LD3

LD3

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Cap. 15 Conversaciones…



Iziaslav y Janos estaban como de costumbre frente al tablero de ajedrez, pero Iziaslav estaba ausente.

-         Voy a ganarte  --  le advirtió Janos

Tratándose de otras personas esto habría sido ridículo, porque nade anuncia eso, pero a ningún soberano se le gana en nada, de manera que Janos solo cumplió con una norma básica de supervivencia, pero como Iziaslav no prestó atención, él movió su pieza.

-         Jaque  --  no obstante el individuo seguía en otra parte  --  ¿Iziaslav?

En ese momento él giró la vista pero no pareció en lo más mínimo interesado, se puso de pie y caminó hacia la ventana.

-         ¿Qué sucede?  --  preguntó Janos caminando hacia él

-         Se avecinan tiempos difíciles  --  dijo él

-         Veamos…

-         Puedo sentirlo Janos

Aquello era algo que Janos no iba a ignorar ni a discutir, porque Iziaslav siempre había sido así. Aun cuando era apenas un chico y antes de convertirse en Devrig, podía presentir con una exactitud casi matemática cuando se cernía el peligro sobre ellos. A pesar de que su pueblo vivía en guerra y aquello podría considerarse lo normal, Janos había podido comprobar que eso solo sucedía cuando las cosas iban a irles muy mal. De modo que sus sentidos se pusieron en estado de alerta. Illir era una fortaleza inexpugnable, así que llegó a la rápida conclusión de que no podía estarse refiriendo a un peligro inmediato.

-         Iziaslav…

-         Sé que no soy el mejor individuo del mundo y de hecho he sido y soy uno de los peores, y aunque he intentado remediar en parte mis errores, sé que hay cosas que no tienen remedio, pero daría mi vida por evitarle el sufrimiento a los míos. Tal vez el universo lo juzgue un merecido castigo por mis muchos crímenes, pero…

-         Iziaslav  --  lo detuvo Janos  --  no voy a cometer la enorme estupidez de negar lo obvio, yo estaba allí así que soy testigo de lo que has sido, lo que eres y sé de cierto lo que aun puedes llegar a ser, pero sabes tan bien como yo que esto no se trata de culpas y castigos, en todo caso ya tú recibiste el castigo por tus culpas al igual que todos nosotros, y es algo con lo que vamos a cargar toda la vida. No obstante, también sabes que los designios de Maikata Priroda son cuestiones que atañen de manera personal a cada quien, y aunque eso nos afecte a todos no es nuestra responsabilidad. Así que deja de sentir lástima por ti mismo, y si estás pensando en el chico Saint-Claire, ya se está haciendo todo lo que se puede hacer.

-         Son mi sangre Janos  --  dijo después de un momento  --  y aunque ni siquiera he conocido a la mayoría y esa misma mayoría nos ha odiado, esta maldita condición hace que no pueda dejar de dolerme

Janos entendía eso, porque él había evitado con diligencia involucrarse con nadie fuera del círculo más íntimo y antiguo de los Yaroslávich, de manera que fuera de los príncipes, y los Levjaners y sus hijos, su interés por los demás era nulo. Sin embargo, entendía que para Iziaslav fuese diferente, porque todos los Saint-Claire buenos o malos, seguían siendo sus descendientes y no podía evitar sentirse como se sentía.

Extraordinariamente pocos conocían aquel lado vulnerable de Iziaslav, para la mayoría de los Devrigs incluidos sus propios hijos, él era un ser despiadado y sin sentimientos, un ególatra que solo pensaba en sí mismo. Los rybiks parecían haber olvidado al padre que los acunó en sus brazos, que velo sus sueños y que los defendió a sangre y fuego de cualquier amenaza. En la actualidad la mayoría de los Devirgs pensaba que si a Lucien se le permitía un comportamiento tan anárquico era porque Iziaslav veía en él su propio reflejo y en ningún caso por amor. Incluso individuos como Hosa, Massarik o Hársady habían llegado a sugerir que Iziaslav sería capaz de sacrificar a Iyul en beneficio de Lucien, lo cual Janos estaba positivamente seguro que no era cierto, porque si bien Iziaslav siempre había sentido debilidad por Lucien, eso solo se debía a que era el menor, pero los amaba a ambos con la misma intensidad.

Los pensamientos de Janos fueron interrumpidos cuando la puerta se abrió dando paso a uno de los Lovets de guardia.

-         ¿Sarì?

-         Quiero hablar con Istval

-         Ak sarì  --  dijo el chico y abandonó el salón

-         ¿Para qué y por qué no lo llamaste tú mismo?

-         Recibió una orden y es posible que esté en ello

-         ¿Entonces?

-         Quiero saber cómo va todo, así que si puede venir…

-         Iziaslav, Istval podría estar desde… no sé, en medio de una horda de razverevied furiosos hasta en brazos de la más hermosa criatura del universo, y lo dejaría todo por acudir a tu llamado

Aquello era bastante cierto, porque los aykeris le profesaban una lealtad a toda prueba, y no era que los demás Levjaners no lo hiciesen, pero el caso de los rybiks era extremo y había sido así desde que en una ocasión cuando tenían unos ocho años aproximadamente, Iziaslav los había salvado de ser devorados por un enorme oso. Los niños de la tribu no solían alejarse mucho de la aldea ni de sus madres, pero aquellos dos pequeños individuos habían dado más dolores de cabeza en su corta vida a los Korsacov y a la tribu en general, que todos los rybiks de la misma juntos. De modo que en esa ocasión cuando Jovanka dio la voz de alarma, todos salieron a buscarlos porque era seguro que no estaban en ningún avari, pero había sido Iziaslav quien los había encontrado en esa oportunidad y apenas con tiempo, porque ya Istval había sido mordido por el animal mientras que Istvan había aferrado una gruesa rama y luchaba con todas sus fuerzas para intentar alejarlo. Como casi todos los miembros de la tribu, Iziaslav era un cazador experto y tenía una excelente puntería, de modo que apuntó su arco y clavó la primera flecha en medio de los ojos del oso, y luego en rápida sucesión otras cuatro en distintos lugares de su cuerpo hasta que la bestia se derrumbó. Después de eso se había acercado a los rybiks, levantó a Istval que tenía una herida sangrante en la pierna y emprendió el camino de vuelta. A partir de ese día, los pequeños aykeris habían profesado adoración a Iziaslav, más que por ser su soberano por lo que había hecho por ellos, y a la fecha seguía siendo igual, porque si Iziaslav les llegase a decir que quería sus cabezas, simplemente habrían expuesto el cuello para que les fuese cortada. De modo que eso de que si podía acudir, era una enorme necedad. Algo que quedó demostrado cuando unos minutos después se presentó Istval.

-         ¿Sarì?  --  dijo doblando la rodilla

Después del saludo, Iziaslav preguntó por Derek y el aykeri procedió a contarle lo sucedido hasta el momento en el que Milorad lo había sacado del salón. Y como este sujeto era de ideas fijas, no omitió ningún detalle del asunto Istziar, con lo que evidentemente causó la alarma de Iziaslav. No obstante, como también era honesto, expuso igual y fielmente todo cuanto había dicho Derek, de manera que Iziaslav se tranquilizó un tanto.

-         En ese caso y aunque sea desagradable para ti, tendrás que vigilarlos

-         Con tu perdón sarì, creo que eso no va a ser posible  --  y tanto Iziaslav como Janos mostraron su asombro

-         ¿De qué hablas?

-         Verás, le di mi palabra a haryk de no intervenir de ninguna manera, y suponiendo que igual no me encierre por habértelo contado antes de que el consejo lo hiciese, no puedo faltar a ella.

Aunque Iziaslav pensaba que aquello era ridículo y podía limitarse a simplemente dar una orden y Milorad no podría desobedecerlo, decidió no hacerlo para no provocar un problema mayor entre padre e hijo, porque también sabía de primera mano lo que eran los rybiks difíciles y sin duda Istval lo era con todas sus letras, pero al mismo tiempo y en su opinión, no había nadie mejor para vigilar a Derek. De modo que decidió esperar el informe del consejo, y seguramente Milorad sugeriría que se encargase a Iván la tarea de vigilar a Derek, pero ya se encargaría él de que no fuese así.


Entre tanto, los Levjaner se habían repartido las tareas. Milorad había marchado a Darnley con el objetivo de hablar con Istziar, y lo hizo en compañía de Iván, éste con la misión expresa de acercarse a los aykeris y hacer algunas pruebas de la percepción de los niños. En tanto que Istvan había partido a Cleves a hablar con los Saint-Claire. Darko recibió el encargo de rendir un primer informe a Iziaslav, pero más que todo con el objeto de solicitar su autorización para informar a los sizvitels acerca de lo que se estaba haciendo con Derek y la razón para ello. Y en el caso de que diese su autorización, Iliar y Edin esperaban en la sede a recibir el mensaje de Darko y partirían a Yaroslavl en cuanto lo recibiesen para hablar con los sizvitels. Kireg y Anatoly quedaron a cargo de Derek mientras los demás cumplían con las diversas tareas.


Milorad llegó a Darnley a la desusada hora de mediodía, ubicó la habitación de su hija y se fue derecho a ella mientras Iván se iba a la de los aykeris.

-         Zdravi Istziar

La chica se sobresaltó al escuchar cerca de su oído el saludo de Iván, pero él estaba prestando atención a los aykeris comprobando que por el momento a él no podían percibirlo.

-         Milorad te espera en tu habitación, yo me haré cargo aquí hasta que regreses

-         Pero… Lady Arlingthon…

-         No vendrá por el momento  --  le aseguró Iván

-         Alex, Lucía  --  dijo ella dirigiéndose a los niños que jugaban en ese momento y Alexander se volvió  --  debo salir un momento, por favor no se muevan de aquí hasta que regrese

Iván sonrió y pensó que les quedaría difícil estando él allí, pero no dijo nada y en cuanto Istziar abandonó la estancia, se acercó tanto como fue posible primero al varón, pero éste no dio muestras de sentir nada. Después repitió la operación con la kandly, pero con el mismo resultado. De modo que concluyó que al menos de momento, a él no lo percibían y teniendo en cuenta que ni Istval que compartía sus mismas habilidades había podido hacerlo, no le extrañó mucho.

Istziar entró a su habitación y aunque sintió la presencia, no veía a su padre.

-         ¿Haryk?  --  y al segundo siguiente se sintió estrechada en sus brazos

-         Zdravi kaisyn [1] --  saludó él dándole un beso en la frente

-         ¿Viniste a reñirme?

-         Creo me estás confundiendo con tu madre y con tu hermano  --  le dijo y la expresión de la chica se relajó  --  pero sí me gustaría que hablásemos un momento ¿es posible?

-         Claro haryk  --  lo tomó de la mano y se sentaron en la orilla de la cama

-         ¿Quieres contarme?  --  le preguntó, pero viendo que ella bajaba la cabeza, le sujetó el rostro y lo elevó  --  Tienes muchos años Istziar, pero sigues siendo nym kicyk kandly, yo me sigo considerando el padre más afortunado por tenerte y sigo queriendo ser el hombre que no solo está aquí para protegerte, sino aquel en el que puedes confiar por encima de cualquier de cosa.

-         Dhavjà haryk  --  dijo ella refugiándose en sus brazos  --  de veras no quise haryk pero…

-         Danmilardam  kaisyn, no estoy aquí para juzgarte sino para escucharte, y si me lo permites, para decirte algunas cosas 

-         Al principio me pareció un rybik lindo y que amaba mucho a su mhàyr, y aunque yo no parecía serle muy simpática me trataba con respeto, pero el tiempo pasó y… bueno no sé haryk, comencé a sentir diferente y él comenzó a evitarme. Pensé que por ser un Saint-Claire y yo una Devrig, era algo natural pero mis problemas aumentaron cuando me di cuenta que mi corazón enloquecía cada vez que lo miraba, cada vez que lo sentía llegar a casa, cuando escuchaba su respiración, y cuando pude percibir lo que estaba sintiendo me asusté, pero me convencí mí misma que podía con esto  --  en ese momento sujetó las manos de Milorad  --  Dum horiani haryk

-         Istziar…

-         Sé que debí acudir a ustedes, debí evitarlo pero…

-         Istziar  --  dijo él haciendo que ella guardase silencio  --  Nidly [2] deja de atormentarte porque en realidad no había nada que pudieses hacer, sabes que una vez que nos enamoramos no hay vuelta atrás

-         Lo sé, pero debí alejarme y no lo hice. Primero me dije que no podía dejar a los aykeris, luego que la única que podría sustituirme era ayhyr y que eso sería cruel para él porque seguiría viéndome en ella, pero todas esas no eran más que excusas haryk, excusas para no alejarme de él.

-         Lo entiendo kaisyn y me duele mucho que estés sufriendo por esto, pero debes tomar una decisión

-         La única decisión que puedo tomar es la de regresar a casa

-         ¿Estás segura?

-         No puede ser de otra manera haryk, no podría engañarlo y lo sabes porque el amor no puede mentir, y creo que no estoy preparada para ver su mirada de horror cuando se entere de lo que soy

Milorad guardó silencio durante un momento pensando. Podía sacarla de allí sin decirle nada, Darko lo ayudaría a equilibrar sus emociones y a mantenerla tranquila, y pasado un tiempo cuando el chico muriese todo habría terminado. Pero como ella misma acababa de decir, el amor no puede mentir

-         ¿Istziar y si te dijera que él sabe lo que somos?

Ella abrió los ojos hasta un punto casi doloroso, pero sabía que su padre no estaría diciendo aquello solo porque sí.

-         ¿Haryk?

Milorad respiró y  comenzó a hablar. Le contó lo que Iziaslav había decidido con respecto a Derek debido a su especial habilidad y  que esa era la razón para que Istval hubiese estado allí los últimos días.

-         ¿Entonces tu sabías…?

-         Sí, el mismo Derek en medio de su desesperación al saber lo que podía hacerle un Saint-Claire a un Devrig, nos lo dijo, pero lo importante es que te ama y está dispuesto a alejarse porque su única preocupación es lo que tú vas a sufrir a la hora de su muerte.

Una enorme sonrisa se había dibujado en los labios de Istziar y a Milorad le apenaba tener que derrumbar su momentánea felicidad encarándola con la realidad, pero no tenía opción.

-         Kaisyn, no es que no me preocupe eso, pero tanto a mí como a los demás lo que nos preocupa es otro asunto

-         ¿Qué otro asunto?

-         En principio que sabemos lo que el amor nos puede hacer, si decides seguir adelante y te aclaro que nadie piensa interferir en eso, sabes que no querrás perderlo, pero sabes también que no puedes transformarlo  --  hizo una pausa esperando que ella pensase en ello y luego continuó  --  ¿Crees que estás preparada para hacerle frente a eso?

Istziar se había puesto de pie cuando Milorad le había dicho que Derek conocía su condición y no la rechazaba por ello, y pensó que si era así todavía tenía una oportunidad, pero al escuchar lo que le acababa de decir e imaginarse la posibilidad de tener una vida juntos para luego perderlo, había caído sentada de nuevo y las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas. A Milorad le dolió el corazón, pero no podía hacer otra cosa.

-         Istziar  --  dijo después que había pasado mucho rato y ella movió la cabeza en forma negativa

-         No haryk, no puedo

Milorad la abrazó y la dejó llorar mientras pensaba que era mejor ahora que después, al igual que se dijo que si ella tomaba la decisión de no seguir adelante, entonces no valía la pena que agregase más dolor hablándole de la profecía.

-         Sé que es difícil y aun tienes tiempo para pensarlo  --  le dijo cuando estuvo más calmada  --  Si quieres puedes regresar a casa ahora y arreglaremos que Jovanka se haga cargo de los aykeris, pero debes saber que él no regresará muy pronto porque como te dije, Iziaslav dio órdenes de que si él lo aceptaba nos hiciésemos cargo de su preparación  para aprender a manejar su habilidad, de modo que se quedará en Levzheir

-         Entonces no hay razón para que me marche

-         ¿Segura?

-         Te prometo que si cambio de parecer te lo haré saber de inmediato

-         De acuerdo. Ahora debo marcharme

-         Dhavjà haryk

-         Voch mirkeirvi ilè sker [3]  --  le dijo abrazándola  --  Dhazshlivi kaisyn, voch dum verciekvi [4]

-         Iv ebendhe dhazshlivi haryk [5]

Después de eso Milorad aceleró su energía y la acompañó a la habitación de juegos de los aykeris para buscar a Iván, pero apenas entró a ella fue evidente para ellos que los niños lo habían visto, no porque dijesen nada sino porque ambos giraron las cabezas y fijaron la vista en el vacío. Iván se despidió de Istziar y se marcharon, pero una vez fuera Iván miró a Milorad con aquella odiosa sonrisa que le era tan característica y que le recordaba a su propio hijo.

-         Mala suerte priyatel

-         No seas majadero Iván  --  pero el otro se limitó a reír con más ganas  --  ¿Qué averiguaste?

-         ¿Aparte de lo obvio?  --  preguntó y Milorad tuvo deseos de golpearlo  --  No mucho más de lo que ya nos habían dicho, la única inexactitud es que la kandly no es menos hábil que el rybik, solo es menos…  ¿exhibicionista?

-         ¿Qué significa eso?

-         Simplemente no muestra todo lo que es o cómo es, de modo que lo que dijo Aleksèi acerca de que el rybik parece ir siempre un paso adelante, no es del todo cierto, la verdad es que piensan de modo idéntico y perfectamente sincronizado

-         ¿Cómo puedes saber eso si todos dicen que no pueden ver lo que están pensando?

-         No prestas atención Milorad, lo que dicen es que no pueden modificar sus pensamientos, no que no puedan verlos y créeme cuando te digo que piensan exactamente igual

-         De acuerdo, pero por si no lo notaste, hay algo que será un problema más grave en breve y en realidad no me explico cómo no lo han notado

-         Si te estás refiriendo al parecido con el Rybik, sí lo noté y yo tampoco me lo explico al menos en el caso de la madre, porque en el caso de Arlingthon asumo que  Ivsky está haciendo su trabajo.

-         De cualquier manera pronto será demasiado evidente, porque aunque sin duda son Saint-Claire, la esencia del Rybik se les sale por todas partes y si le sumamos el parecido físico, creo que tendremos problemas mucho antes de lo que habíamos pensado.

Cuando llegaron a Levzheir les informaron que aun Istvan no había regresado, de manera que se dispusieron a esperar para saber las próximas acciones a seguir.



[1] Zdravi kaisyn: Hola hija
[2] Nidly: Linda
[3] Voch mirkeirvi ilè sker: No tienes por qué
[4] Dhazshlivi kaisyn, dum verciekvi: Te amo hija, no lo olvides
[5] Iv ebendhe dhazshlivi haryk: Yo también te amo papá

No hay comentarios:

Publicar un comentario