LD3

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jueves, 5 de febrero de 2015

Cap. 25 Amenaza


André había venido desarrollando un arduo trabajo con Brian, y si se había dedicado más a él que a Pierre, era porque con el segundo no había mucho qué hacer, ya que había pasado toda su vida a su lado y él se había encargado de que odiase con vehemencia a las personas correspondientes, mientras que Brian era otro asunto.

A pesar de que el chico había demostrado un amor y una lealtad muy inconvenientes en opinión de André, hacia Sophie Saint-Claire, casi cinco años de un envenenamiento diario y continuo acomodando la historia de los Yaroslávich y los Saint-Claire a su entera conveniencia, finalmente habían dado los frutos esperados.

-         Es posible que en un principio ella no tuviese malas intenciones, pero ya estás al tanto de la razón por la que Dylan Danworth es tan poderoso, de modo que la ha forzado a actuar de esa forma  --  le estaba diciendo al chico

-         Pero papá no…

-         Odio decir esto pero como debes recordar, tu padre nunca quiso a tu verdadera madre así como nunca se interesó mucho por ti, se marchó con Dylan en cuanto estuvo recuperado olvidándose que tenía un hijo  --  dijo con malignidad  --  ¿Desde cuándo no te escribe?  --  preguntó sabiendo que ellos se habían encargado de deshacerse de todas las cartas de Kendall  --  Tus hermanos siempre han sido mucho más importantes para él porque son los hijos de ella

-         Pero me dijiste que se casó obligado por Danworth

-         Y así es, créeme porque yo estuve allí, pero no debes olvidar que las Saint-Claire son brujas, de modo que no le costó mucho a ella enloquecerlo  --  pero sin dejarlo pensar agregó  --  ¿Qué crees que sucederá cuando tu padre vea que no puedes darle los tan ansiados herederos? Piénsalo, todo lo que han hecho es para sacarte del medio  --  y por último agregó con suprema maldad  --  Ya estás preparado, he hecho todo lo que puedo hacer por ti, ahora es tu turno de ir y poner las cosas en orden

A pesar de que Brian seguía hecho un mar de confusión porque en su interior se mezclaba el dolor, la decepción y el odio, asintió y después de un momento abandonó la estancia. Una vez que el chico se marchó Henri miró a André

-         ¿Te parece juicioso enviarlo en este momento?  --  preguntó pero como André no contestó, agregó  --  Aparte de que personalmente pienso que no está lo bastante preparado, aún no sabemos por qué hay tantos Lovets en los alrededores de Darnley y podría ser peligroso. Adicional a eso, la situación general del país es tumultuosa

-         ¿Y quién te dijo que puedes pensar?  --  preguntó André con desdén  --  Limítate a seguir mis órdenes y nada más

-         Creí que te interesaba mantenerlo con vida  --  insistió Henri

-         Confías muy poco en tu propio trabajo

-         Y tú tienes un exceso de confianza que…

Pero no alcanzó a terminar porque André se había movido a una velocidad extraordinaria, lo tenía sujeto por el cabello y le tenía la filosa hoja en el cuello.

-         Deja de discutir mis órdenes si no quieres terminar con esto  --  y empujó la hoja hasta que se hundió unos centímetros en la piel de Henri  --  enterrado hasta la empuñadura

Louis había dejado su indolente posición, se había incorporado en el sillón y tenía una actitud alerta. Él sabía que André era muy rápido y peligroso, pero también sabía y había comprobado personalmente lo veloz y letal que podía llegar a ser Henri, pero por algún motivo que aún no tenía claro, nunca había demostrado ante André su superioridad, porque si bien André le llevaba algunos años, Henri era disciplinado, frío y mortífero, lo que le confería ventaja sobre André. Sin embargo, Louis bien fuese por lealtad, instinto de conservación o una combinación de ambas, nunca había dicho nada al respecto y ahora se limitaba a observar pero se había llevado la mano al bolsillo, lo difícil de determinar era hacia dónde se inclinaría su lealtad. No obstante, el asunto no pasó a mayores porque Henri se limitó a asentir y guardó silencio. André lo soltó, limpió la sangre en la chaqueta de Henri y se marchó.


Si Dylan había decidido regresar tan intempestivamente a Inglaterra se debía a los informes que había recibido no tanto en el sentido de la situación por la que atravesaba el país, sino por lo que le dijeron acerca de Kendall. Su necio amigo estaba metido hasta el cuello en las actividades políticas y no precisamente en el bando seguro en opinión de Dylan, sino en aquel que hacía oposición a las políticas de su majestad.

Desde su regreso, Dylan había hablado con él en reiteradas oportunidades intentando convencerlo de que se mantuviese al margen, pero lo único que había conseguido era ganarse la ira de Kendall y sus acusaciones de antipatriotismo. Aparte del hecho cierto de que a pesar de ser tan inglés como la niebla, y aunque Dylan nunca había mostrado mayor apego a su tierra no por esto la quería menos, pero ahora veía las cosas desde otra perspectiva, y era lo que lo hacía pensar en la enorme necedad de aquellos monarcas.

Por otra parte, él sabía que el sentimiento  que movía a Kendall podía ser legítimo, pero su proceder no solo lo ponía en riesgo a él sino a su familia, porque si era acusado de traición sería encerrado en la torre de Londres, y aun suponiendo que no fuese condenado a muerte, sería despojado de todos sus bienes y posiblemente exiliado.

Luciano por su parte, estaba de un humor asesino. Obviamente no había nada que quisiese menos que regresar a Inglaterra y menos aún para que Dylan le cubriese las espaldas al necio de Arlingthon. En cuanto habían llegado y aun cuando no le asistía ese derecho, no había tenido problemas en asistir junto con Dylan a las últimas sesiones del parlamento, por lo que le llevó poquísimo tiempo el enterarse de todo aquello que en principio no le interesaba lo más mínimo, llegando a la conclusión de que Carlos I se perfilaba como uno de los mayores absolutistas que había conocido, y si alguien podía saberlo ese era él que tenía por padre a uno. De manera que se lo había expuesto a Dylan en los términos más claros.

-         En breve este sujeto disolverá su tan respetado parlamento y se erigirá en el tirano que es, y les doy unos diez o quince años para que el país se vea inmerso en una guerra civil.

-         Vamos Luciano, otros monarcas han gobernado por largos períodos de tiempo sin el parlamento y eso no nos ha llevado a la guerra civil, simplemente es una prerrogativa real.

-         Sí, pero Inglaterra es una monarquía parlamentaria y se supone que eso protege a sus habitantes de los abusos reales, y garantiza los derechos de todos establecidos en la Carta Magna, pero si te fijas bien, si éste individuo no ha hecho mucho caso a ello aun estando el parlamento en funciones, imagina lo que sucederá si lo disuelve en forma permanente.

A Dylan no le parecía un panorama especialmente alentador, pero acostumbrado como estaba al sistema de gobierno de su país, le parecía poco probable que se llegase a esos extremos y en cualquier caso él nada podía hacer salvo mantener a Kendall fuera de problemas, por lo que después de darse por vencido y aunque no había querido hacer aquello por respeto a los ideales de su amigo, decidió influir en los mismos y se quedó algo más tranquilo. Sin embargo, las cosas nunca serían fáciles para él, porque apenas unos días más tarde se presentó Damien Emerick – uno de los Lovets que había sido enviado a Inglaterra – con un urgente mensaje.

-         Siento presentarme de esta forma  --  dijo excusándose por la intempestiva entrada  --  pero traigo un mensaje de James

Todos los presentes se tensaron y se preguntaron qué le sucedería a Derek. De modo que Itlar que era el Levjaner con más antigüedad lo autorizó a continuar.

-         Dice que el joven Lord Arlingthon le pide a Su Señoría  --  dijo mirando a Dylan  --  que acuda a Ipswich a toda prisa porque su padre está reunido con la facción disidente

Dylan no podía creer lo que estaba escuchando y se cuestionó seriamente sus habilidades, pero sin hacer preguntas salieron para allá.

Más temprano en Darnley, Sophie le había pedido a Kendall que no fuese pero solo había conseguido disgustarlo mucho.

-         Ya hablas igual que Dylan  --  dijo  --  pero supongo que siendo francesa no te importa mucho lo que ocurra aquí

Sophie abrió los ojos con desmesura, primero por el tono y segundo por lo expresado. Sin embargo, no tuvo ocasión de decir nada porque Kendall seguía furioso.

-         ¿Acaso Dylan te está dando lecciones de patriotismo?  --  preguntó con supremo sarcasmo  --  Según recuerdo solías prestarle más atención a él que a mí.

-         ¡Padre!  --  exclamó Derek en tono amenazante mientras Sophie aun miraba a su marido con incredulidad  --  Puedo entender y respetar el tan discutido sentido patriótico, pero bajo  ninguna circunstancia estoy dispuesto a permitir que trates a mi madre de este modo

Kendall apenas murmuró una disculpa y abandonó el estudio diciendo que tenía prisa.

-         Lo lamento mamá, todo esto lo está…

-         No te preocupes hijo  --  dijo Sophie con la voz quebrada, lo que hizo que la débil intención de Derek por disculpar a su padre se desvaneciese

-         No te angusties tú, iré con él

Le dio un apresurado beso en la frente y marchó tras Kendall dejando a Sophie en un estado de profunda tristeza y preguntándose qué le había sucedido a Kendall. No obstante, no tuvo mucho tiempo para cuestionarse aquello, porque un momento después y cuando se dirigía a las escaleras para ir a ver a los niños, se detuvo con brusquedad.

-         Buenas tardes madre

-         ¡¿Brian?!

Sophie emitió el grito de alegría y corrió a abrazar a su hijo, pero cuando se separaron Sophie tenía los ojos arrasados de lágrimas y Brian escuchó una orden perentoria.

-         Aléjate, las lágrimas son tan perjudiciales como todo lo demás  --  pero al mismo tiempo entraba otro mensaje

-         Hay más Devrigs en este lugar

Si bien había entendido la orden no sucedía lo mismo con el mensaje, pero igual dio un paso atrás y fue cuando Sophie se percató que no estaba solo, de modo que él  procedió a las presentaciones.

-         Madre, ellos son mis amigos el Conde La Fère y el Barón de Auvergne

Sin embargo, Sophie apenas estaba haciendo la reverencia cuando escuchó una exclamación ahogada a sus espaldas. Madeleine venía con los niños porque Istziar había pedido permiso ese día y era su prima la que llevaba a los niños al jardín.  Pero si la expresión de Madeleine era de auténtico terror, la de Brian no era mucho mejor y sus ojos estaban clavados en los gemelos.

-         ¡Tenemos que irnos ya!  --  escuchó que decía Henri en tono perentorio

Pero como Brian no acertaba a moverse, Louis lo sujetó mientras Henri se hacía cargo de Sophie y después salió a toda prisa.

-         ¿Madeleine qué te sucede?  --  preguntó Sophie con preocupación

Sin embargo, Madeleine aun tenía los ojos desorbitados y aferraba a los gemelos con excesiva fuerza.

Los tres individuos, naturalmente habían llegado a Ipswich primero que Kendall y Derek, pero Brian aun parecía en estado de shock.

-         Yo voy a avisarle a André, ustedes encárguense de Arlingthon  --  dijo Louis y sin esperar respuesta desapareció

-         ¡Bastardo desgraciado!  --  vociferó Brian cuando recuperó el habla  --  ¡Voy a matarlo!

Henri cerró los ojos por un breve momento y pensó que aquello se estaba complicando mucho, y en su opinión aquel chico no estaba en condiciones de nada y lo más seguro era que perdiese la cabeza del modo más inconveniente, pero si regresaban ahora quien la perdería sería él porque André no se mostraría inclinado a aceptar que hubiese desaprovechado la oportunidad. De modo que se aplicó a tranquilizar a Brian, lo que le llevó algún tiempo.

A pesar de que Derek estaba harto de todo aquel asunto político y se preguntaba por qué los condenados monarcas no podían quedarse tranquilos en sus reinos y dejar en paz a los vecinos - llegando a la conclusión de que Iziaslav tenía razón - pensaba que no podía dejar a su padre solo en aquello por muy furioso que estuviese con él.

Sin embargo, aquella reunión distaba mucho de las que había asistido en Londres, y con relativa rapidez se dio cuenta que aquellos sujetos estaban a punto de meterse en muchos problemas. Así que tomó la única decisión que le pareció acertada y mandó a llamar a Dylan, pero apenas lo había hecho, dos cosas sucedieron.

-         Hay Devrigs aquí  --  dijo mirando a James porque había sentido algo muy extraño

-         Así es  --  le contestó él que ya los había localizado, pero en ese momento los ojos de James doblaron su tamaño  --  Y acaba de llegar uno al que hemos estado buscando mucho

Al escuchar eso, Derek cerró los ojos y rogó a los cielos que contra todo evento no fuese su hermano, pero lógicamente todo aquello que más tememos parece ser lo que atraemos porque en efecto Brian acababa de hacer su entrada al concurrido salón. Derek respiró profundo y puso en práctica con mucha urgencia todo lo que le habían enseñado. Cuando sintió que todo estaba en orden en su interior y que su respiración se había acompasado, se giró y lo vio. Se fijó que venía acompañado de uno de los sujetos de la vez anterior y se apresuró hacia ellos. Entre tanto James también había hecho lo suyo y sin pérdida de tiempo había girado un urgente mensaje avisando que Brian Arlingthon había aparecido y dónde.

-         ¡Brian!  --  exclamó Derek fingiendo sorpresa

-         ¡Hermano que gusto verte!  --  saludó Brian  --  Seguro que recuerdas a mi amigo el Conde La Fère  --  dijo después de saludar

-         Mi lord  --  dijo Derek a modo de saludo y haciendo un supremo esfuerzo para que no se notase su malestar

-         Me alegra verlo de nuevo Lord Arlingthon  --  saludó Henri a su vez pero se giraron en seguida al escuchar a Kendall

-         ¡Brian!

Derek experimentó la súbita necesidad de sacar a su padre de allí en cuanto vio la expresión de su hermano, y James que seguía invisible pero a su lado, le apretó el brazo en señal de advertencia.

-         Padre  --  dijo Brian mientras Kendall lo abrazaba

-         ¿Cuándo regresaste?

Pero como si las cosas no estuviesen ya bastante mal, en ese momento hicieron acto de presencia Dylan y Lucien. El revuelo que se armó en cuanto los caballeros presentes vieron a Dylan fue espectacular, porque asumieron que si contaban con Dylan Danworth la balanza podía inclinarse decisivamente a su favor. Sin embargo, Derek que estaba atento a su hermano cuya reacción había sido inmediata, no podía estar más arrepentido de haber mandado a llamar a Dylan.

-         Creo que es mejor irnos  --  le dijo Henri a Brian

-         No veo por qué  --  dijo Brian con los dientes apretados

-         Estoy de acuerdo con el Conde  --  dijo Derek con rapidez  --  esta es una reunión tremendamente aburrida Brian, conozco un lugar mucho más divertido

-         Eso no lo dudo pero tengo asuntos que atender aquí

Henri miró a Brian y luego fijó su vista en los ojos de Derek. El chico se dio cuenta enseguida de lo que intentaba hacer y James que había permanecido atento y en silencio casi tuvo deseos de reír.

-         Veas lo que veas y escuches lo que escuches, te quedarás exactamente donde estás y olvidarás todo  --  estaba diciéndole Henri a Derek

Aunque él tenía deseos de romperle cada uno de sus miserables huesos, actuó como le había enseñado Iván y su expresión no varió.
Dylan y Lucien se estaban deshaciendo de los que intentaban acaparar la atención del primero y caminaban directo hacia ellos, pero no alcanzaron a llegar antes que Istval y Edin que aparecieron súbitamente al lado de Brian y Henri.

-         Vaya, vaya  --  dijo Istval  --  el ilustre y escurridizo Conde La Fère

-         Bonsoir Henri  --  saludó a su vez Edin que nunca perdía los buenos modales  --  y Lord Arlingthon supongo  --  agregó mirando a Brian

-         No se quiénes sean ustedes pero…

-         Brian  --  lo detuvo Henri con tono de advertencia

-         ¿Qué?  --  preguntó Brian con pésimo humor pero Henri se limitó a elevar una ceja

-         A ver niño, ya que nuestro atuendo no te dice nada, tal vez esto lo haga  --  dijo Istval levantando su brazo izquierdo donde brillaba la Bizlyk

La expresión de Brian cambió en forma radical y Derek asumió que al menos eso sí lo sabía. Henri por su parte que no era estúpido, pensaba que si bien habría podido con Danworth, que el condenado príncipe de hielo estuviese allí era otro asunto y de muy difícil solución, pero que se sumasen además Korsacov y Dòmine ya era mucho, y se preguntaba cómo demonios habían llegado tan pronto, a menos que estuviesen con los sizvitels y hasta donde sabía – y usualmente estaba muy bien informado – los sizvitels habían sido vistos en compañía de  Drachavo y Sesviatsky, de manera que sin duda estaban en muchos problemas.

-         Istval, Edin  -- dijo Dylan que finalmente había logrado abrirse paso  --  déjenme hablar un momento con él

Ambos estaban conscientes que no podían desobedecer a Dylan aunque considerasen su petición inapropiada, pero parecía que Brian iba a ahorrarles el trabajo.

-         ¡No tengo nada qué halar contigo Danworth!

-         Brian por favor es por…

-         ¡No me interesa nada de lo que tengas que decir ni la razón para ello!

-         Brian cálmate y…

-         Aunque sí quiero saber una cosa  -- lo interrumpió él  --  ¿Sabe mi padre que eres un sucio traidor y un maldito desgraciado? ¿Sabe que eres el…?

Sin bien tanto los Levjaners como los Lovets estaban obligados y preparados para obedecer a Dylan, ciertamente no lo estaban para soportar que nadie lo ofendiese, y otro asunto que disparó las alarmas de los Levjaners fue que vieron con toda claridad lo que él iba a decir. De modo que sin que las palabras terminasen de salir de su boca, Yvaylo e Istval reaccionaron del mismo modo y ambos habían sujetado cada uno un brazo de Brian y los dos Dykaris apuntaban a su cuello.

-         ¡Discúlpate ahora mismo!  --  siseó Yvaylo y era la primera vez que Derek lo veía tan furioso

-         ¡Eso es algo que no sucederá, como dije no es más que un sucio traidor que…!

-         ¡Escúchame niño estúpido!  --  exclamó Istval silenciándolo  --  Mi paciencia es extremadamente corta, le estás hablando a uno de tus sizvitels y lo harás con propiedad suponiendo que desees conservar la cabeza

Hasta ese momento Derek había conservado la calma y la actitud que sabía debía asumir cuando se presentase un problema entre Devrigs, porque se suponía que nadie estaba mirando, pero al ver a Lucien avanzar hacia su hermano con su Dykari en la mano, sintió verdadero terror, porque si bien Yvaylo, Istval y Edin estaban furiosos, Lucien lo estaba mucho más, y fue algo que le quedó muy claro a Derek al ver sus ojos, pero no tuvo oportunidad ni de pensar.

-         Se los advertí  --  dijo Lucien con voz helada, pero Dylan se interpuso entre Brian y él con tanta velocidad que casi termina con el filoso objeto en su pecho

-         ¡Luciano por favor!  --  exclamó sujetándolo

No obstante, quien lo detuvo no fue Dylan sino la efectiva intervención de Itlar que se estaba aplicando a todo lo que daba para tranquilizarlo, y no precisamente porque sintiese alguna conmiseración por Brian, sino porque tenía muy en cuenta que Dylan no entendería el por qué Lucien actuaba de aquella de manera tan desproporcionada a sus ojos.

Derek respiró cuando vio a Lucien guardar su Dykari, pero volvió a dejar de hacerlo cuando lo vio apartar a Dylan y sujetarle el rostro a Brian con muy poca delicadeza.

-         Él puede tener motivos para no matarte pero yo no  --  le dijo  --  y te sugiero recordarlo porque si vuelvo a verte serás historia  --  y luego miró a Istval y a Edin  --  ¡Llévenselos!

-         ¡No hemos hecho nada!  --  exclamó Brian

-         Él tiene razón  --  dijo Henri con más calma

-         Tienes muchos años Henri, y sabes perfectamente que de momento eres sospechoso de estar incurso en un delito  --  dijo Edin  --  Y en cuanto a ti, acabas de molestar e insultar a un sizvitel y eso está penado  --  agregó mirando a Brian

-         ¿Desde cuándo decir la verdad es molestar?   -- preguntó Brian y miró a Dylan con el mayor resentimiento  --  Tu sola presencia es un insulto para nuestro apellido y te juro que tus días están contados así como los de tus…

-         ¡Llévenselo de una maldita vez!  --  ordenó Lucien pero para cuando terminó de dar la orden ya ellos habían desaparecido

Luciano tenía pésimo aspecto al igual que Yvaylo e Itlar, pero Dylan en quien se fijó fue en Derek y se acercó a él sinceramente apenado.

-         Lamento mucho todo esto Derek

-         No es tu culpa  --  dijo él que por fin se había dado permiso para respirar

-         ¿Estás bien?  --  y él asintió  --  De acuerdo, iré a hablar con Kendall para sacarlo de aquí

-         Dylan  --  lo detuvo Derek  --  Gracias


Él sabía que estaba refiriéndose a que hubiese evitado que Luciano matase a su hermano, pero aunque Dylan no se creía merecedor de su agradecimiento, le sonrió y continuó hacia donde estaba Kendall. Entre tanto los Levjaners, James y los otros Lovets que habían sido testigos de los hechos, pensaron que aquel día Derek Arlingthon se había graduado con honores en el dominio de sus emociones. Sin embargo, aquella terrible noche aun no terminaba. 

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