Al amanecer Iván se había trasladado a Darnley y vio cuando Kendall salía
en su caballo, de modo que le dio alcance y se atravesó en su camino. Kendall
se llevó un enorme susto al ver a aquel individuo al que estaba a punto de
pasarle por encima, tiró de las riendas y después de tranquilizar al asustado
corcel miró de nuevo a Iván.
-
¿Qué demonios le sucede? --
preguntó
No obstante, Kendall era un caballero bien criado y luego de la primera y
natural reacción, se bajó de su montura y se dirigió a él de forma más calmada.
-
¿Esta usted bien?
Sin embargo, Iván no estaba para amabilidades ni para perder el tiempo, de
modo que se acercó, fijó sus ojos en los de Kendall y unos segundos después
éste caía de rodillas sujetándose la cabeza para consternación de Damien, pero
no sería él quien se atravesase en el camino de aquel sujeto.
-
Vamos Lord Arlingthon, no puedo creer
que seas más frágil que tu hijo -- murmuró Iván
-- Ahora veamos que hay en esa
cabeza
Iván desechó con rapidez el primer pensamiento del que ya tenía
conocimiento por Istvan y se dedicó a buscar qué había más allá. Le llevó un
buen rato abrirse paso, pero a medida que avanzaba y a pesar de su
entrenamiento, la ira fue apoderándose de él como el más violento de los
venenos. Buscó hasta en lo más recóndito como si retratase de un libro al que
no dejó de leerle hasta la numeración y solo se detuvo cuando Kendall perdió el
sentido y comenzó a sangrar por la nariz.
-
¡Maldición! --
exclamó mirándolo -- Si te vieran mis compañeros sin duda querrían
masacrarme empezando por mi propio padre
A la mayor velocidad posible lo alzó y lo trasladó a Darnley, entró a toda
prisa para evitar ser visto con Damien pisándole los talones, quien además le
indico la habitación que Kendall solía utilizar cuando llegaba tarde a casa.
Pensó por un momento en qué hacer y llegó a la conclusión de que no podía ir
por Aleksèi, Haliq o Haris porque aquel infeliz iba a morir víctima de un
derrame cerebral si no era atendido de inmediato, de modo que colocó su mano en
la cabeza de Kendall y concentró toda su energía en detener aquello. Una vez
que dejó de sangrar, sopesó las oportunidades y tomó una decisión.
-
Has el favor de no complicarme la
vida y resiste hasta que vuelva -- le dijo como si pudiese escucharlo y luego se
giró hacia el aun estupefacto Lovet
-- Regreso tan pronto como
pueda --
y Damien apenas alcanzó a sentir
Acto seguido abandonó la habitación y corrió a todo lo que daba hasta
llegar al Valkinka. Había pensado en llevar a Haliq pero para su buena fortuna
Haris estaba allí y no en Alejandría, de manera que sin darle muchas
explicaciones le dijo que necesitaba que lo acompañase para atender una
emergencia. Haris estaba mucho más acostumbrado que su padre a la agitada vida
de los Lovets ya que habitualmente a quien buscaban era al más joven, así que
tomó su inseparable bolsa de cuero y partió con Iván. Lo bueno de Haris era que
tal vez por lo anterior y a diferencia de Haliq que hacía una indecente
cantidad de preguntas y los reñía en todos los tonos, su hijo no y simplemente
preguntaba lo esencial para luego dedicarse a trabajar en absoluto silencio.
Después de un rato que a Iván se le hizo eterno, Haris levantó la cabeza.
-
Ya concluí, pero necesitará estar
tranquilo por unas horas y guardar reposo por varios días
-
¿Secuelas?
-
Menos de las usuales, estará en
posesión de sus sentidos y la zona que rige la actividad motora no resultó
dañada. Como dije, debe guardar reposo y sin duda Aleksèi podrá hacer
seguimiento a su convalecencia.
-
Bien, ahora tengo una cosa más que
hacer --
dijo Iván acercándose y moviendo la mano hacia su cabeza
-
Inconveniente -- lo
detuvo Haris
-
Haris, es necesario que suprima ciertas ideas muy inconvenientes
-
No lo dudo, pero ya tiene el cerebro
muy afectado, sin duda ha sido sometido a un serio ataque prolongado en el
tiempo y estoy seguro que lo sabes
-
Pero lo que hice…
-
No
-- lo interrumpió él -- Eres responsable del derrame por una presión
excesiva, pero estoy seguro que ya venía presentando problemas disociativos,
cambios de humor, ataques de ira y algunos otros que su familia debió notar.
Sin duda alguien ha estado jugando
con esa cabeza desde hace tiempo. En cualquier caso, sea lo que sea lo que debía
hacer, no podrá por un tiempo y a menos que quieras matarlo en cuyo caso mi
presencia es inútil, es mejor que lo dejes en paz.
-
Entiendo
-
No creo que se presente nada más,
pero alguien debe quedarse con él
-
De acuerdo
-
¿Quieres que hable con Aleksei?
-
No, yo puedo hacerlo
-
Bien, entonces me retiro
-
Dhavjà Haris
-
Vanedharma
Una vez que Haris se marchó, Iván se giró hacia Damien.
-
Ya escuchaste, no debes dejarlo solo
por ningún motivo ¿está claro?
-
Ak sarì
-
Mantenme al tanto de la evolución y
si se presenta cualquier problema quiero saberlo de inmediato
-
Ak sarì --
volvió a asentir el Lovet
En cuanto Iván abandonó la habitación Damien se dejó caer sobre un sillón y
pensó que aunque él había pasado por el Laki e Iván había sido uno de sus
Leyvychtels – uno muy duro por cierto – dudaba que alguno de sus compañeros
hubiese comprobado como lo acababa de hacer él siendo testigo de primera fila
de lo peligroso que podía resultar ese individuo. Del mismo modo que pensó que
Haris tenía razón y Arlingthon llevaba mucho tiempo siendo sometido a un ataque
para modificar su pensamiento con los resultados previsibles, porque si bien
ellos se limitaban a suprimir aquellas ideas, implantarlas requería de un
ataque invasivo muy perjudicial.
Iván decidió buscar a Istziar mientras pensaba que de momento era una
suerte que todos estuviesen en Cleves, pero igual quería ponerla sobre aviso de
lo sucedido ya que aunque no había nadie de la familia en Darnley, él había
tomado la precaución de aislar la habitación apenas llegó, de modo que se fue
derecho al cuarto de juegos de los aykeris.
-
¡Iván! --
exclamó ella pensando que su hermano le había pedido que fuese por lo
último que le había informado de los niños
-
Zdravi Istziar --
saludó él y luego miró a los pequeños que a su vez lo estaban mirando a
él --
Dhakvrevit larsèvirieris -- dijo doblando una rodilla
-
Dejavry --
dijo Alexander e Iván ahogó la risa al recordar a Iziaslav
-
Zdravi et Levyiram ev nami avari Iván [1] --
dijo Lucía y en ese momento Iván levantó la cabeza con sorpresa para
encontrarse con unos conocidos ojos azul medianoche donde brillaba la diversión
-
Dhavjà nym sizviteliani --
dijo dedicándole una encantadora sonrisa
Pero si Iván pensaba que ya había cubierto su cuota de sorpresas no podía
estar más equivocado.
-
Boris, trae a Aleksèi -- dijo
Alexander
Boris compuso cara de preocupación y miró al chico.
-
¿Te sientes mal sarì?
-
No, pero él lo necesita -- dijo Alex
Todos sabían que los aykeris llamaban a todo el mundo por su nombre y que
cuando decían él, se estaban
refiriendo a Lord Arlingthon. De modo que aunque Iván iba a confirmar lo dicho
por el niño, curiosamente Boris no perdió el tiempo y salió a cumplir con lo
que le había ordenado Alexander sin detenerse a mirar a Iván cuando lo normal
habría sido que encontrándose un superior presente, el Lovet esperase su
autorización, pero luego Iván sonrió para sus adentros y pensó: Definitivamente obedeció a un superior, grandísimo necio.
-
¿Iván? --
estaba diciendo Istziar y como no vio ningún motivo para no hablar en
presencia de sus altezas reales, decidió contestar
-
Lord Arlingthon sufrió un derrame
cerebral, pero ya está recuperándose
Istziar se llevó las manos a la boca pensando en Derek, mientras que los
dos niños volvían a su juego.
-
No te preocupes --
dijo Iván acercándose a ella y colocando las manos sobre sus
hombros -- ya Haris lo atendió, ahora solo es cuestión de
vigilarlo y Aleksèi puede hacerse cargo
Sin embargo, Istziar seguía angustiada pensando en cómo iba a tomárselo
Derek sobre todo en ese momento en el que su abuelo también estaba tan
delicado, de manera que Iván dedicó unos minutos a tranquilizarla y luego se
despidió.
-
Lammiriè sarì --
dijo inclinándose ante Alex
-
Lammiriè Iván --
contestó el chico de manera muy formal e Iván se volvió hacia Lucía
-
¿Volverás? --
preguntó la niña
-
Si tú me lo permites, me encantaría
-
Volverás --
dijo ella en forma categórica y él sonrió
-
Dhavjà nym sizviteliani --
dijo besando la manito de la niña
Se dirigió nuevamente a la habitación de Kendall y ya Aleksèi había
llegado. Se acercó a la cama mientras él estaba efectuando una revisión.
-
Ya Haris lo atendió, solo es
necesario que te encargues de hacer
seguimiento a su recuperación
-
¿De veras? --
preguntó en tono irónico -- supongo entonces que tú te encargaras de
informar a su familia ¿no?
Un momento después dijo que todo marchaba según lo esperado y que no
despertaría en unas cuatas horas. Damien quedó a cargo y ellos se marcharon,
pero en lugar de ir directo a Levzheir, Iván fue primero a otro lugar y
mientras caminaba por el oscuro pasillo su mente viajó al pasado lejano tratando
de ubicar algunos datos antes de entrar, y cuando estuvo seguro abrió la
puerta.
-
Monsieur D’Albret
-
Pierdes tu tiempo --
dijo Henri sin levantarse de la cama
-
Ya sé que no tienes muchas ganas de
hablar y la verdad ya estoy cansado de estás largas sesiones de silencio, así
que no te preocupes porque en esta ocasión quien va a hablar soy yo --
dijo Iván mientras se recostaba de la pared ya que allí no había más
mobiliario que la cama
Henri volvió la cabeza y lo miró con extrañeza porque desde que estaba encerrado
y como había dicho Iván, se limitaba a estar allí sin decir nada. Tal vez otro
sujeto se habría sentido incómodo con esa silenciosa presencia, pero Henri
estaba hecho de otra cosa y lo traía sin cuidado si estaba allí minutos u
horas, era su problema como decidiese perder su tiempo. De modo que aquel
sorpresivo cambio de actitud lo hizo pensar que después de tanto tiempo allí
encerrado, sin duda habían tenido ocasión de averiguar todo lo que él había
hecho y hasta lo que no, así que posiblemente iba a enumerarle sus crímenes, mismos que él no tendría
inconveniente en rebatir. Sin embargo, Iván volvió a sorprenderlo.
-
¿Qué te parece si comienzo por tu
amigo Bertrand?
Fue evidente la tensión y fácilmente perceptible su alteración. Acabas de cometer tu primer error Monsieur
D’Albret, ya decía yo que no podías ser tan bueno, pensó Iván y sonrió para
sus adentros, después de todo no iba a ser tan difícil.
Entre tanto en el Valkinka, el lijenik Mijail solicitaba hablar con el
director de la institución.
-
¿Qué sucede Mijail?
-
Señor, vengo a solicitar su permiso
para entrar a la habitación de uno de los residentes
Andrei Kovrov era uno de esos individuos considerado un itsliev, porque si
bien no era un Devrig primigenio, sí era uno muy antiguo. Cuando se creó el
Valkinka, Iziaslav lo designó para que lo dirigiese y lo hacía desde entonces.
Él no había estudiado como lo habían hecho los nuevos lijeniks, las
universidades tenían apenas entre 400 y 500 años y para entonces ya el dirigía
aquel lugar, y sus conocimientos provenían de la experiencia y no de los
libros. De modo que aunque admiraba el trabajo y la dedicación de los lijeniks
a su cargo, solía verlos con cierta condescendencia, pero en aquel momento
miraba a Mijail con extrañeza por lo que estaba diciéndole y que no entendía,
porque ciertamente y a menos que uno de los residentes diese problemas y fuese
llevado a la zona de aislamiento, ninguno estaba encerrado en su habitación.
-
¿De qué hablas Mijail?
Pero después que Mijail le explicó de quién se trataba y quién había dado
la orden, su expresión cambió.
-
Creí haber dejado claro que las
ordenes de Iván Sesviatsky no eran susceptibles a ser discutidas, y a menos que
quieras terminar muy mal, tampoco a ser desobedecidas
-
Pero señor, ese pobre chico va a
enloquecer -- insistió el joven lijenik
-
Mijail, te aseguro que Iván sabe lo
que hace y aunque no fuese así, no nos asiste el derecho a impedírselo
Por más que Mijail argumentó no consiguió nada y salió de allí sintiéndose
frustrado. Llevaban dos días escuchando a aquel pobre desdichado gritar, llorar
y hasta llamar a su madre. Tanto sus compañeros de trabajo como las enfermeras
ya no querían estar en aquel piso, y al menos ellos podían ir y venir mientras
que él estaba obligado a estar allí porque así se lo había ordenado aquel loco peligroso. Sin embargo, y no
habiendo obtenido su objetivo, no le quedaba más remedio que obedecer.
Iván llegó a Levzheir y se fue derecho a hablar con Istvan, a pesar de lo
sucedido con Arlingthon, aun no se le pasaba del todo la molestia y esto fue
evidente para Istvan.
-
¿Muy mal? --
preguntó al verlo
-
Mal no, malísimo
Que Iván dijese algo ya era mala
señal y que encima dijese que era malo, aun peor porque normalmente si
encontraba algo mal, se limitaba a resolverlo sin el concurso de nadie más, de
modo que Istvan se apresuró a llamarlos a todos. Dadas las condiciones en
Inglaterra, Itlar, Iliar e Yvaylo fueron los que más demoraron ya que debían
asegurarse que todos quedasen a buen resguardo. Esto dio cierto margen para que
Darko y Kireg estabilizaran a Iván.
-
¿Y bien, qué tenemos? --
preguntó Istvan
-
Por el camino corto, casi maté a
Arlingthon -- comenzó Iván, y con aquella introducción
ninguno de los presentes se sintió especialmente bien, pero guardaron silencio
y esperaron -- pero apartando eso, puedo decirles que
tenemos un enorme problema, esto no se trata de una simple implantación de
órdenes, sino de una práctica continuada en el tiempo. Tuve que aplicarme mucho
para llegar hasta la información importante
-- aquella afirmación extrañó a
los Levjaners y no les gustaba las implicaciones de ella -- la
misma consta de varias partes. Primero y como ya sabemos, sembraron la duda acerca de la fidelidad de su
esposa. Segundo, y como era de esperarse y casi sucedió hasta donde tengo
entendido, acusar al Rybik de haberlo traicionado. Tercero, disculparse con él
y luego llevarlo a cierto lugar solo por ellos conocido, asumo que con el fin
de hacerlo caer en una trampa y tratándose de su amigo no iba a desconfiar. Cuarto,
matar a la vidmagy. Quinto, matar a los aykeris. Y por último, invitar a Lucien
a comer y envenenarlo obviamente con el fin de debilitarlo y entregárselos. No
tengo idea de qué orden fue implantada primero ni en qué orden sería hecho todo
esto.
Para ese momento todos tenían aproximadamente la misma expresión que era
una mezcla de incredulidad, horror y una ira desmedida. Pero al mismo tiempo se
estaban preguntando cómo era posible todo eso y sobre todo quién había podido llevarlo a cabo, y naturalmente fue la siguiente
pregunta.
-
De momento solo puedo asegurarles que
no fue Swaney y decididamente tampoco Montreuil porque ese infeliz no tiene el
talento suficiente
Todo aquello planteaba más preguntas que respuestas y aparentemente Iván no
las tenía. Sin embargo, había cosas que sí podía explicarles y ciertamente
necesitaban urgente explicación.
-
Aun aceptando que hay alguien capaz de
esto --
dijo Istvan -- ¿Cómo es posible que no hayamos podido
suprimir ninguna de ellas?
-
Como dije, esto es una práctica que
lleva tiempo efectuándose y quien lo está haciendo sabe perfectamente lo que
hace, porque no es una cuestión de simple hipnosis sino de una intensa y
prolongada persuasión coercitiva basada en el engaño para lograr controlarlo,
lo que por supuesto ha ocasionado cambios conductuales y de personalidad. Y
aunque me resultaría muy difícil probarlo, estoy casi seguro que le dieron la
noticia de la infidelidad de su esposa de forma violenta, ocasionándole con
ello un shock emocional y psicológico al enfrentarlo a algo que le resultaba
del todo imposible aceptar, con la resultante de que desplazó esa información a
su subconsciente al no ser capaz de lidiar con ella, algo que de haber sido
así, fue aprovechado diligentemente por esta o estas personas, porque era
justamente allí donde querían que estuviese y no tuvieron el trabajo de
colocarlo ellos mismos en el lugar que les interesaba
-
Advi haryk… --
dijo Yvaylo con cara de confusión
-- ¿Para que lo querían escondido
en el subconsciente? Es decir, si lo que quieren es que odie al Rybik, de ese
modo no les serviría mucho ¿no?
-
Eso depende syn, de haber estado
buscando una acción inmediata desde luego no lo habrían hecho de ese modo, lo
que me lleva a pensar que lo hicieron con la intención de tener tiempo de
reprogramar su conducta y que se convenciese de que lo que iba a hacer era lo
mejor por hacer.
-
¡Esto es un asco! --
dijo Iliar -- Y espero atrapar a esos desgraciados y
quitarles la cabeza con mis propias manos sin más trámite, porque eso es alta
traición
-
Y sin duda lo es, probarlo es lo
difícil ¿no? -- dijo Itlar e Iván asintió
-
¿Istvan? --
dijo Anatoly
-
Sin saber quién es el responsable de
esto, no es mucho lo que podemos hacer salvo reforzar la vigilancia de los
sizvitels -- dijo y luego miró a Iván --
¿Pudiste suprimirlas?
-
No, y no hay muchas posibilidades de
hacerlo por dos motivos. Uno que si lo hago por la fuerza posiblemente lo mate,
porque su cerebro está ya muy dañado, y dos, que hacerlo de otra forma requeriría
de un trabajo incluso más arduo porque como dije han reprogramado su conducta y
deshacer eso lleva tiempo.
Istvan se llevó la mano a la sien en un gesto que le era característico
especialmente cuando estaba preocupado o cansado.
-
En mi opinión quienes corren más
riesgo son los aykeris, seguidos de la vidmagy, ya que para acceder al Rybik o
a Lucien la tendrá más difícil -- continuó Iván
-
En el caso de Lucien es sencillamente
imposible porque no lo soporta -- dijo Itlar
-
Creo que lo mejor es hablar con
Iziaslav y que él decida -- dijo Kireg
-
Y espero que quiera ir directamente
por la cabeza de Swaney -- dijo Edin
-
¿Iván? --
preguntó Istvan con extrañeza al verlo mover la cabeza, porque sin duda
no sería precisamente él quien se opusiese a ello
-
Hay algo que está mal en todo esto
-
¿Algo? -- preguntó
Milorad -- En mi opinión todo está mal --
pero Iván seguía pensativo
-
Si bien ordenar la muerte de Lucien y
del Rybik es consecuente con las ideas, los planes y la conducta habitual de
Swaney, no así la de matar a la vidmagy y a los aykeris, porque en realidad no
habría un motivo
-
¡Vamos Iván! ¿Desde cuándo ese mal
nacido necesita un motivo? -- preguntó Misha
-
Lo que me llama la atención es que no
había nada que hiciese mención a su dudosa paternidad, solo la idea de matar a
los aykeris pero sin un motivo -- insistió Iván
-
Pues desde el momento que le están
diciendo que su esposa le es infiel…
-- comenzó Iliar pero se detuvo
al captar la idea de Iván -- pero no desde cuándo --
agregó más para sí mismo -- De modo que no necesariamente tendría que
pensar que los niños no son suyos ¿no?
-
Exacto, y como dije no había nada con relación a eso --
hizo una pausa y luego agregó
-- Casi podría decir que se trata
de dos ataques diferentes
-
¡Diablos! --
exclamo Iliar -- No tenemos idea de quién puede estar
efectuando uno, mucho menos dos
-
Es posible que…
Pero en ese momento fueron interrumpidos por Slavik Zweig, uno de los
Lovets del grupo de Istval y con pésimas noticias.
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