LD3

LD3

domingo, 10 de mayo de 2015

Cap. 45 ¿Oportunidad o Catástrofe…?



Dylan había corrido como si lo estuviesen persiguiendo, pero si bien respiró al verla en el calesín, al minuto siguiente estaba sintiéndose terriblemente mal al percibir su llanto y más aun su desesperación. En cuanto Yvaylo vio que ningún peligro la amenazaba, guardó su Dykari y le hizo señas a los Havariks para que se alejaran.
-         Sophie  --  dijo Dylan acercándose y con intenciones de subir
Sin embargo, no pudo hacerlo porque Sophie levantó la cabeza con violencia, de seguido se puso de pie haciendo oscilar de nuevo la estructura y Dylan al ver el posible peligro de ello, la sujetó y la colocó en el piso.
-         ¿Sophie qué…  --  pero no pudo concluir porque ella lo miraba con los ojos desorbitados
Por un momento Dylan pensó que tanto él como Yvaylo se habían descuidado pero cuando levantó la cabeza girándola hacia donde estaba el Levjaner, Sophie lo empujó y comenzó a correr. La sorpresa lo paralizó por un momento pero reaccionó y la detuvo.
-         Sophie si me dices lo que está sucediendo tal vez…
-         Déjame, no te me acerques, no…
-         ¡Sophie!  --  exclamó sujetándola por los hombros  -- Tranquilízate y dime cómo puedo ayudarte
Acto seguido Sophie que no había dejado de llorar, enterró la cabeza en su pecho y Dylan pensó que nunca en su vida se había sentido más confundido, por un segundo pensó que tal vez Kendall hubiese empeorado, pero de ser así ella no iría camino a Cleves y el próximo pensamiento fue en relación a Phillipe.
-         ¿Phillipe está bien?  --  preguntó con cautela pero no recibió respuesta  --  Sophie por favor  --  dijo intentando separarla pero ella seguía aferrada a su chaqueta
Dylan decidió esperar a que se calmase un poco para lo que se aplicó al máximo, y cuando sintió que ya no lloraba en forma convulsiva lo intentó de nuevo.
-         ¿Me dirás qué es lo que está sucediendo?  --  preguntó separándola y mirándola a los ojos
Sin embargo, al segundo siguiente comprobó que posiblemente aquello había sido un error, porque en cuanto registró el significado de aquella mirada y percibió la intensidad del sentimiento que ella parecía acabar de descubrir, la débil defensa que había logrado mantener hasta el momento se vino abajo.
Yvaylo registró todo esto y con un suspiro de resignación se volvió y levantó un campo de aislamiento. No tenía idea de cómo iba a enfrentar Dylan aquello, pero sí tenía muy claras sus órdenes y personalmente pensaba que él tenía razón, le asistía el derecho a tomar sus propias decisiones y en ningún caso ellos tenían por qué interferir en ello. De modo que luego de asegurarle privacidad, envió a Ekain a un extremo del camino que conducía a Darnley y a Franz al que conducía a Cleves con el fin de desviar a cualquier posible transeúnte.
Entre tanto Dylan no había sido consciente de haber enviado todo al demonio y ahora estaba besando aquellos labios que se habían convertido de un minuto a otro en lo único importante.
Sophie por su parte unos minutos antes se había estado cuestionando tanto su cordura como su moralidad llegando a la alarmante conclusión de que bien o mal se había enamorado de Dylan, y mientras había estado pensando en ello, se había planteado que obviando el hecho de que estaba casada y hasta hacía un momento pensaba que amaba a su marido, Dylan era de la clase que no se enamoraba porque de haberlo sido sin duda a esas alturas tendría una esposa, pero lo curioso del asunto era que no le importaba especialmente si él sentía lo mismo por ella o no, y no solo estaba muy consciente de lo que estaba haciendo sino que quería hacerlo además. Pero si bien había supuesto que las imágenes que se empeñaban en danzar en su mente eran producto de su imaginación y debido a lo que acaba de descubrir que sentía por él, no habría esperado que esto guardase tanta semejanza con su imaginación. Evidentemente aun no sabía que no era imaginación y que se trataba del recuerdo sensorial de algo ya vivido.
Dylan en cambio que sí tenía un recuerdo claro y casi doloroso de todo ello, estaba dando rienda suelta a todo lo que llevaba más de cinco años reprimiendo con el mayor esfuerzo, porque mientras no la tuvo si bien no había resultado fácil controlarse, una vez que la había hecho suya el recuerdo lo había torturado con mucha más saña que antes. De modo que sus instintos y el deseo lacerante se alzaron reclamando todo lo que le pertenecía. Dejó su boca y con los labios recorrió su rostro mientras sus manos soltaban las cintas de su traje y hacían inventario de la piel que iba quedando al descubierto. A pesar de que el deseo lo estaba consumiendo y  a diferencia de la vez anterior donde todo había sido violentamente rápido, en esta oportunidad se tomó tiempo para besar y acariciar cada centímetro del cuerpo que tenía entre sus brazos y que temblaba a su contacto. Pero cuando sintió las manos de Sophie sobre su piel desnuda, Dylan perdió todo contacto con la realidad y se sumergió en una salvaje espiral de placer que iba mucho más allá de cualquier otra sensación que hubiese experimentado antes.
A pesar de la liberalidad francesa, Sophie siempre había visto y pensado en el sexo como una función biológica más del hombre que de la mujer, porque si bien creía que para ellos era simplemente algo necesario, creía así mismo que en el caso de las mujeres solo les era útil para concebir hijos, pero estaba descubriendo que era algo más que un acto obligatorio y mecánico y que también podía sentir cosas que no había sentido antes y las estaba disfrutando.
Dylan sintió que las uñas de Sophie se clavaban en sus hombros devolviéndolo momentáneamente a la tierra y por un instante tuvo miedo de estar haciéndole daño, pero al ver la expresión de intenso placer en su rostro, volvió a dejarse arrastrar por la vorágine de pasión y deseo que estaba a punto de hacer violenta explosión. Igual que la vez anterior, había tenido el suficiente juicio como para apoyar las manos en el piso en último momento evitando dejar marcas o posibles daños en el cuerpo de Sophie, después de lo cual hundió la cabeza entre su cuello y su hombro mientras se serenaba y sus ojos recuperaban su color habitual.
-         Te amo Sophie  --  susurró contra su piel
Sophie que estaba en una especie de limbo, volvió abruptamente a la realidad al escucharlo y tenía verdadera urgencia por decirle algo.
-         Dylan  --  dijo intentando mirarlo pero él no la dejaba moverse  --  no es necesario que me mientas
Él se tensó al escucharla, pero siendo que estaba seguro que aun sus ojos eran rojos y no queriendo asustarla, siguió en la misma posición.
-         ¿Por qué habría de mentirte?
-         Porque… bueno porque…
-         No hay una razón para ello Sophie, te amo y es la verdad más grande de mi vida
Sophie sintió una inexplicable felicidad y acarició la cabeza de Dylan que seguía hundida en su cuello. Unos minutos después y cuando ya Dylan había recuperado su ritmo de respiración normal y estaba seguro de poder emplear su energía en cubrir con éxito su verdadera apariencia, levantó la cabeza y la miró.
-         Te amo Sophie  --  repitió – y eso es algo que no debes dudar jamás
-         ¿Por qué Dylan?  --  preguntó porque aunque se sentía muy feliz no podía dejar de preguntarse por qué él nunca demostró nada
-         Me equivoqué  --  contestó él sabiendo perfectamente de qué le hablaba  --  por una parte creo que siempre supe que Kendall estaba enamorado de ti, luego tú te enamoraste de él  mientras que yo me demoré mucho en aceptar lo que sentía por ti, y cuando finalmente lo hice ya era demasiado tarde. Aunque sé que no lo merezco, espero que puedas perdonarme.
-         No tengo nada que perdonarte, a pesar de lo mucho que te esforzaste en ser desagradable siempre te quise y creo que era por eso que sentía tanta ira cuando me tratabas con esa frialdad
Dylan sintió una hermosa calidez en el corazón y la besó con suavidad mientras pensaba que nunca se había sentido tan feliz. Si bien era cierto que de una forma extraña el universo le había proporcionado una familia, recordaba bien su solitaria infancia sin los cuidados ni el amor de una madre, su soledad y su miedo cuando había estado enfermo y solo estaban los sirvientes para atenderlo, pero cuando Sophie había aparecido en su vida y aunque él se había esforzado como dijo ella en no demostrarle ningún afecto, él estaba seguro que éste había nacido desde el momento en que la había alzado en brazos para llevarla a la cueva y había crecido sin que se diese cuenta hasta convertirse en lo que ahora era. De modo que este instante en el que la tenía en sus brazos y podía decírselo, compensaba todos los años de fría soledad que le había tocado vivir. No obstante, estaba consciente que no podía prolongarlo y debía regresarla a su casa o a Cleves, pero si de algo estaba seguro ahora, era que no iba a renunciar costase lo que costase.
-         Dylan…  --  comenzó ella pero él le colocó un dedo sobre los labios
-         Sé que la situación es difícil y en este momento más, de modo que no voy a pedirte nada justo ahora, pero luego de que todo esto pase, quiero tenerte junto a mí. Hay muchas cosas que debes saber y prometo decírtelas, pero por ahora espero que te sea suficiente saber que te amo por encima de todo y de todos.
Y ciertamente le bastaba porque sonrió y acercó sus labios a los de él que en seguida se apoderó de ellos con la seguridad de saberse tan dueño de su amor como ella lo era del suyo.
Después de un largo momento se separaron, la ayudó a ponerse de pie y mientras ponían orden en sus prendas de vestir, él fue consciente de la desazón de ella y de que procuraba no mirarlo, de modo que acercándose la enlazó por la cintura y le dio un beso en el cuello.
-         ¿Por qué la vergüenza? Nos pertenecemos y no hay motivos para sentirla  --  ella sonrió aunque sus mejillas aun estaban teñidas de rubor  --  ¿Irás a Cleves?
-         Sí, quiero ver a papá
-         De acuerdo  --  dijo levantándola hasta colocarla en el asiento y luego se subió él
Dylan aun no dominaba bien eso de la comunicación telepática a distancia, pero estaba seguro que Yvaylo sí, y aunque no lo veía sin duda estaba lo suficientemente cerca como para captarlo. De modo que se concentró en enviarle el mensaje.
-         ¿Yvaylo?
-         Ak sarì  --  escuchó casi de inmediato
-         Voy a Cleves
-         De acuerdo
Había estado tan concentrado en ello que no había prestado atención a Sophie que le estaba hablando
-         ¿Dylan estás bien?
-         Sí, lo siento, solo me distraje y no puedes culparme al tenerte tan cerca
-         Buen intento Lord Danworth  --  le dijo y él rió con lo que el corazón de Sophie dio un vuelco algo de lo que Dylan fue perfectamente consciente
-         ¿Qué me decías?
-         Te preguntaba por tu caballo
-         Enviaré por él luego, no te preocupes  --  mintió con rapidez
-         Pero es que no lo vi
-         Me alegra saberlo  --  dijo y ella compuso expresión de extrañeza  --  habría sido decepcionante que estuvieses mirándolo a él estando conmigo
Sophie arrugó el entrecejo y le dio un puñetazo en el brazo desatando la hilaridad de Dylan y por un momento volvieron a ser los niños que habían sido peleándose durante le resto del trayecto, solo que en esta oportunidad el pleito finalizó con un beso poco antes de llegar a las puertas de Cleves. Sin embargo, apenas traspasaron las puertas de la propiedad, el semblante de Sophie se ensombreció, Dylan detuvo el coche y le sujetó las manos.
-         No te preocupes ahora por nada Sophie, y solo recuerda que te amo 
Le dio un fugaz beso y ella esbozó una leve sonrisa. Se pusieron de nuevo en marcha hasta llegar a las escalinatas de entrada, la ayudó a bajar y entraron.
-         Mi lady, la estaba esperando  --  dijo Aleksèi apenas los vio
-         ¿Papá está bien?  --  preguntó ella asustada y aferrándose al brazo de Dylan
-         Sí, él evoluciona según lo esperado  --  la tranquilizó  --  si la estaba esperando era para proponerle algo en beneficio de su salud ya que se muestra usted tan reacia a cuidar de sí  misma
-         Señor Kolvayevsky…  --  comenzó ella y Dylan tuvo deseos de reír porque evidentemente Aleksèi no la conocía lo suficiente si pensaba que podía obligarla de algún modo a hacer lo que no quería
-         Solo le pido que por favor me escuche  --  y siendo que a Dylan le interesaba la salud de Sophie decidió intervenir
-         Por favor Sophie, no te hará daño escucharlo
-         De acuerdo  --  dijo ella aun no muy convencida  --  ¿De qué se trata?
-         Si le parece bien, podríamos trasladar a su padre a Darnley y así no tendría usted que estar yendo y viniendo diariamente
-         ¿De veras puede hacerse?
-         Sí, le aseguro que ya se encuentra en condiciones de soportar el traslado aunque de igual manera se haría con todas las medidas de seguridad y comodidad para él
En los labios de Sophie se dibujó una sonrisa y miró a Dylan que intentó sonreír también, algo que le costó algún esfuerzo porque si bien le interesaba que ella estuviese bien, el traslado de Phillipe a Darnley le supondría dejar de verla al menos de forma inmediata porque sabía que no podría ir a Darnley
-         Si es así, no hay nada más que discutir  --  estaba diciendo Sophie  --  haga los arreglos y  le daré órdenes a los sirvientes que se pongan a su disposición para lo que haga falta
-         Gracias mi lady  --  dijo él pero ya ella subía en carrera y muy contenta
-         ¿Cuándo piensas hacer esto?  --  le preguntó Dylan
-         De inmediato  --  contestó él  --  ya lo tenía todo dispuesto y solo esperaba su autorización
Dylan asintió y le dio la espalda para subir haciendo que Aleksèi se preguntase qué le sucedía, porque aunque habría podido averiguarlo por sí mismo, estaba muy consciente que tenían prohibido hurgar en los pensamientos de los sizvitels y a menos que estuviesen gritando las cosas, no tenía mayor oportunidad de enterarse. De modo que dio la espalda y se fue a hacer los arreglos finales y a dar las órdenes pertinentes para el traslado. En cuanto Lucien le había dado su perentoria orden Alksèi se había puesto en movimiento, pero a pesar de que Lucien le había dicho que no tenía que decir nada a nadie, él consideraba impropio no contar con la aprobación de Lady Arlingthon, así que si bien tenía todo preparado, no iba a hacer nada antes de hablar con ella.
Entre tanto Yvaylo que había permanecido invisible y en silencio, miró a Dylan con cierta pena ya que él a diferencia de Aleksèi sí entendía su reacción y sin necesidad de registrar sus pensamientos.
Yvaylo se había estado preguntando por qué al Rybik le había tocado todo tan duro, en apariencia lo tenía todo para ser feliz y sin embargo estaba muy lejos de serlo. No obstante, recordó sus clases con Anatoly y concluyó que sin duda ahí estaba la respuesta
-         No deben olvidar que la naturaleza no se equivoca y todo en el universo está perfectamente dispuesto, aunque desde nuestra arrogante perspectiva nos creamos con el derecho a juzgar y pensemos que mucho de lo que sucede es injusto, dentro de este aparente caos todo obedece a un orden superior, todo obedece a la ley de causa y efecto. Cuando vemos por ejemplo a un niño ciego, a un hombre sin piernas o a una mujer que sufre un destino cruel, enseguida nos apresuramos a decir: ¡que injusticia! Pero ¿realmente lo es? Si lo creen así les sugiero repasar sus lecciones de nuevo y recordar que la energía debe pasar por un proceso de aprendizaje, y dependiendo de las decisiones que tome en cada etapa éstas tendrán un “efecto”, de modo que lo que sucede en nuestros respectivos presentes obedece a nuestras acciones y decisiones pasadas, y no es una cuestión de castigo y recompensa sino de simple orden y lógica. Siempre tengan presente que formamos parte de una compleja red universal y nuestras energías hacen parte importante de ese todo, y aquellas que están destinadas a permanecer unidas, siempre lo estarán aunque en apariencia no sea así, y a pesar de que nos parezca que las cosas son tremendamente injustas todo obedece al plan original de la evolución de la energía.
Yvaylo abandonó sus recuerdos pero se aferró a la idea básica de los mismos, pensando que lo que ahora le sucedía al Rybik tenía un por qué, pero si la idea general y el objetivo fundamental de toda energía era evolucionar, estaba seguro que finalmente alcanzaría el nivel esperado y en algún momento su vida sería diferente y más feliz.
Sophie por su parte tuvo ciertas dificultades con Phillipe, quien no se mostró especialmente de acuerdo en ser sacado de su casa y sostenía que no quería ir a molestar en Darnley, lo que obviamente causó la molestia inmediata de Sophie y se enfrascaron en un inútil pleito verbal al que Dylan decidió poner punto final, porque aunque le encantaba ver a Sophie discutir especialmente si a quien martirizaba era a otro y no a él, en este caso Phillipe no estaba en condiciones de disgustarse.
-         Phillipe, entiendo perfectamente su posición y particularmente a mí tampoco me agrada la idea de sentirme una carga para nadie  --  Sophie iba a protestar pero él le sujetó el brazo y continuó  --  Sin embargo, en este caso debemos pensar en todas las partes involucradas. Es inevitable que Sophie quiera estar con usted tanto como con Kendall y estando en dos lugares diferentes eso la obliga a trasladarse de un lugar a otro a diario y no hay nada que ni usted ni nadie pueda hacer para impedirlo y lo sabe porque la conoce tan bien como yo. De manera que como sé que ama usted a su hija, hará lo más sensato y aceptará trasladarse a Darnley contribuyendo así tanto a la tranquilidad como a la salud de Sophie y a la propia.
Fue obvio el bochorno de Phillipe al verse reprendido por aquel muchachito, que aunque lo había hecho con bastante más delicadeza de la que habría esperado recordando que no era especialmente simpático, igual había sido directo en el mensaje. De modo que sabiendo que él tenía razón punto por punto, finalmente cedió.
Madeleine esbozó una discreta sonrisa, Aleksèi aplaudió mentalmente a Dylan, Yvaylo pensó que en medio de todo el Rybik volvía a demostrar que su única preocupación en la vida era el bienestar de la vidmagy, y ésta última tenía deseos de abrazarlo. El único que no estaba especialmente contento era el mismo Dylan pero logró disimularlo con éxito y se dijo a sí mismo que ya encontraría el modo de ver a Sophie sin causarle trastornos.

De lo que nadie parecía ser consciente en aquel momento, era que la rueda del destino seguía girando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario