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jueves, 5 de febrero de 2015

Cap. 30 En Livingstone



Iziaslav estaba de un humor asesino y se paseaba de un lado a otro en su salón privado donde se había encerrado después de la visita de Istvan. La información que le había llevado no podía ser más nefasta, y en aquel momento hacía verdaderos esfuerzos para no ir y quitarle la cabeza a Swaney.
Si bien era cierto que no le profesaba ningún afecto a Avitzedek, reconocía que por lo menos aquel sujeto aunque no dejaba de fastidiar, se había cuidado de no cometer estupideces que lo enfureciesen, aunque su hijo era otro asunto y acababa de pasar una buena temporada en Zatvor por ello, pero en el caso de Swaney aparte de ser un loco peligroso, era lo bastante astuto como para que no pudiese culpárselo de forma directa por lo que hacía.
Iziaslav se había pasado años intentando mantener el orden, habían promulgado leyes que favorecían una convivencia civilizada dentro de su inevitable tendencia al salvajismo y se esforzaban en hacerlas cumplir y en cumplirlas ellos mismos, pero en momentos como el presente, Iziaslav sentía el casi incontenible deseo de mandarlo todo al demonio y arrancarle la cabeza a Swaney sin más trámite.

-         Iziaslav  --  dijo Janos que acababa de entrar pero él no pareció prestarle atención  --  ¿Qué sucede?

Iziaslav detuvo su paseo unos segundos y lo miró con indignada sorpresa.

-         ¿Qué sucede?  --  le gritó  --  ¿Acaso no escuchaste a Istvan?

-         Lo hice

-         Entonces es muy estúpido de tu parte preguntar eso

-         Te preocupan los aykeris y lo entiendo, pero de momento no podemos hacer más de lo que se hace y lo sabes, así que no es eso solamente

-         Por supuesto que no es eso solamente necio, Swaney se ha empeñado en destruir todo y a todos

-         Veamos, Swaney se ha pasado la vida haciendo cosas como ésta, así que tampoco es eso  --  pero como no dijo nada, agregó  --  Lo que realmente te tiene así es lo sucedido con el kicyk Saint-Claire

-         No seas imbécil Janos, con todo lo que está pasando no voy a preocuparme por una persona

-         Claro, y yo estoy a punto de irme de fiesta con Avitzedek  --  dijo en tono irónico

-         ¡Déjame en paz Dvòrak!  --  exclamó

-         Yo puedo hacerlo, ¿pero lo harás tú?  --  le preguntó  --  Estás a punto de sufrir un colapso, de modo que hazte un favor a ti mismo y ve a verlo y así te cercioras de todo lo que te dijo Istvan

Iziaslav siguió paseándose furiosamente un momento más y luego se dejó caer en un sillón en actitud de derrota.

-         Va a morir Janos, y  no quiero… no quiero quererlo

-         Es demasiado tarde para eso, tú los has querido a todos aun no conociéndolos, de manera que en este caso y ya que cometiste el error de ir a verlo, conversar con él y dejar que se te colara en ese corazón que te empeñas en negar que existe con tanto éxito, lo mejor que puedes hacer ahora es ir y dejar de martirizarte.

Por un momento pareció que iba a atacarlo, pero luego se sujetó la cabeza con ambas manos.

-         Tienes razón

-         Lo sé  --  dijo Janos  --  Vamos

Iziaslav aun pareció pensarlo un momento, pero finalmente se puso de pie y partieron.

El astro rey comenzaba a derramar sus dorados rayos sobre las almenadas torres de Livingstone cuando Yvaylo consideró oportuno despertar a Dylan, ya que Iziaslav había llegado sorpresivamente hacía unos minutos. Una vez hecho esto, se situó con rapidez a las puertas de la habitación y llamó asomando la cabeza.

-         ¿Se puede?

-         Claro  --  contestó Dylan parpadeando y moviendo la cabeza para despabilarse

-         ¿Descansaste?

-         Supongo  --  dijo él incorporándose en la cama

-         Solo vine a avisarte que Iziaslav llegó hace un momento

-         ¡Demonios!  --  exclamó Dylan y salió a toda prisa de la cama

Yvaylo sonrió después de comprobar que él no recordaba la discusión con Lucien y abandonó la estancia. Entre tanto, Iziaslav miraba con pena a Derek que seguía dormido.

-         No te preocupes sarì  --  estaba diciendo Aleksèi  --  es fuerte y se está recuperando, ya las heridas ofrecen un mejor aspecto porque la toxina comienza a abandonar su organismo.

Sin embargo, Iziaslav pensó que si las heridas presentaban un mejor aspecto, el pobre chico había resultado muy lastimado, y él sabía con exactitud lo que el Daearprin les hacía a los seres humanos porque Seren se lo había explicado.

-         Este metal es sumamente peligroso para los seres humanos Iziaslav, y puede llegar a matarlos con más celeridad que la pérdida de sangre. Para ustedes también es venenoso y debilitará al Devrig que sea herido con él aunque solo hay un modo de que muera, pero en el caso de los humanos y no conociendo el antídoto, puede matarlos con mucha rapidez.

Recordó eso y se dijo que en medio de todo, era una suerte que aquellos desgraciados portasen nelegasis en lugar de Dykaris, porque de haberse tratado de Dykaris auténticos, posiblemente Derek estaría muerto, ya que a pesar de que los veldeky tenían perfecto conocimiento de cómo preparar y aplicar el antídoto, de acuerdo a la cantidad de Daearprin podría haber sido demasiado tarde. Se acercó a la cama y colocó una mano en la frente del chico comprobando que aunque aun tenía temperatura, la fiebre comenzaba a ceder.
Iziaslav abandonó la habitación y fue a reunirse con los Levjaners que estaban en el salón. A pesar de la hora no le extrañó ver a Lucien despierto, porque con los recientes acontecimientos estaba seguro que su hijo no habría podido dormir.

-         Kasny din syn  --  y Lucien se volvió

-         Svaralnik  --  dijo él a modo de saludo

-         ¡Señor!  --  exclamó Dylan que venía entrando en ese momento  --  Lamento que sea en estas circunstancias pero bienvenido a Livingstone

-         Gracias Rybik  --  dijo él  --  Pero en realidad soy yo quien lamenta que todo esto haya ocurrido

-         No es su culpa señor, sabemos que todo esto es obra de Swaney

Mientras Dylan saludaba a Iván, a Iliar y a Janos, Iziaslav se volvió al sentir la mirada de su hijo, y cuando sus ojos se cruzaron con los de él, se preparó para lo que venía.

-         Sabes lo que va a suceder ¿no?

-         Lo imagino, pero aunque no lo creas no es mi culpa que…

-         ¡No estoy diciendo que lo sea!  --  exclamó Lucien y aquello sorprendió mucho más a todos los presentes que cualquier otra cosas que hubiese podido decir, ya que ordinariamente Lucien culpaba a su padre por todos los males del mundo  -- No eres el centro del universo, así que has a un lado tu arrogancia y piensa en qué hacer

Los que estaban escuchando casi habrían podido reír al escuchar a Lucien hacer mención a la arrogancia de su padre cuando él era un monumento a la misma, pero se guardaron muy bien de hacerlo. Mientras que Iziaslav podía ser eso y miles de cosas más, pero en ese momento estaba demasiado feliz por el hecho de que su hijo lo exonerase de alguna culpa como para prestar atención a nada más.  No obstante, se obligó a escucharlo porque Lucien se había lanzado en una furiosa diatriba en contra de Swaney y haciendo una exposición bastante exacta de la situación y las posibles implicaciones de la misma. Después de escucharlo, concluyó que el chico tenía razón punto por punto y que si fuese un miembro activo de la política podría arrastrar masas sin mayores esfuerzos y lograr cambios importantes, pero ese era un terreno vedado para ellos y en cualquier caso a Lucien no le habría interesado. Para su hijo ver y analizar lo que sucedía a su alrededor era como un ejercicio mental casi inconsciente, pero nunca le había interesado realmente.

-         Entiendo y comparto tu opinión syn, y te aseguro que haremos cuanto esté a nuestro alcance para evitar que Swaney cause más daño del que ellos mismos pueden hacerse, pero sabes que no debemos intervenir directamente en sus decisiones

-         En las de ellos no, pero Swaney es otro asunto y espero que en verdad lo hagas o voy a hartarme y yo mismo voy a arrancarle su estúpida cabeza y al demonio con tus leyes

Mientras Janos sonreía pensando que era simplemente imposible que el kicyk sizvitel pudiese parecerse  más a su progenitor, Dylan que se encontraba de pie a su lado escuchaba aun con incredulidad a Luciano y no por lo que sostenía en general, sino porque estuviese hablando con su padre en forma casi civilizada. En ese momento hizo su entrada Patrick y suspendieron la discusión.

-         Dhakvrevit sarì  --  dijo doblando una rodilla ante su soberano

-         Patrick  --  dijo él  --  ¿Sucede algo?

-         James despertó  --  dijo él mirando a Itlar

-         ¿Y cómo está?  --  preguntó Iziaslav

Aunque los Lovets tenían muy claro que le debían total y absoluta obediencia a Iziaslav, su sólida formación había hecho que siguiese mirando a Itlar porque a pesar de que estaban presentes Iván e Iliar, Itlar era según la escala de los Lovets, su jefe directo en aquel momento porque era el Levjaner de mayor antigüedad en la línea de mando del Arkel, mientras que los otros dos a pesar de ser muy respetados ya no formaban parte del mismo,  de modo que Itlar le hizo un imperceptible gesto de asentimiento y el chico continuó.

-         Las heridas en general están casi cerradas, la de la garganta aun va a demorar un poco pero antes de que Aleksèi lo hiciese dormir de nuevo porque estaba muy alterado y quería ir a ver al chico Saint-Claire, pude ver parte de lo que él había visto del enfrentamiento y ya sé cómo fue posible que él solo acabase con tantos Devrigs

-         ¿Tantos?  --  preguntó Iziaslav

-         Ak sarì, él solo dejó una impresionante estela de cadáveres

-         ¿Y cómo fue eso posible?

-         Según lo que vio James, pasaba la punta de su daga por las heridas que le habían hecho y luego las hundía en todos los que se le ponían al alcance

-         Bueno, finalmente no la embotelló pero hizo algo poco convencional e  igualmente efectivo  --  dijo Iliar mirando a Iván que intentaba disimular su sonrisa

Casi todos los presentes eran testigos presenciales de la habilidad de Derek con cualquier objeto cortante, pero ciertamente les sorprendió el método utilizado, aunque luego al menos Dylan y Lucien pensaron que no cabía sorprenderse tanto porque también sabían que Derek era astuto y de pensamiento rápido.

Durante los próximos tres días, Livingstone parecía una especie de sucursal de Levzheir, porque a toda hora entraban y salían Lovets a entregar informes o a recibir órdenes, algo con lo que Dylan no tenía ningún problema y de hecho ofreció su casa para que fuese utilizada de forma oficial como sede del Arkel en Inglaterra. Inicialmente se lo agradecieron y le dijeron que no era necesario, pero poco tiempo después esa sería una realidad, ya que a pesar de su enorme rapidez para trasladarse de un lugar a otro, resultaba mucho más fácil controlar las operaciones en Inglaterra si contaban con una sede que pudiese albergar varios destacamentos de Lovets en ella.

Iziaslav permaneció en Livingstone hasta que Derek recuperó el sentido, algo que sucedió dos noches después del ataque, pero durante el tiempo que duró su inconsciencia, Iziaslav había estado debatiéndose entre lo que quería y lo que era correcto, y como sus defectos seguían pesando por mucho que luchase a diario contra ellos, la batalla la ganó el egoísmo. Cuando Aleksèi avisó que Derek había despertado, todos corrieron a la habitación. Los primeros en acercarse a la cama, obviamente fueron los miembros de la familia real, pero el chico aun estaba adormilado y al primero que vio fue a Dylan.

-         ¿Cómo te sientes?  --  preguntó él al notar que el chico enfocaba mejor

-         Como si me hubiesen apaleado  --  contestó él provocando una sonrisa en Janos al recordar que Dylan le había contestado de la misma forma hacía muchos años en oportunidad de su enfermedad

-         De hecho lo hicieron, pero a ellos no les fue mejor porque eres un positivo peligro niño  --  dijo Lucien con su acostumbrado tono burlón

Derek sonrió  y trató de ubicar la voz posiblemente con intención de contestar con alguna pesadez, pero al girar la cabeza abrió con desmesura los ojos al ver a Iziaslav allí.

-         ¡Señor!  --  exclamó
-         Tranquilo kicyk  --  dijo él colocando una mano sobre su hombro

Derek miró alrededor identificando los rostros de los presentes y comenzó a preocuparse, de modo que miró a Dylan.

-         ¿Estoy muriendo?  --  preguntó
-          
-         Por supuesto que no  --  le dijo Dylan, pero él seguía mirando a Iván y a Iliar

-         Si tú irrumpes en el Laki cuando se te antoja, no nos negarás a nosotros el mismo derecho de venir a fastidiarte  --  dijo Iliar

-         ¡Haryk!  --  exclamó Itlar que a diferencia de su díscolo padre, era la formalidad en pasta mientras que Yvaylo intentaba no reír con muy poco éxito

-         Veamos monsieur Saint-Claire, creo que fui bastante claro cuando te dije que si te metías en algún horroroso lío te daría la mayor paliza de tu vida, así que no me moveré de aquí así te guste o no hasta que estés en condiciones de recibirla  --  le dijo Iván

Itlar cerró los ojos con resignación preguntándose dónde tenían el sentido común aquellos dos, mientras que Iliar, Yvaylo y Lucien reían con descaro, Janos con algo más de mesura, y Dylan se preguntaba por qué todos insistían en llamar a Derek el chico, el joven o monsieur Saint-Claire cuando sabían perfectamente que aunque ciertamente también era uno, primeramente era un Arlingthon.

-         Ya basta ustedes dos  --  dijo Iziaslav sacando a Dylan de sus pensamientos  --  Y si no les importa y aunque así sea, fuera de aquí que quiero hablar a solas con Derek  -- miró a los Levjaners y se decidió por Itlar  --  Hazte cargo Itlar

-         Ak sarì

Dylan, Aleksèi y los Levjaners no se lo hicieron repetir y con rapidez se encaminaron a la  puerta, mientras que Lucien lo hizo con más calma sin dejar de mirar con curiosidad a su padre y preguntándose qué era lo iba a decirle a Derek y que tenía tanto interés en que nadie escuchase. Janos fue el último en salir pero antes se acercó a Iziaslav.

-         ¿Sker mislarvi pravyacir?  [1]  --  le preguntó

-         Ed voch ho farik uv [2]  --  le contestó él  --  ¡Ervat!  [3]  --  ordenó

Derek que no había tenido ninguna dificultad en entender lo que decían, ya quería que aquel sujeto se marchase porque su curiosidad se había disparado. Janos asintió y se marchó mientras Itlar procedía a crear un campo de energía para bloquear el sonido de las voces. No obstante una vez solos, a Derek lo asaltó el temor de haber incurrido en la ira de Iziaslav por haber intervenido en un pleito entre Devrigs, y como seguía teniendo dificultades para amarrar la lengua, no esperó a que él hablase.

-         Sé que no debí intervenir, pero aunque haya estado mal, no podía quedarme de brazos cruzados mientras intentaban masacrar a esas personas

-         No he dicho que hayas hecho algo mal y hasta donde sé y por el contrario, lo hiciste extraordinariamente bien  -- le dijo Iziaslav quitándole con ello un peso de encima  --  Sin embargo, es cierto que no debiste intervenir pero solo porque ahora saben quién eres y que estás enterado de cómo matarlos. Entiendo que hiciste lo que consideraste correcto, pero con ello pusiste en riesgo tu vida

-         Quisiera decirle que lo lamento pero le mentiría porque no es así, y si lo que hice sirvió para salvar a otros, me doy por bien servido señor.

-         Lo que habla muy bien de ti, pero como dije tu vida ahora está en riesgo.

-         Todos tenemos que morir, así que…

-         No necesariamente  --  lo interrumpió él

-         Bueno, ya sé que ustedes no pero en mí caso sabemos que tarde o temprano sucederá

Iziaslav guardó silencio tan largo rato que Derek comenzó a preguntarse si había dicho  algo incorrecto, pero después de pensarlo un poco llegó a la conclusión de que no había sido así porque solo había afirmado un hecho, de modo que… sus pensamientos se detuvieron bruscamente al entender cabalmente lo que Iziaslav había querido decir en realidad o al menos eso creía.

-         Señor… cuando dijo no necesariamente acaso se refería…

-         Justamente a eso que estás pensando

-         Pero… no, es decir… eso estaría mal  --  y a continuación se lanzó en una loca carrera de palabras  e ideas poco inteligibles.

-         Derek  --  lo detuvo Iziaslav  --  yo puedo evitarlo

-         No, no puede  --  lo contradijo él  --  sus leyes se lo prohíben, muchos Devrigs han muerto o han ido presos por ello y…

-         ¡Pero yo soy el maldito soberano y puedo hacer lo que quiera!  --  exclamó él interrumpiendo a Derek que guardó silencio unos minutos antes de volver a hablar

-         Señor, usted no quiere hacer esto y yo no quiero que lo haga

-         Sí, sí quiero porque quiero salvar tu vida

-         No señor, usted lleva años luchando contra esto y Seren entregó su vida para evitar que sus descendientes fuésemos alcanzados por la maldición. Así que no seré yo el causante de que usted eche por tierra todo lo que ha conseguido hasta ahora, y tampoco seré quien contravenga los deseos de Seren

Iziaslav se sintió miserable por planteárselo pero se habría sentido igual sino lo hacía, y pensó con enorme pesar que él era el mejor testigo de que los designios de Maikata Priroda se cumplían tanto si queríamos como si no. No obstante, aunque por algún motivo se negaba a aceptar aquello, no le quedaba más opción que acogerse a su decisión.

-         Lo lamento Derek, no debí decirte eso

-         No se preocupe señor, y de veras le agradezco la preocupación, ese afecto que no he hecho nada por merecer y todo lo que han hecho por mí  --  le dijo y luego agregó en tono más alegre  --  En todo caso no va a librarse de mí tan fácil porque no tengo intenciones de morir muy pronto

Iziaslav intentó sonreír pero era una tarea difícil, porque al escucharlo decir aquello recordó cada palabra de la profecía y éstas se clavaron dolorosamente en su corazón.

-         De acuerdo  --  logró decir  --  Ahora debo marcharme  --  y realmente lo necesitaba con urgencia

-         Aunque no me creo merecedor de tanta atención, le agradezco la visita señor

-         Cuídate kicyk  --  le dijo alborotándole el cabello y un minuto después ya no estaba allí

A pesar de que salió de manera apresurada y sin despedirse de nadie, Janos que había permanecido atento lo sintió y se apresuró a ir tras él. Le dio alcance en las cuevas de Azykh, pero era tanto el dolor al que estaba dando salida, que Janos optó por no anunciar su presencia. Y mientras veía y escuchaba a Iziaslav oculto entre las sombras, se dijo a sí mismo que ya que estaban condenados a amar u odiar sin medida, había sido juicioso de su parte bloquear sus sentimientos, así como también pensó que se viese como se viese, definitivamente no había manera de ver su condición sino como lo que era, una maldición.




[1] ¿Sker mislarvi pravyacir? : ¿Qué piensas hacer?
[2]  Ed voch ho farik uv: Eso no es asunto tuyo
[3] ¡Ervat! : ¡Fuera!

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por los capítulos..... Me encantaron y estoy esperandoa que vuelvas a publicar mas como estos..... Me da pena Derek

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  2. Hola Natalia...

    gracias a ti por la lectura y por el comentario :-)... y bueno, ya publiqué algunos más que espero te gusten... kisses...

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