El cerebro de Derek en caso de
poder ser visto por dentro posiblemente habría aturdido a cualquiera, porque
era algo parecido a un enorme salón donde se proyectaran varias películas al
mismo tiempo. Ahora, a qué obedecía que decidiese prestarle atención a una pantalla determinada, era algo en
apariencia completamente aleatorio y sin explicación, pero lo cierto era que
tan pronto estaba hablando de una cosa como de otra sin transición alguna. Tal
vez una palabra, un gesto, una mirada o un sin fin de otras cosas pudiesen ser
el disparador, y en aquel momento sucedió algo así, porque repentinamente al
estar mirando a Istvan, había sentido que el mundo dejaba de girar al recordar
a Istziar, y fue justamente eso lo que salió disparado por su boca cuando
Istvan estaba a punto de preguntarle qué le sucedía.
-
¡Istziar! -- exclamó y su tono era del más auténtico
terror
En forma automática los
Korsacov se miraron entre sí, pero no tuvieron ocasión ni de pensar porque lo
que dijo Derek a continuación los paralizó a todos.
-
¡Tenemos que volver! -- dijo con desesperación --
¡Puede estar muriendo!
Diciendo esto y corriendo
hacia la puerta, pero fue detenido por Yvaylo que fue quien acertó a moverse
más de prisa. Milorad y sus hijos se miraban sin saber qué pensar, aunque
después de la primera impresión, estaban seguros que lo que estaba diciendo
Derek carecía por completo de sentido porque no había en Darnley nada que
representase una amenaza para Istziar y de hecho sabían que a menos que alguien
le quitase la cabeza, la muerte era algo que no estaba en la lista de
posibilidades.
-
¡Suéltame Yvaylo! -- gritaba y se debatía Derek mientras Yvaylo lo
sujetaba
Sin embargo, Derek no tenía
ninguna posibilidad contra el Levjaner pero como seguía con sus gritos, Yvaylo
optó por lo más sencillo y lo dejó inconsciente. Mientras lo colocaba en un
sillón frente a la chimenea, Istvan y Milorad miraban a Istval en forma
interrogativa.
-
¿Puedes explicarnos a qué se debió eso?
-- preguntó Milorad
Pero en realidad Istval no
tenía más idea que ellos, así que negó con un gesto. Istvan consideró por un
momento llamar a James, pero decidió esperar y ver si podían tranquilizar a
Derek y averiguar por él mismo por qué pensaba aquello. Iván había intentado ver lo que había en sus pensamientos,
pero por mucho que se esforzó le resultó imposible. De modo que se dedicaron a
equilibrar tanto los centros de energía como los centros nerviosos de Derek, y
cuando estuvieron razonablemente seguros de que estaría más tranquilo, procedieron
a devolverle la consciencia.
Cuando el chico abrió los
ojos, si bien se sintió desorientado y miró a todas partes, al menos la
expresión de terror había desaparecido de su rostro. Le tomó un largo momento
colocar las piezas en el lugar correspondiente, pero una vez que lo hizo se
incorporó en el sillón y la expresión de temor comenzó a formarse de nuevo.
-
Derek no hay motivo para que estés tan preocupado, pero si nos dices por
qué piensas que Istziar está en peligro, tal vez…
-
¡No lo pienso, lo está!
-
De acuerdo, pero dinos la razón y sabremos qué hacer --
dijo Iván para tranquilizarlo y Derek miró a los tres Korsacov
considerando lo que iba a decir pero no había opción
-
Van a querer matarme y están en su derecho pero considerando que en
realidad no pueden hacerlo…
-
Derek -- lo interrumpió Yvaylo -- al
grano
-
Ustedes me dijeron que nuestra sangre es mortal para los Devrigs, pero
también que nuestra saliva es en extremo perjudicial, así que… --
cerró los ojos un segundo -- ¡Demonios!
Besé a Istziar
Sería difícil describir los
distintos niveles de asombro que se dibujaron en las expresiones de los
presentes y con la posible excepción de Milorad, ninguno podía creer aquello,
empezando por Misha, Itlar, Yvaylo y los aykeris. Primero porque era algo que simplemente
no podía suceder sin el concurso de Istziar, lo que los llevaba la segunda
razón para la imposibilidad, y era que Istziar no se habría fijado en un rybik
como Derek, y en tercer lugar, Derek no solo era un diky a sus ojos, sino que
era un humano normal, y si individuos como Itlar o Yvaylo lo consideraban un
rybik, desde luego Istziar con mucha más razón porque les llevaba muchísimos
años a ellos dos, del mismo modo que sabía la inconveniencia de involucrarse
con los mortales.
Edin por su parte, estaba
pensando en Madeleine y sintió pena por Derek, porque él pensaba que si aquello
en verdad había sucedido, posiblemente había sido en un descuido de Istziar
como le había sucedido a él con Madeleine, con la diferencia que a Istziar no
le sucedería nada, aunque eso Derek aun no lo sabía y Edin entendía su
angustia.
Milorad en cambio estaba
pensando que aquello no solo era posible sino que estaba seguro que había sido
así, del mismo modo que lo estaba de que Jovanka iba a masacrarlo.
El resto de los presentes
seguían sin saber qué pensar, pero estaban divididos porque mientras los más
jóvenes como Iliar e Iván pensaban que Derek tenía alguna especie de
alucinación, los mayores como Darko, Kireg, Anatoly y Aritz pensaban que
Istziar seguía siendo hermosa y con un aspecto que fácilmente podría atraer la
atención de cualquier mortal, pero más importante aún, por muchos años que
tuviese ella se había quedado en los veinte y con perfecto derecho a sentirse
igualmente atraída por un joven de su
edad.
-
¿Qué les pasa? -- preguntó Derek sacándolos de su momentánea
abstracción -- ¿Acaso no me escucharon? Puede estar…
-
Cálmate Derek -- dijo Darko
-- Estamos seguros que Istziar
está perfectamente
-
No me creen -- dijo Derek después de mirarlos a todos
-
No se trata de eso -- le aseguró Iván
-
Sí, sí se trata de eso o no estarían tan tranquilos --
dijo poniéndose de pie -- ¿Creen que soy tan imbécil como para venir y gritarle
al padre y los hermanos de la chica en cuestión que fui lo bastante patán como
para besarla sin que eso fuera cierto?
-- preguntó y su temperamento
comenzó a emerger de nuevo
-
Yo te creo -- dijo Milorad sorprendiendo no solo a Derek
sino a sus propios hijos
-
¿Athayr? -- dijeron los aykeris al unísono
-
Tengo mis razones para hacerlo -- dijo él indicándoles de esta forma que había
terminado la discusión al respecto, y luego miró al chico -- pero de momento lo importante es que te
tranquilices Derek, así como yo estoy seguro que lo que estás diciendo es
verdad, te pido que nos creas cuando te decimos que mi hija está bien
Pero si bien Istvan era de la
clase que no discutiría con su padre, Istval era otro asunto y no iba a perder
el tiempo en una estéril discusión sino que irrumpió sin ninguna consideración
ni respeto en los pensamientos de su padre. Entre tanto Derek miraba a Milorad con
desconcierto.
-
Tengo la impresión que me perdí de algo
-- pero en ese momento Istval se
volvió hacia él
-
Lo que vas a perder es…
-
¡Istval! -- exclamó Milorad -- ¡Eserirvi et prav isilier! [1] --
dijo en un tono decididamente peligroso
Derek elevó las cejas porque
aunque no había entendido lo que había dicho Milorad, evidentemente era una
orden, pero se le hacía muy extraño que Istval fuese del tipo que obedecía a
alguien, y menos a un individuo que se veía apenas un poco mayor que él, pero
al mismo tiempo se recordó que por joven que se viese, aquel sujeto seguía
siendo su padre. Mientras que los demás estaban pensando algo aproximadamente
similar, pero a diferencia de Derek, conocían bien a Istval y sabían a ciencia
cierta que le importaba muy poco de quien proviniese una orden incluido su
propio padre, si no se le antojaba obedecer no lo hacía, el asunto que los
sorprendía era que muy rara vez habían escuchado a Milorad hablarle en aquel
tono a alguno de sus hijos y en el caso de Itlar, Yvaylo y Edin nunca lo habían
hecho, de modo que estaban más sorprendidos por eso que por el hecho de que
Istval hubiese obedecido.
Sin embargo, mientras todos
aun estaban en asombrado silencio, Derek que como ya se ha dicho tenía
dificultades con el silencio, no se aguanto y miró a Istval.
-
Te pido disculpas, sé cómo debes sentirte
-
¡No, no lo sabes nekasny!
-
¡Istval, azke tayd! [2] --
dijo Milorad y luego miró a Istvan pero antes de que pudiese decir nada,
Derek volvió a hablar
-
Señor, quiero que sepa que de veras me siento muy apenado pero si bien
puedo lamentar haberme comportado de una manera que no se corresponde con la
forma de proceder de un caballero bien nacido, estaría faltando a la verdad si
dijera que no quería hacerlo, porque aunque tal vez sea este el peor momento
para decirlo, y a pesar de que ahora sé que es imposible, en realidad estoy
enamorado de su hija y no hay nada que pueda hacer al respecto.
Iván e Yvaylo que estaban
prudentemente a los lados de Istval, aferraron sus brazos con fuerza para
mantenerlo en su lugar.
-
Agradezco tu honestidad -- le dijo
Milorad y volvió a mirar a Istvan
-- ¿Puedes continuar o quieres
que lo hagamos nosotros?
Pero como Istvan dudó unos
segundos, Milorad se volvió hacia Darko quien a su vez lo hizo hacia Derek.
-
Siéntate por favor -- le dijo con amabilidad pero indudablemente
era algo más que una invitación
Todos regresaron a la mesa
pero iban pensando que los Korsacov aun estaban sufriendo el impacto de la revelación. Istvan seguía ausente,
mientras que Istval y Milorad estaban furiosos, lo que no tenían claro al menos
en lo tocante a Milorad, era si lo estaba con su hijo, con Derek o con ambos.
-
Todo lo que te hemos dicho es rigurosamente cierto -- comenzó
Darko y vieron que la alarma se formaba nuevamente en el semblante del
chico --
pero también es cierto que no debes preocuparte por lo sucedido
-
¿Por qué? ¿Acaso hay alguna clase de… no sé… antídoto? --
preguntó pensando que si lo había, Aleksèi sin duda debía saberlo y ella
estaba con él la última vez que la vio
-
Primero debes recordar que eso no
iba a matarla, solo la habría debilitado mucho pero nada más. Sin embargo, hay
razones para que no sea así. Recuerdas que Istvan te habló del legado
Saint-Claire ¿no? -- y Derek asintió --
Bien, en esos pergaminos como también te dijo, hay una serie de
profecías que hemos comprobado que al ser designios de la madre naturaleza se
cumplen sin importar si creemos en ellas o no, si nos parece bien o mal, y sin tener en cuenta que estemos de acuerdo o
no --
hizo una breve pausa y continuó
-- Fue por ellos que nos
enteramos que tú estabas destinado a ser el único Saint-Claire hombre que
podría reconocernos, y que habías nacido con una habilidad muy especial poco
común en tu especie.
-
Han mencionado el asunto de la habilidad muchas veces, pero ¿qué
habilidad es esa? ¿Reconocerlos? -- preguntó en tono de duda, porque aunque le
parecía importante no lo veía como una gran
cosa
-
No, aparte de eso naciste con el don de dominar la mente
Ahora Derek no estaba para
nada seguro y menos convencido de que aquel sujeto estuviese bien de la cabeza
¿Dominar la mente? ¿Qué se suponía que significaba aquello? Porque si era que
sería capaz de dominar sus pensamientos y sus impulsos, desde luego no podían
estar más equivocados teniendo en cuenta lo que había sucedido recientemente
con Istziar.
-
Disculpe, pero creo no estoy entendiendo
-- dijo y poniendo en palabras
delicadas sus pensamientos -- Porque no estoy muy seguro de que eso de dominar la mente signifique lo mismo
para mí que para ustedes.
-
Quizá me he expresado mal -- dijo Darko y Derek no podía estar más de
acuerdo -- El elemento básico de todo ser viviente es la
energía y es justamente eso lo que en realidad tú puedes dominar, pero por
supuesto es algo que debes aprender, porque hasta ahora lo haces de un modo
rudimentario. Sin embargo, eso podemos discutirlo después ya que nos hemos
comprometido a colaborar en tu instrucción, lo que interesa ahora es que hay un
asunto de mayor importancia que debes saber.
No obstante, Derek aun lo
miraba con la boca abierta porque si cabía, ahora estaba más confundido que
antes, y a pesar de que su cerebro buscaba afanosamente todo cuanto podía
recordar de sus clases de ciencias y acerca de la constitución del cuerpo
humano, pensó que no había prestado la debida atención a las mismas porque no
encontraba nada ni remotamente parecido. Anatoly había colocado un vaso frente
a Derek pero él lo miró con desconfianza.
-
Bébelo, pero hazlo poco a poco, ya sabes que no es agua -- le
dijo el hombre
Derek obedeció bebiendo un
pequeño sorbo, y aunque aun quemaba, la sensación fue mucho menos desagradable
que la primera vez. Milorad se había sentado al otro lado de él y fue quien
habló a continuación.
-
Derek, en esos pergaminos de los que hemos estado hablando, está anunciado
un evento de suma importancia para nuestra raza
-- dijo y mientras Derek lo
miraba, extendió lo que él supuso sería uno de los famosos pergaminos y comenzó
a leer
A pesar de que Derek nunca había
sido un especial amante de la lectura, le pareció comprender lo que significaba
aquello.
-
Es decir que en un momento determinado, una pareja iba a amarse lo
suficiente como para a pesar de que a ustedes se les hace casi imposible,
engendrar un hijo que de alguna manera suprimiría la maldición --
dijo en forma sucinta y los miró
-- ¿Es eso no?
-
Básicamente -- dijo Darko
-
Entonces eso ya sucedió y es por ello que Istziar está a salvo ¿no? --
siguió Derek
-
Así es -- volvió a asentir Darko, y fue evidente para
todos que finalmente Derek se había permitido tranquilizarse
-
Pues gracias al cielo -- dijo el chico, pero a pesar de su alivio, no
se le escapó que todos seguían teniendo expresión preocupada --
¿Cuál es el pero? --
preguntó
-
Hace un momento dijiste con mucha seguridad que amabas a mi hija --
dijo Milorad y Derek lo miró con atención -- No
obstante, igualmente reconociste la imposibilidad de esa relación ¿voy
bien? --
y Derek asintió -- ¿Podrías decirme a qué obedece que lo
consideres imposible?
Istval, Itlar e Yvaylo miraban
a Milorad preguntándose si había perdido el juicio, mientras que los demás
habían entendido por dónde iba.
-
No me mal interprete, yo no los veo como si no fuesen seres humanos porque
en mi opinión lo que nos confiere la calidad de humanos son nuestros sentimientos y nuestra capacidad de razonar y
evidentemente poseen ambas cosas, de modo que son tan dignos de amar como de
ser amados, pero aun suponiendo que tuviese la enorme suerte de que Istziar
llegase a sentir por mí lo que yo siento por ella… no le haría esto, porque yo
soy vulgarmente mortal y seguir adelante sería causarle un dolor que
difícilmente podría perdonarme.
Independientemente de lo que
Istval hubiese estado pensando hasta ese momento, al escucharlo su expresión se
relajó, mientras que Itlar e Yvaylo que llevaban ya algún tiempo conociendo a
Derek y sabían que había sido un chico alegre y despreocupado con tendencia a
la irresponsabilidad, tuvieron que aceptar que aunque les pareciese mentira, el
niño había crecido y era mucho mejor persona de lo que habrían podido imaginar.
Y en el caso de los demás que apenas lo estaban conociendo, si bien se
sintieron complacidos, también sintieron una enorme pena al saber el destino
del chico y se propusieron prestarle la mayor ayuda posible, aunque sabían que
si estaba decidido que así sucediera, nada podrían hacer por evitarlo.
-
Y basándonos en eso -- continuó Milorad --
¿Qué estarías dispuesto a hacer en beneficio de la mujer que dices amar?
-
Lo que sea necesario, pero de entrada y siendo que mis hermanos la aman y
la necesitan, no puedo pedirle que se marche
-- hizo una pausa e inspiró -- De modo que en cuanto regrese, hablaré con
mi abuelo y le diré que estoy listo para efectuar el viaje que me prometió, así
me alejaré de ella y evitaré… cometer cualquier locura en el futuro --
finalizó con enorme tristeza
-
Con lo que reconoces que no podrías estar cerca de ella y poder
controlarte -- insistió Milorad lo que hizo que por muy
dolido que estuviese Derek en ese momento, su carácter difícil aflorase
-
Escuche, estoy consciente de que me porté de manera inapropiada, pero le
doy mi palabra de que eso no volverá a suceder
-- sin embargo, Milorad parecía
dispuesto a llevarlo hasta al límite
-
Si estás tan convencido de la imposibilidad, no veo razón entonces para que
te alejes de tu familia
-
Haryk -- dijo Istval
-
¡Isilier Istval! -- ordenó sin romper el contacto visual con
Derek
-
¡Maldita sea hombre! -- exclamó el chico --
¡Puedo tener las mejores intenciones, pero sigo siendo un ser humano!
Se hizo un largo minuto de
silencio, mismo que fue utilizado por los Levajaner en intentar tranquilizar
tanto a Istval como a Derek, después de lo cual Milorad asintió y comenzó a
hablar de nuevo.
-
Voy a contarte una historia y espero me prestes atención, porque en algunos
aspectos es posible que coincida con la tuya. Hace algún tiempo, hubo un par de
sujetos que habían pasado toda su vida juntos y eran los mejores amigos, pero
la vida que a veces consideramos muy injusta, hizo que ambos se enamorasen de
la misma mujer. Sin embargo, uno de ellos renunció a ese amor por dos razones,
la primera por lealtad a su amigo, y la segunda en la creencia de que la dama
en cuestión a quien amaba era al otro. De modo que amando a uno como a un
hermano, y colocando por encima de su propia felicidad la de la mujer que
amaba, se alejó.
Derek por un loco momento
pensó en Istziar y Aleksèi, y si bien Aleksèi y él no eran los mejores amigos,
pensó con profundo dolor que si le estaban diciendo todo aquello porque Istziar
estaba enamorada de Aleksèi, aunque hubiese sido posible lo de ellos, no había
nada qué hacer, porque en ese momento se dio cuenta que a pesar de que sentía
un enorme peso en el alma, así no la quería. De modo que estuvo de acuerdo con
el sujeto de la historia, porque la prefería feliz con Aleksèi antes que a su
lado amando a su amigo. Pero se obligó a prestar atención a lo que decía
Milorad.
-
Sin embargo, en ocasiones llevados de las mejores intenciones podemos
cometer errores de juicio, del mismo modo que las apariencias pueden inducirnos
a pensar equivocadamente. El sujeto de la historia se esforzó tanto en
aparentar un rechazo que estaba lejos de sentir, que obligó a la dama a creer
que en realidad a quien amaba era al otro, y aunque ciertamente lo amaba, lo
hacía como a un muy querido amigo con quien había compartido gran parte de su
vida. No obstante, lo que ha de ser será queramos o no, más tarde o más
temprano sucederá lo que tiene que suceder, y por mucho que este sujeto se esforzó
en permanecer lo más alejado posible para evitar como tú mismo dijiste, cometer una locura, en un momento en el
que ella estaba especialmente vulnerable, afloraron los verdaderos sentimientos
y fue inevitable su unión.
Milorad hizo una prolongada
pausa intencional para medir los sentimientos y reacciones de Derek, quien por
su parte había estado imaginándose todo el cuadro y pensando en lo que había
sentido al verla en brazos de Aleksèi, el asunto era que si bien la mujer de la
historia había estado confundida, dudaba mucho que fuese el caso de Istziar.
Sin embargo, se imaginó por un momento que fuese así, y decidió que era una
situación en extremo difícil.
-
Yo no soy quien para juzgar, pero supongo que era algo natural y
definitivamente posible si en realidad a quien amaba era al otro.
-
Sin embargo, el sujeto de nuestra historia sí se juzgo de manera cruel y
pasó a sentirse el hombre más miserable del mundo, y aunque estaba
perfectamente al tanto de que su amigo y en su opinión no respetaba el amor que
decía sentir por su esposa, él sintió que lo había traicionado y era tan grande
y angustiante el peso de la culpa que incluso quiso morir, pero no morimos
cuando queremos sino cuando corresponde
-- hizo una pausa en esta ocasión
más corta y prosiguió -- Pero todo en el universo está perfectamente
planificado aunque nosotros no lo entendamos así, y esa unión dio unos frutos
que a su vez estaban destinados a una misión superior --
tomó el pergamino innecesariamente porque sabía eso de memoria y
recitó -- “Cuando
el día más largo del año toque a su fin y las hogueras estén ardiendo…” es
decir, el 21 de junio de hace tres años
-- dijo y continuó -- “…una
doble estela de luz surcará los cielos, rindiendo tributo y otorgando su
energía pura a los príncipes de la alianza que serán los encargados de mantener
el equilibrio y proteger a las criaturas del universo de los peligros de una
raza maldita”
Se hizo de nuevo el silencio y
a Derek le tomó solo unos pocos segundos enlazar unas ideas con otras y a una
velocidad de vértigo porque todo estaba allí ante sus ojos, ojos que doblaron
su tamaño y poniéndose inconscientemente de pie se llevó la mano al pecho y de
sus labios salió una sola palabra.
-
Madre…
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