refriega.
En cuanto Boris había percibido el ataque, extrajo su Dykari y se preparó
para hacer frente a quien cruzase la puerta de la habitación de los niños y a
matar a cualquier extraño, pero en realidad no la cruzaron sino que la
derribaron y prácticamente le cayeron encima a Boris.
Istziar que había salido tras Derek, no se había detenido porque al ver a
los Devrigs que se dirigían a la habitación de los aykeris había corrido en
aquella dirección. Si bien era cierto que su padre y sus hermanos le habían
dado órdenes precisas de desaparecer en caso de conflicto, Istziar era una
Korsacov de los pies a la cabeza y aparte de amar a los aykeris porque había
estado con ellos prácticamente desde que habían nacido, también subsistía el
hecho de que aquellos niños eran sus sizvitels y eran la adoración de Derek. De
modo que aunque no poseía un Dykari, lo que sí tenía era mucho valor y muchos años ya que era
una itsliev y esto se traducía en cierta ventaja física sobre la mayoría de
aquellos desdichados, así que aplicó todo lo aprendido al ser hija y hermana de
Levjaners y comenzó a abrirse paso arrancando cabezas sin ningún miramiento.
No obstante, cuando finalmente llegó a la habitación el panorama era
aterrador, aquellos salvajes casi habían destrozado a Boris y se encaminaban a
las camas de los aykeris. Istizar corrió con el único objetivo de proteger a
los niños, pero eran demasiados y la atacaron sin darle casi ninguna
oportunidad para defenderse y lo último que escuchó fue el grito desesperado de
Derek.
Madeleine que había salido tras Aleksèi, a duras penas intentaba abrirse
paso hacia la habitación de Sophie, pero el pasillo estaba prácticamente
bloqueado por aquellos indeseables, de manera que extrajo del bolsillo de su
falda un cuchillo que se había acostumbrado a llevar y se hizo una herida en la
palma de la mano. A continuación comenzó a apartar a los que le bloqueaban el
paso que comenzaron a caer al ser tocados por ella.
-
¡Saint-Claire! --
gritó alguien al notar lo que estaba sucediendo y los que estaban más
cerca se apartaron a toda velocidad
Phillipe no había tenido intenciones de dormir, pero al recostarse a
descansar un poco el sueño lo había vencido. Sin embargo, fue sacado de aquel
ligero sueño al escuchar los gritos y las carreras, de modo que aferró su daga
y corrió hacia la puerta para encontrarse con aquel desastre, pero siendo como
era un individuo decidido, se metió en la pelea y cuando vio caer a uno de los
Devrigs que lo había herido, recordó que él
era un arma peligrosa en contra de los muy desgraciados, así que actuó de forma
similar a Derek en una pasada oportunidad pasando su daga sobre la herida y a
continuación comenzó a clavarla sin buscar precisión ya que ésta no era
necesaria y bastaba con que apenas los tocase. Al igual que había sucedido con
los que estaban más cerca de Madeleine, en cuanto los infelices notaron quién
era el que los estaba matando dieron la voz de alarma y quedaron
momentáneamente paralizados, lo que le dio cierta ventaja a Aleksèi a Andrew y
a Patrick para exterminar a una buena cantidad y los Lovets que habían logrado
abrirse paso hasta el piso superior vinieron en su ayuda.
Sin embargo, dos gritos igualmente aterradores, uno que Phillipe identificó
como de Madeleine y otro como de Derek, casi paralizaron el corazón de Phillipe
que no sabía hacia dónde correr.
Cuando Derek llegó hasta la habitación de sus hermanos, vio con horror a
Istziar bañada en sangre y desvaneciéndose al tiempo que dos sujetos tenían
suspendidos sus nelegasis sobre los cuerpos de sus hermanos.
-
¡No!
-- había gritado Derek
Pero aquello no iba a detenerlos y Derek vio que los malditos puñales
seguían la trayectoria que habían iniciado, de manera que se lanzó en aquella
dirección pero no logró llegar porque fue violenta y brutalmente atacado por
todos los que estaban allí. Si bien era cierto que el dolor que experimentó
superaba en mucho a cualquier otro que hubiese sentido en su vida, no se
comparaba con el que partió su corazón al ver que aquellos desgraciados hundían
sus nelegasis en los cuerpos dormidos e indefensos de sus hermanos. Derek
sintió que su corazón se abría a la mitad, sabía que estaba muriendo y no había
nada que pudiese hacer, lo lamentó por Istziar y por su madre, y jamás pensó
que la última imagen que verían sus ojos sería la de los cuerpos inertes de sus
hermanos.
Iván, Anatoly y Darko habían logrado restablecer las funciones vitales de
los sizvitels, mientras que Milorad, Iliar y Kireg equilibraban las energías de
Iyul e Iziaslav que si bien no habían caído como Lucien y Dylan, sí habían
perdido momentáneamente la movilidad y se les dificultaba respirar. Los demás
habían ayudado en el proceso concentrando sus energías para hacerlo todo más
rápido y una vez que estuvieron recuperados reanudaron la carrera. En cuanto
llegaron a Darnley se abrieron paso de manera violenta y los desdichados que
tuvieron la mala suerte de atravesarse en el camino del soberano y de sus
altezas reales, fueron destrozados de forma salvaje.
Yvaylo y Darko calcinaron sin apenas agitarse a buena parte de los
atacantes mientras que Milorad y Aritz extinguieron el fuego desatando una
furiosa tormenta dejando despejado el camino para acceder al castillo.
Itlar y Edin que se habían dirigido hacia la periferia de la propiedad por
donde parecían estar llegando más
Devrigs, decidieron ahorrarse mayores esfuerzos y desataron un tormenta
eléctrica y los rayos comenzaron a impactar sobre los infelices que estaban
llegando.
Istvan que iba al frente junto con Iván, no hizo uso de su especial
habilidad sino que estaba destrozando cuerpos con la pura fuerza de sus manos y
que era lo que le había valido la fama de ser uno de los Devrigs más peligrosos
existentes, mientras que Iván si bien no era menos peligroso con las manos, su
mente era un arma mortal y los mal nacidos aquellos caían a su paso con los
cerebros destrozados.
Istval y los ZD habían dejado una estela de cadáveres en la entrada oeste
del castillo y finalmente habían logrado acceder a él, pero lo único que Istval
parecía querer era llegar hasta la habitación de los aykeris y asegurarse que
tanto ellos como su hermana estaban a salvo, pero una vez dentro y por estar
concentrado en su destino final de no haber sido por Irakli y Hani y aunque
sabían que eso no iba a matarlo, casi termina con un nelegasi en su cuello. Sin
embargo, los chicos habían actuado con prontitud evitando que el desgraciado lo
alcanzase y continuaron el ascenso, pero nada los habría preparado para hacer
frente a lo que les esperaba.
Si bien Phillipe había quedado momentáneamente paralizado por lo gritos de
Derek y Madeleine casi fue derribado por un violento temblor seguido de una no
menos violenta corriente de aire que casi calificaba en el renglón de tornado porque
los cuadros, trozos de muebles, mesas y
armaduras que habían sido parte de la decoración del amplio corredor, salieron
despedidos en todas direcciones. Todo aquello había sido ocasionado lo primero
por Iliar y lo segundo por Istvan con el fin de detener a los Devrigs que
ascendían por las escaleras frontales hacia el piso de las habitaciones. Istavl
y los ZD se habían abierto paso por las escaleras de servicio e ignorando ambos
fenómenos continuaron su camino.
La familia real por su parte, también había logrado acceder al castillo y
del mismo modo que Istval y su grupo ignoraron el violento estremecimiento y
apartaron a golpes los objetos que volaban en su dirección para continuar el
ascenso, pero mientras Dylan e Iyul se detuvieron en la habitación de Sophie,
Iziaslav y Lucien continuaron hacia la de los niños, pero tanto Iyul como
Iziaslav tuvieron que sostener a Dylan y a Lucien respectivamente porque ambos
y antes de llegar a sus destinos se habían llevado de nuevo la mano al pecho.
Madeleine que había sido la primera en lograr llegar a la habitación de
Sophie se había quedado paralizada en la puerta y había lanzado el mismo grito
que Derek.
-
¡No!
-- pero antes de que pudiese moverse fue apartada sin mucha delicadeza
por Dylan
Iyul que iba junto con Dylan sintió una ira indescriptible al ver lo que
Kendall acababa de hacer, pero la de Dylan era muy superior y estaba acompañada
además de un dolor como nunca había sentido en su vida al ver a Kendall con una
hoja de acero ensangrentada y el pecho Sophie vestido de un aterrador carmesí.
-
¡Sophie! --
logró articular Dylan sobreponiéndose al enorme dolor
-
¿Qué haces en mi casa traidor? -- le
gritó Kendall
Sin embargo, Dylan lo ignoró y caminó directo hacia Sophie pero obviamente
Kendall no estaba dispuesto a ser ignorado y se interpuso en su camino.
-
Cuando me diste esto --
dijo señalando el arma que aun sostenía en su mano -- me
dijiste que me asegurase de usarla en alguien de sangre tan noble como
ella --
y sin más trámite hundió la hoja hasta la ornamentada empuñadura en el
corazón de Dylan
Aunque Madeleine y Phillipe sabían que Kendall estaba muy lejos de poder
matarlo de aquella forma, al menos en el caso de Madeleine que estaba demasiado
alterada no pudo evitar emitir un grito e Iyul la sostuvo porque parecía a
punto de desvanecerse.
-
Espero que encuentres tu sangre lo
bastante noble, amigo --
dijo Kendall mientras veía la sangre manchando la camisa de Dylan --
porque definitivamente la de ella no lo era --
dijo señalando con desprecio a Sophie
Tal vez y solo tal vez, si Kendall no hubiese dicho aquello último, habría
sido posible que Dylan encontrase el modo sino de perdonarlo, al menos de tener
cierta consideración, pero si bien era capaz de soportar cualquier cosa en su
contra no así en contra de Sophie, de modo que aferró la empuñadura y extrajo
la hoja de su pecho.
-
Acabas de demostrar que tú posees una
mucho menos noble que cualquiera, pero ignoraré ese hecho -- y
acto seguido la hundió en el pecho de Kendall
-
¡No!
-- gritó Brian, pero se vio
impedido de moverse por los fuertes brazos de Aleksèi
-
Dylan… ¿por qué? -- preguntó Kendall mientras lo miraba con los
ojos desorbitados
-
Renuncié a la mujer que amaba por
amor a ti a quien siempre consideré mi hermano, hice cuanto estuvo a mi alcance
por mantenerme alejado y habría estado dispuesto a hacerme a un lado de nuevo
si ella te hubiese amado y si la hubieses respetado. Pero acabas de demostrar
que nunca mereciste el amor de ninguno de los dos
A pesar de que Kendall estaba muriendo, no pudo dejar de notar algunas cosas, pero siendo que ya no
habría necesidad de explicaciones nadie se molestó en darlas.
-
Dylan… --
todos giraron la cabeza hacia la cama y Dylan se precipitó hacia ella
-
¡Aléjate infeliz! --
vociferó Brian
-
¿Sabes quién soy? -- le
preguntó Iyul acercándose a él
-
¡No me interesa!
-
Pues debería imbécil, porque soy el
que puede matarte aquí y ahora y sin dar explicaciones, así que cierra tu sucia
boca si tienes esperanzas de vivir
Phillipe y Madeleine estaban al otro lado de la cama y en ambos casos estaban
destrozados.
-
Sophie por favor --
pidió Dylan en tono suplicante
-
Me… diste tu palabra…
-
Sí pero…
-
Y yo… confío… en ti
Los ojos de Dylan parecían ardientes cataratas por donde se desbordaba un
dolor demencial.
-
Cuida… a los niños… y… diles que… los
amo --
con esfuerzo intentó mirar a su padre
-- Papá…
-
Aquí estoy linda --
dijo Phillipe con todo el valor que pudo reunir
-
Papá… Derek…
-
No te angusties linda, yo me haré
cargo de todo
-
No… fue tu culpa --
dijo Sophie mirando a Madeleine que lloraba con desesperación -- me…
lo quitó
Si bien ninguno de los presentes sabía de qué hablaba, Madeleine sí y sintió
una enorme ira aunque esta no superaba el dolor.
-
Te amo Dylan
-
Y yo te amo a ti desde el primer día
y lo seguiré haciendo hasta el último
-
Algún… día… mi amor --
dijo mirando a Dylan
-
No Sophie, no --
dijo él con desesperación -- Déjame… ¿Sophie? ¡Sophie, no!
Phillipe hundió el rostro entre las manos, mientras que Madeleine sentía
como si le estuvieran hundiendo un puñal a ella también. Iyul había cerrado los
ojos en cuanto había percibido el último aliento de Sophie consciente de que ya
no había nada qué hacer, en tanto que por las mejillas de Aleksèi se deslizaba
una solitaria lágrima porque él también había esperado que en último momento
ella aceptase que Dylan efectuase la transformación, pero no sucedió. Y sin
duda el caso más extremo era el del propio Dylan. Él había experimentado muchas
clases de dolor y de miedo a lo largo de su vida, cuando era un niño sintió
dolor al no sentirse querido por sus padres, sintió miedo al crecer
prácticamente abandonado, el dolor volvió a atenazar su corazón cuando murió
Joseph que en los últimos años de su vida se había convertido en el padre que
no había sido cuando él era un niño. También había experimentado el dolor
físico en mayor o menor medida cuando fue transformado y luego en las
oportunidades en las que había estado enfermo o había sido brutalmente atacado,
pero ninguno de ellos por separado ni aun uniéndolos todos, podrían alcanzar la
intensidad del que estaba sintiendo en ese momento. Había traicionado a su
amigo de toda la vida, al que había querido como a un hermano y no solo lo
había traicionado sino que acababa de matarlo, y la mujer que lo era todo para él ahora yacía
inerte en sus brazos. Su obnubilado cerebro parecía no estar registrando que
ese mismo amigo era el que había intentado matarlo y el que le había quitado la
vida a la mujer que amaba, pero en realidad eso carecía de importancia en ese
momento porque ambos estaban muertos. Aquel espantoso dolor traspasaba las
fronteras de la piel y se hundía en lo más profundo de su ser destrozándole el
alma, de manera que tal vez Kendall no había podido matarlo pero del mismo modo
le había quitado la vida.
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