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domingo, 10 de mayo de 2015

Cap. 59 Ymharyk



Dylan se había sentido preocupado la noche anterior por la intempestiva marcha de Luciano y porque éste no había regresado, no obstante, Yvaylo lo había tranquilizado diciéndole que recordase que Itlar estaba con él, pero aun así Dylan pasó prácticamente toda la noche despierto y teniendo en cuenta que la noche anterior tampoco había dormido porque se la había pasado contemplando el sueño de sus hijos, cerca de las cuatro de la mañana se había recostado en su cama a descansar un rato y se había quedado dormido.
Sin embargo, tuvo un brusco y muy escandaloso despertar cuando su hija literalmente le cayó encima.
-         ¡Kasny din haryk!  --  exclamó llenándolo de besos
-         Buenos… días… linda  --  saludó él intentando respirar porque Lucía estaba encima de su pecho y lo asía por el cuello
-         Lucía quítate de encima  --  le dijo su hermano  -- Buenos días papá
-         Buenos días hijo  --  lo saludó Dylan cuando a su hija le pareció oportuno soltarlo
-         Levántate haryk, prometiste llevarnos a la villa, a donde jugabas cuando eras niño y…
-         Espera, espera  --  la detuvo él  --  vamos a cambiar un poco los planes  --  y la niña compuso cara de disgusto  --  créeme, va a gustarles mucho
Una vez que Dylan se hubo aseado y cambiado de ropas mientras sus hijos brincaban y registraban todo en su habitación dejándola en completo desorden, bajaron a desayunar, los niños saludaron a Yvaylo y Dylan lo miró pero Yvaylo negó.
-         No te preocupes haryk, estamos mejor sin él  --  dijo Lucía aunque ellos no habían dicho nada
Estaban terminando de desayunar cuando llegó Aleksèi. Los niños saltaron de sus sillas y corrieron hacia él.
-         Veamos jovencitos, eso de marcharse sin decirme nada me rompió el corazón  --  les dijo
-         No es cierto  --  dijo Lucía sonriendo
-         ¿Ah no?  --  preguntó él en tono ofendido, pero Lucía se le quedó mirando unos segundos antes de volver a hablar
-         Ni siquiera estabas pensando en nosotros  --  y a continuación apareció la ya muy conocida sonrisa maligna  --  ¿Vas a cambiarme por… esa zhytsanì?
Aleksèi abrió los ojos con desmesura porque aunque él mejor que nadie estaba al tanto de las habilidades de los aykeris, Lucía siempre se complacía en molestarlo.
-         Escuche señorita…  --  pero ella estaba riendo
-         Es bonita pero no es para ti Alek
Yvaylo y Dylan estaban a medio camino entre la diversión y la sorpresa, llegando a la rápida conclusión de que la pequeña sizviteliani realmente disfrutaba mortificando al prójimo.
-         Ya basta Lucía, déjalo en paz  --  dijo Alexander
Después de eso Aleksèi se incorporó y Dylan se le acercó.
-         Gracias Aleksèi, tanto por haber ayudado a traerlos al mundo, como por el esmero con el que los has cuidado
-         No tienes por qué darlas, solo cumplía con mi obligación
-         No es cierto otra vez  --  dijo Lucía  --  Confiesa, nos amas  --  todos rieron y Aleksèi la alzó en brazos
-         Y debo estar muy loco para amar a una kandly que se empeña en hacerme la vida miserable  --  le dijo, pero Lucía rió y le estampó un sonoro beso en la mejilla
Fueron al salón y después de revisarlos, Aleksèi dijo que estaban perfectamente bien y los niños sonrieron.
-         Bueno ya podemos irnos ¿no?  --  dijo Lucía
-         ¿Y a dónde se supone que va usted zhytsanì?  --  preguntó Aleksèi y ella miró a su padre
-         Vamos a Illir
-         ¿Qué es Illir?  --  preguntó Alexander
-         Ya lo verás  --  le dijo él
-         Sugiero que los abriguen bien sarì  --  dijo Aleksèi  --  Aun están pequeños y esas temperaturas podrían afectarlos
-         ¿Crees que es mejor que no vayan?  --  preguntó Dylan con preocupación y los niños miraban alternativamente a uno y a otro
-         Pueden ir pero abrigados como es debido, aunque no es lo usual como ya debes saber, ellos han dado muestras de su condición mucho antes de lo esperado y la cuestión de las temperaturas es una de ellas, la buena noticia es que parecen estar habituándose por sí mismos. Inicialmente Alexander huía del sol porque se le enrojecía la piel, y en el caso de Lucía era el frío lo que más la afectaba, pero como dije ya lo manejan mejor.
Dylan miró a los niños y pensó que necesitaría sentarse a hablar con Aleksèi para que lo pusiese al tanto de muchas cosas.
-         No te preocupes, aunque nos han sorprendido en muchas ocasiones, son muy sanos
Dylan volvió a agradecerle y Aleksèi se despidió. Dylan subió con los niños y buscó entre las cosas que había traído Boris y por fortuna había abrigos de piel, de modo que se los colocó y estuvieron listos para partir. Dylan alzó a Lucía pero cuando Yvaylo se proponía alzar a Alexander éste se hizo para atrás.
-         Puedo ir solo  --  dijo el chico
Yvaylo se detuvo y miró a Dylan porque Alexander era un sizvitel y no podía tocarlo sin su autorización, de manera que Dylan volvió a colocar a Lucía en el piso y se acercó a hablar con su hijo.
-         A ver hijo, estoy seguro que no necesitas ayuda, pero el lugar al que nos dirigimos está muy lejos, así que por eso es mejor que Yvaylo te lleve
-         No papá, yo puedo hacerlo solo  --  insistió el niño
-         ¿Me permite sarì?  --  preguntó Boris y Dylan lo miró asintiendo
-         Iuv larsèvirier es muy rápido, así que es posible que pueda hacerlo
-         Puede ser rápido ¿pero tan rápido?  --  preguntó Dylan  --  y aun suponiendo que lo fuese, no sabe a dónde vamos
-         Puedo seguirte papá
-         Daviariv nè vi haryk [1]  --  dijo Lucía
Dylan se llevó la mano a la sien porque este asunto de ser papá como que era más complicado de lo que creía, y para completar no siempre entendía lo que le decía su hija, pero como tenía que prestarle atención a ambos miró a la niña.
-         ¿Cómo dices linda?  --  y ella lo miró con extrañeza
-         Dice que confíes en él  --  aclaró Yvaylo
-         De acuerdo  --  dijo Dylan finalmente con un suspiro resignado  --  Haremos lo siguiente, le darás la mano a Yvaylo solo para que pueda guiarte, pero si en algún momento sientes que…  --  pensó un momento cómo decirlo sin que sonase demasiado mal  --  si sientes que estás cansado, dejarás que Yvaylo te lleve ¿está bien?
Aunque Alexander no estaba muy satisfecho con aquello decidió aceptar,  extendió su mano y mientras Dylan alzaba de nuevo a Lucía, Yvaylo sujetó la mano de Alexander y se inclinó un poco.
-         Estoy seguro que puede hacer esto larsèvirier, pero es mejor no mortificar a su padre ¿no cree?  --  le dijo guiñándole un ojo y el chico le sonrió
Partieron e independientemente de lo que Dylan hubiese podido creer o esperar, ciertamente su hijo consiguió llegar y cuando se volvió para mirarlo,  Alexander sonreía satisfecho. Sin embargo, no pudieron decir nada porque Lucía había lanzado una exclamación al ver el palacio, de modo que se encaminaron a la entrada.
Dylan e Yvaylo sonreían con diversión al ver las caritas de los niños, y era la primera vez en los últimos tres días que Lucía había estado silenciosa por tanto tiempo. Al llegar a las puertas los Havariks que estaban de guardia doblaron la rodilla e inclinaron la cabeza.
-         Dhakvrevit sizvitel
-         Kasny din dejavrys  --  saludó él y ellos se pusieron de pie adoptando posición de firmes para saludar a Yvaylo   
-         Dhakvrevit sarì
-         Dejavrys  --  dijo él y entraron
El mayordomo saludó de igual manera a Dylan y abrió los ojos con desmesura al ver a los niños, pero como nadie fuera de los miembros del Adestrarshy y algunos del Arkel habían sido oficialmente informados de la existencia de los aykeris, el hombre se abstuvo de cualquier saludo ceremonial aunque no tenía ninguna duda de quién era el progenitor de los pequeños.
El mayordomo les informó que Iziaslav estaba en su salón particular y aunque Lucía y Alexander parecían querer detenerse a verlo todo, Dylan decidió que luego tendrían tiempo para ver lo que quisiesen.

Iziaslav estaba en compañía de Milorad esperando que Janos les avisase cuando Lucien estuviese en condiciones en el momento que entraron Mirsad y Goran, sus consejeros.
-         Dhakvrevit Sozdatel’  --  saludaron ambos  --  Sarì, los Devrigs citados para hoy esperan en el salón real  --  dijo Goran, pero Iziaslav de lo último que tenía deseos ese día era de escuchar lo que en su opinión y mayormente eran peticiones absurdas
-         ¿Hay algo que realmente…
Su intención era preguntar si había algo de verdadera importancia, ya que sus consejeros estaban en la obligación de tener una idea de las razones por las que se solicitaban las audiencias. Sin embargo, se había interrumpido con brusquedad al sentir la presencia de Dylan, y cuando giró la cabeza hacia la puerta ésta se estaba abriendo pero ni Dylan ni Yvaylo ni el azorado Boris que nunca había estado en el salón privado del sozdatel’, tuvieron ocasión de saludar apropiadamente porque los aykeris apenas habían asomado sus pequeñas cabezas, habían proferido un grito muy parecido al que habían lanzado el día que habían visto a su padre por primera vez.
-         ¡Ymharyk! [2]  -- exclamaron y corrieron hacia Iziaslav
Goran y Mirsad tuvieron que hacerse a un lado con la mayor de las prisas o habrían sido aparatosamente atropellados por los niños, y en el caso de Iziaslav apenas si tuvo tiempo para inclinarse y recibirlos en brazos.
Si bien para Dylan la emoción y la sorpresa de ver a sus hijos casi lo había llevado a sufrir un colapso, a Iziaslav no le estaba yendo muy diferente, porque aunque en su caso sabía de la existencia de los niños, ciertamente no esperaba conocerlos hasta mucho después y menos aun que los niños tuviesen aquella emocionada reacción, de modo que el corazón de aquel individuo estuvo a punto de dejar de latir y luego comenzó a hacerlo en forma violenta mientras estrechaba a los aykeris contra su pecho y abundantes lágrimas comenzaron a resbalar por su rostro.
Milorad tuvo que hacer circular una corriente de energía para que los consejeros aparte de cerrar sus bocas, adoptaran la adecuada posición de respetuoso saludo ante sus altezas reales.
Después de unos cuantos minutos durante los cuales Dylan aunque había doblado la rodilla como todos, mantenía en alto la cabeza viendo con enrome emoción y una satisfacción aun mayor la escena, Iziaslav se separó un poco para mirar bien a los niños.
-         Levyiram ev avary nym kicyks sizvitels [3]  --  les dijo
-         Dhavjà Ymharyk  -- contestaron ambos muy sonrientes
Posiblemente Iziaslav quisiese decir otras muchas cosas pero tenía la garganta bloqueada y solo podía mirar aquellos dos pequeños rostros con algo cercano a la adoración, y quizá lo más impactante para él estaba siendo ver sus propios ojos en los otros dos pares, porque los hijos que había tenido con Gianna todos habían heredado el color de los ojos de su madre, y en el caso de los que había tenido con Seren si bien los habían tenido iguales a los suyos, hacía demasiados años que habían muerto.
Sin embargo, si él no podía hablar no era el caso de Lucía que ya estaba diciendo cualquier cantidad de cosas y para consternación de Dylan en apresurado devriúrik, de manera que Iziaslav hizo un enorme esfuerzo y les sonrió.
-         Esperen un momento por favor  --  les dijo y caminó hacia Dylan  --  Rybik levántate de inmediato y si vuelves a inclinarte ante mí una vez más…  --  pero no finalizó porque en cuanto él estuvo de pie lo envolvió en un fuerte abrazo  --  Dhavjà syn, jei prav nipravy zviel kasny  [4]
A pesar de que Iziaslav nunca le hablaba a Dylan en devriùrik, en esta ocasión le ganó la emoción y no prestó atención a eso, pero aun así Dylan entendió y sonrió.
-         No podía ser de otra manera athayr, tenías tanto derecho como yo a verlos, así que estoy contento de haberlo hecho
Después de eso Iziaslav pareció reparar en que había otras personas allí y los niños los estaban mirando con curiosidad por lo menos a tres de ellos.
-         Pueden levantarse  --  les dijo
-         Dhavjà sarì  --  dijeron ellos
-         Hoy no atenderé a nadie  --  les dijo a los consejeros 
-         Ak sarì  --  asintieron ambos y salieron a toda prisa
-         Niños, éste es Milorad  y es…
-         El padre de Istziar  --  completó Alexander sin saber si era eso lo que iba a decir Iziaslav  --  estuviste una vez en casa pero no nos hablaste
-         Biagyzlim nym sarì  --  se excusó Milorad  --  pero no estaba autorizado para hacerlo
-         ¿Rybik, pueden quedarse hoy en Illir?  --  preguntó Iziaslav
-         Dí que sí haryk  --  dijo Lucía mirando a su padre
-         Por favor papá  --  pidió Alexander
-         Como creo que somos más contra ti Rybik, está decidido  --  dijo Iziaslav con sonrisa divertida, aunque Dylan no había tenido intención de negarse  --  Milorad, cita al consejo para esta noche en el salón real, quiero que conozcan a los niños
-         Ak sarì
Milorad se despidió y cuando iba de salida venía entrando Iyul que se quedó paralizado en la puerta, pero Dylan lo sacó de la sorpresa.
-         ¡Iyul!  --  exclamó caminando hacia él y abrazándolo
-         Dyrthàir  --  dijo él en forma distraída
-         ¡Vaya! Casi podría pensar que no te alegra verme
-         No digas tonterías  --  dijo él pero seguía mirando a los niños
-         Creo que pierdes popularidad ante tus hijos Rybik  --  bromeó Yvaylo
-         Bien, supongo que tendré que acostumbrarme  --  y se volvió hacia ellos  --  Niños, él es su tío Iyul
-         ¡Ilè holls dumi Jhains!  --  exclamó Iyul  --  ¡Son idénticos a ti!
Y mientras Dylan y los demás reían de la expresión de Iyul, ambos niños se acercaron aunque Alexander lo hizo más de prisa que Lucía que lo hizo más despacio y  miraba a Iyul con las cejas unidas evidentemente por el parecido físico con Lucien.
-         Me alegra mucho conocerte tío  --  estaba diciendo Alexander a un todavía sorprendido Iyul, pero que se había agachado para quedar a su altura
-         Créeme que me alegra mucho más a mí  --  le dijo Iyul abrazándolo, luego miró a la niña y un segundo después había abierto los ojos con desmesura y miró a su padre que tenía una sonrisa en los labios  --  Voch dum dzuliv vyerìr  [5]
-         ¿Qué cosa exactamente?  --  preguntó Lucía con suspicacia
-         Que sean tan parecidos a su padre, preciosa  --  dijo él con rapidez y Lucía lo obsequió con una esplendorosa sonrisa
-         Tú sí me gustas ewyr  --  le dijo y a continuación se colgó de su cuello
-         Me alegra mucho saberlo
Obviamente tanto Iyul como Iziaslav habían notado enseguida el parecido entre las esencias de Lucía y Lucien, y el comentario que ella acababa de hacer les dejaba muy pocas dudas acerca de la muy probable mala relación existente entre ambos, algo que desde luego no les extrañaba debido al mencionado parecido, y en el caso de Iyul repentinamente entendió que posiblemente aquello hacía parte del malestar de su hermano y por eso había huido de Livingstone. De modo que sintió el repentino deseo de reír, ya que ahora estaba seguro de haberse estado preocupando innecesariamente y Lucien lo que tenía era un muy exagerado ataque de malcriadez al haberse encontrado con su otro yo en miniatura y contra quien no podía hacer absolutamente nada.
Iziaslav que había seguido con atención los pensamientos de su hijo, se preguntó si sería eso en realidad lo que tenía Lucien y aunque no estaba seguro, rogó porque así fuese. Estaba a punto de decirles a los niños que fuesen a dar una vuelta por el palacio cuando la puerta se abrió de nuevo en esta ocasión para dar paso a Janos.
-         ¡Janos!  --  exclamó Dylan pero se detuvo a medio camino  --  ¿Tú también vas a ignorarme?  --  le preguntó y Janos sonrió
-         Bienvenido a casa Rybik  --  le dijo saludándolo como de costumbre
Evidentemente Janos había sido mucho más hábil para disimular su sorpresa, pero después de saludar a Dylan, había doblado una rodilla ante los niños.
-         Dhakvrevit iuv larsèvirieris  --  saludó
-         Niños, éste es Janos Dvòrak, un gran amigo  --  dijo Dylan como de costumbre mucho menos formal
-         Mucho gusto señor Dvòrak  --  dijo Alexander  --  y si es amigo de papá también lo es mío  --  dijo el niño extendiendo su mano
-         Gracias alteza, pero puede llamarme Janos  --  y Alex sonrió 
Janos giró la vista hacia la otra personita que lo examinaba en silencio y que en ese momento hacia una graciosa reverencia y a continuación extendía su mano.
-         Sarì Dvòrak  --  dijo mientras Janos rozaba los pequeños deditos con sus labios
-         Larsèvirier, ho njè zadvalienè hakierdam [6]  --  le dijo hablándole en el mismo idioma ya que ella así lo había hecho, pero después miró a Dylan con un brillo de diversión en los ojos  --  Has hecho un buen trabajo con el idioma Rybik  --  pero Dylan no era de los que se quedaba callado
-         Bueno, supongo que tendrás mucho menos trabajo con ellos que conmigo porque no te vas a librar de la responsabilidad de instruir a mis hijos
-         Óyeme, ya estoy viejo para esto
-         Pues lo lamento por ti  --  dijo Iyul que tampoco perdía oportunidad de mortificar al prójimo cuando podía  --  porque si nym athayr te consideró adecuado para encargarte nuestra educación, desde luego nosotros también
-         Así que te sugiero irte preparando Janos  --  le dijo Dylan  --  y de veras que ya quiero ver cómo te las arreglas con dos
Janos en verdad amaba a todos los miembros de la familia real, pero no pudo evitar gemir internamente porque si había alguien que conocía bien a todos los príncipes incluido Dylan, era él, por lo tanto le bastó una mirada a los aykeris para saber que mientras Alexander sería un constante cuándo, cómo y por qué al igual que Dylan, la dulce kandly, sería un constante dolor de cabeza como lo había sido y lo seguía siendo Lucien.




[1] Daviariv nè vi haryk: Confía en él papá
[2]  ¡Ymharyk!  : ¡Abuelo!
[3] Levyiram ev avary nym kicyks sizvitels: Bienvenidos a casa mis pequeños príncipes
[4] Dhavjà syn,  jei prav nipravy zviel kasny: Gracias hijo, me haz hecho muy feliz 
[5] Voch dum dzuliv vyerìr:  No lo puedo creer
[6] Larsèvirier, njè zadvalienè hakierdam:  Alteza es un placer conocerla

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